La frialdad de la correcci¨®n

Basada en la novela de Isabel Colegate The shooting party, publicada en 1980, Alan Bridges ha realizado el filme hom¨®nimo, cuyo principal soporte es un s¨®lido gui¨®n, interpretado por unos no menos s¨®lidos actores, prolongado en una esmerada puesta en escena, en una correcta recreaci¨®n ambiental y en una cuidada y funcional fotograf¨ªa, todo ello enmarcado en la notable tradici¨®n t¨¦cnica del cine brit¨¢nico.La pel¨ªcula, que ofrece la ¨²ltima aparici¨®n en la pantalla de James Mason -fallecido en julio de 1985-, con el pretexto de una cacer¨ªa, re¨²ne en la lujosa mansi¨®n de un terrateniente situada en la campi?a inglesa a un grupo de arist¨®cratas.

Situada en el oto?o de 1913, mientras los protagonistas participan en los ritos ceremoniales y entretenimientos propios de su clase y de su ¨¦poca asistimos a una representaci¨®n coral donde se entrecruzan las pasiones, se matizan las personalidades, se reflexiona sobre una ¨¦poca que acaba y se anuncia el nacimiento de otra era, que acabar¨ªa con la etiqueta tradicional y los valores del imperio y producir¨ªa el cambio de protagonismo social.

Aunque una referencia remota pudiera ser La regla del juego, de Renoir, la visi¨®n de la pel¨ªcula aleja su evocaci¨®n.

Alan Bridges, que fue premiado en Cannes en 1973 por El equ¨ªvoco, donde mostraba la relaci¨®n de una joven ar¨ªst¨®crata con su ch¨®fer, esgrime su buen pulso de realizador, pero sin conseguir que la reflexi¨®n hist¨®rica y la peripecia emocional de los personajes trascienda con hondura en el espectador.