Un caf¨¦ muy cargado
Uno de los detenidos en Valencia por corrupci¨®n de menores explica c¨®mo funciona su local
No se admiten ni los porros. El negocio funciona como en Europa. Cada ocho d¨ªas hay an¨¢lisis de todas las mujeres. Jam¨¢s pas¨® por el Venecia una menor. Al menos esto es lo que afirma Antonio Seco, detenido durante dos d¨ªas por supuesta corrupci¨®n de menores. Ahora tiene 64 a?os, y padece tuberculosis y artritis, pero est¨¢ en libertad. Porque el Venecia de Gavarda (Valencia) "no es un club del hampa, sino una cafeter¨ªa". Seco accedi¨® a hablar con este peri¨®dico, y record¨® que Franco "ha sido el hombre que m¨¢s ha hecho por la prostituci¨®n en Espa?a".
"Yo soy como un padre para estas chicas. ?Eh, t¨²! Dile a este se?or c¨®mo me porto yo con vosotras". "Es como un padre", dice Mayte, una morena que al terna en la barra. "Si existe esto, debe hacerse como yo lo hago", asegura Antonio Seco, el se?or Antonio, el t¨ªo Toni y el t¨ªo Chilibuti, que son el mismo. Las mujeres de los pueblos de alrededor saludan a este cordob¨¦s que vive en Valencia desde hace 50 a?os, aunque "los maridos de alguna de ellas toman una copa por aqu¨ª de vez en cuando".En la cafeter¨ªa del se?or Antonio apenas hay luz. A lo largo de la barra, 14 mujeres toman copas con los clientes. Antes de la detenci¨®n hab¨ªa 25. Durante los dos d¨ªas del apresamiento, el local estuvo cerrado "por re forma". "Las que se fueron, volver¨¢n. Mejor que aqu¨ª, en ning¨²n sitio". De cuando en cuando hay excursiones al hostal que Antonio Seco tiene en el edificio de al lado. "Yo pago mis impuestos como empresa no hotelero. Cobro la habitaci¨®n. Lo que se haga dentro no es responsabilidad m¨ªa".
Un flash de la fot¨®grafa hace gritar a un cliente. "Me ha hecho la foto a m¨ª", se impacienta. La mediaci¨®n de Seco evita un conflicto. Entretanto, un hombre intenta vender a las mujeres ropa de fantas¨ªa", y otro se pasea ofreciendo loter¨ªa, sin tanto ¨¦xito como el primero. Es la no che del pasado mi¨¦rcoles.
Whisky de buena marca y champa?a franc¨¦s son las bebidas fijas en la bodega de la cafeter¨ªa, "porque aqu¨ª vienen autoridades. ?Chico! Trae champ¨¢n de abajo, del que hay al fondo, para que lo vea el se?or". Tomar champa?a franc¨¦s con una se?orita cuesta 10.000 pesetas. "O sea, que apenas gano".
Las "autoridades", seg¨²n el t¨ªo Toni, vienen atra¨ªdas porque no se rellenan las botellas, y sobre todo por la higiene, como en Europa. Cada ocho d¨ªas, un m¨¦dico y un analista suben desde Valencia para inspeccionar a las chicas. "Ahora le ense?o los certificados, como en Alemania". Mayte est¨¢ de acuerdo con los an¨¢lisis. "Los hombres van a otros sitios y a la calle, y si no lo haces...".
La higiene y la bodega leg¨ªtima no han evitado que el t¨ªo Chilibuti fuera detenido por la polic¨ªa. Eljefe del grupo policial que lo apres¨® confirma que el se?or Antonio obliga a hacer an¨¢lisis a sus chicas; eso s¨ª lo tiene". La compa?era de Seco, que sirve en la barra, tambi¨¦n fue a declarar al Juzgado de X¨¢tiva. Una menor de edad, secuestrada y explotada por dos rufianes, declar¨® ante el juez que una noche trabaj¨® en el Venecia. "Fue un enga?o. Me dieron su documentaci¨®n falsificada", se excusa el t¨ªo Chilibuti.
Seco se meti¨® en el negocio por su "gran afici¨®n a las mujeres", que se descubri¨® en el posguerra, "cuando hacer el amor val¨ªa siete pesetas". Ahora dice proteger a los hombres que se .encaprichan" demasiado conuna de sus chicas y ponen en peligro su familia. El les aconseja volver al hogar. Asegura dar cobijo a las mujeres de la vida y dice no ser un corruptor: "El otro d¨ªa vinieron tres chicas decentes a pedir trabajo y no se lo d¨ª. Faltar¨ªa m¨¢s".
El domicilio de Antonio Seco est¨¢ detr¨¢s de la cafeter¨ªa. All¨ª hay fotograf¨ªas de sus dos hijas, "unas prostitutas las dejaron un d¨ªa en el sof¨¢ y se fueron", y de su hijo. Una de las ni?as viste de fallera. Tambi¨¦n hay una imagen de Franco, "el hombre que m¨¢s ha hecho por la prostituci¨®n en Espa?a. ?l la legaliz¨®, y hab¨ªa un carn¨¦ de higiene para cada chica".
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