El tama?o de la banca
Los bancos comenzaron su actividad limitados a un pueblo o una ciudad y hoy act¨²an en un marco mucho mayor, ya sea regional, nacional o internacional. Actualmente, los bancos m¨¢s grandes son los que est¨¢n establecidos en todos los centros financieros importantes y sus clientes incluyen grandes multinacionales y Estados soberanos.Hoy asistimos adem¨¢s a un fen¨®meno nuevo e importante cual es la globalizaci¨®n creciente de los mercados financieros.
La llamada desregulaci¨®n est¨¢ permitiendo una globalizaci¨®n institucional. Se tiende a una banca universal, en la que habr¨¢ cada vez menos distinciones entre banca de inversi¨®n o de negocios y banca comercial, o entre banca al por menor y banca al por mayor.
La innovaci¨®n financiera y la titularizaci¨®n de los cr¨¦ditos y de los instrumentos a corto plazo est¨¢ permitiendo una globalizaci¨®n de los mercados financieros, en los que va siendo cada vez m¨¢s dif¨ªcil distinguir entre mercados de capitales y mercados monetarios. Por ¨²ltimo, el desarrollo de la inform¨¢tica y la telem¨¢tica est¨¢ permitiendo una globalizaci¨®n geogr¨¢fica en la que se act¨²a durante 24 horas diarias en todos los centros financieros mundiales.
Nos dirigimos, pues, hacia un mercado global sin fronteras, sin barreras de entrada y sin m¨¢s limitaciones que la propia capacidad profesional o cualitativa, y de negocio o cuantitativa, de cada banco. Una vez constatado este hecho, nos tenemos que preguntar si esta globalizaci¨®n o mundializaci¨®n de los mercados va a seguir incrementando el tama?o de los bancos o se va a romper la tendencia hist¨®rica y no va a haber relaci¨®n alguna entre el tama?o del mercado y el tama?o de las instituciones que operan en ¨¦l. Parece poco congruente y racional que ocurra esto ¨²ltimo. Veamos por qu¨¦.
La reacci¨®n de las instituciones bancarias ante este aumento del tama?o de los mercados puede ser doble. Por un lado, la opci¨®n defensiva que consiste en no competir en dichos mercados globales e intentar solamente afianzarse en el mercado regional o nacional en el que est¨¦n implantados, mejorando el servicio del cliente. Por otro lado, la opci¨®n agresiva haciendo frente al reto del futuro y entrando a competir en la batalla de la globalizaci¨®n. Dentro de esta ¨²ltima, que es la que nos interesa aqu¨ª, caben, b¨¢sicamente, dos estrategias: una primera es la estrategia basada en la eficiencia de costes, es decir competir sobre la base de tener los costes m¨¢s bajos. Otra segunda es la estrategia basada en la rentabilidad, es decir competir sobre la base de la diferenciaci¨®n del producto y de la especializaci¨®n en determinados servicios, mercados o segmentos de los mismos de mayor valor a?adido.
Para la estrategia basada en la eficiencia de costes, desarrollada por los grandes bancos comerciales americanos, japoneses y alg¨²n europeo, es indudable que el tama?o es fundamental. La industria bancaria no es muy diferente de otras industrias y es natural que exista un ahorro de costes cuando se producen servicios financieros en masa, ya que, sin duda alguna, hay costes fijos independientes del volumen de producci¨®n o inversi¨®n. Tambi¨¦n es l¨®gico que haya un ahorro de costes por la diversificaci¨®n de riesgos derivados del tama?o y mayor estabilidad del activo y de la menor variabilidad del pasivo. Por ¨²ltimo, es normal que haya un ahorro de costes derivado de ser un l¨ªder en un mercado y tener una posici¨®n dominante en ¨¦l, Es decir, existen, como en cualquier industria, econom¨ªas de costes derivadas del tama?o.
Ahora bien, tambi¨¦n es verdad que en la banca es m¨¢s dificil medir estas econom¨ªas o ahorros de costes que en otras industrias y que adem¨¢s existe tambi¨¦n un tama?o ¨®ptimo para cada mercado y para cada estrategia que, si se rebasa, los costes pueden tornarse crecientes, pero esto no inv¨¢lida la teor¨ªa y, lo que es m¨¢s importante, la experiencia vivida en los mercados financieros en los ¨²ltimos tiempos.
El precio de la calidad
Para la estrategia basada en la rentabilidad y especi¨¢lizaci¨®n, en el producto a medida y el servicio cualificado, tambi¨¦n el tama?o es; importante. En primer lugar, porque el dise?o y desarrollo de los productos cualitativos cada vez requiere unas unidades de investigaci¨®n mayores y m¨¢s costosos, y, en segundo lugar, porque el personal tiene que ser m¨¢s cualificado y por tanto m¨¢s caro. Es decir, que los costes fijos de esta estrategia suelen ser l¨®gicamente m¨¢s elevados y, por tanto, el negocio debe de tener un cierto volumen para poder absorberlos, independientemente de que sus productos se vendan m¨¢s caros.
En resumen, la estrategia basada en la dimensi¨®n y los bajos costes busca ocupar todos los segmentos del mercado y diversificar riesgos. La estrategia de la especializaci¨®n y calidad del producto busca concentrarse en alg¨²n segmento en el que vea ventajas comparativas frente a la estrategia de costes. Pero ambas requieren unos tama?os m¨ªnimos aunque sean de distinto nivel.
Sin embargo, la mayor¨ªa de los bancos est¨¢ buscando, en el mercado europeo o internacional, una estrategia mixta aunque, sin duda, predomine la estrategia del tama?o, sobre todo desde la irrupci¨®n de los bancos japoneses en los mercados internacionales y sobre todo en el europeo.
Estas estrategias han hecho que en los ¨²ltimos a?os haya habido un proceso de concentraci¨®n bancaria importante en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos que ha dejado reducida la c¨²pula de las instituciones financieras a tres o cuatro grandes bancos por pa¨ªs. En Espa?a, por el contrario, no ha habido un proceso de concentraci¨®n parecido hasta el iniciado recientemente.
La verdad es que, hasta la entrada de Espa?a en la CE y la cercan¨ªa temporal del mercado ¨²nico europeo, las instituciones bancarias espa?olas no se hab¨ªan planteado una estrategia activa de lanzarse a la competencia en el mercado europeo. Tras los largos a?os de placidez e inmovilismo derivados del statu quo bancario, su ¨²nica estrategia ha sido defensiva frente a la entrada de la banca extranjera en nuestro pa¨ªs y frente a la liberalizaci¨®n creciente de las inversiones y de los tipos de inter¨¦s, que ha hecho menos relevante su tradicional ventaja de una amplia red de sucursales, hoy a todas luces excesiva y costosa. El ¨¦xito de la banca extranjera en Espa?a, que a pesar de financiarse mayoritariamente en el interbancario, es decir, m¨¢s caro, ha logrado hacerse con una buena parte del mercado espa?ol, ha sido la primera experiencia que ha permitido que los bancos espa?oles hayan aprendido las ventajas del tama?o para competir, al por mayor, en otros mercados, y se hayan dado cuenta de que sus servicios, su estructura y su rentabilidad dejan mucho que desear cuando se comparan con otros bancos extranjeros.
Finalmente, la entrada en la CE y el desarrollo de los euromercados han sido los dos elementos decisivos para que algunos bancos espa?oles, con mayor experiencia internacional, se hayan planteado la estrategia de tama?o para competir en un mercado mucho mayor como es el europeo, y esto se ha debido, fundamentalmente, a otras dos experiencias nuevas.
La primera ha sido comprobar que cuando un gran prestatario europeo, pongamos por caso Philips o el reino de Suecia, salen al euromercado a por 2.000 millones de d¨®lares, s¨®lo los grandes bancos americanos, japoneses o europeos puedan liderar la emisi¨®n y tener los mayores m¨¢rgenes en la operaci¨®n, mientras que los bancos espa?oles y otros de menor tama?o tienen que conformarse s¨®lo con las migajas de los que son los mejores y m¨¢s solventes riesgos europeos. Han podido constatar que el tama?o es una barrera de entrada ante un mercado de tal dimensi¨®n.
La segunda experiencia ha sido observar lo relativamente barato y f¨¢cil que es para un banco mediano o peque?o ser absorbido por otro grande o por cualquier grupo financiero de los que se est¨¢n formando a nivel europeo. Es decir, que el tama?o es b¨¢sico tambi¨¦n a la hora de desarrollar una estrategia defensiva en su propio mercado y hacer frente a la alta liquidez disponible hoy en los mercados nacionales e internacionales que busca inversiones de control de las instituciones financieras.
La banca se mueve
Son, por tanto, estas y otras experiencias las que finalmente han iniciado el proceso por parte de ciertos bancos de replantearse su tama?o. Ante este replanteamiento han surgido a su vez tres estrategias b¨¢sicas de menor a mayor nivel de ambici¨®n.
La primera ha sido la de buscar formas consorciadas nacionales o internacionales para actuar conjuntamente en mercados extranjeros y fundamentalmente en Europa. La experiencia reciente ha demostrado, sin embargo, que esta estrategia no ha sido tan eficaz como se preve¨ªa en un principio cuando se puso de moda en los a?os setenta entre algunos grandes bancos. A pesar de ello puede ser, sin duda, interesante para bancos de mediana dimensi¨®n que quieran participar m¨¢s activamente en dichos mercados.
La segunda ha sido la de fusiones o absorciones entre bancos nacionales con el fin de conseguir un tama?o m¨¢s adecuado para competir con el futuro mercado ¨²nico europeo y para defender el mercado nacional. Esta estrategia es, sin duda alguna, muy acertada, pero su eficacia depende, en buena medida, de su puesta en pr¨¢ctica, ya que los procesos de fusi¨®n y absorci¨®n son muy complejos y tienen que conseguir que las sinerg¨ªas y las econom¨ªas de escala se consigan realmente sin crear problemas traum¨¢ticos o desincentivadores en su personal y sin perjudicar la gesti¨®n.
La tercera ha sido la toma o intercambio de posiciones importantes o la absorci¨®n de otros bancos europeos. Esta el, sin duda la estrategia m¨¢s agresiva y que puede ser m¨¢s eficaz, pero requiere que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, tener suficientes recursos para llevarla a cabo sin afectar a la solvencia y en segundo lugar, elegir bancos de un tama?o relativamente grande que puedan ser un complemento de envergadura suficiente para poder competir sobre una base m¨ªnima que supere las barreras de entrada.
Independientemente de la estrategia que tomen, lo m¨¢s importante es que los bancos espa?oles que est¨¢n dispuestos a competir en el mercado europeo y a asumir el reto de la creciente globalizaci¨®n han iniciado ya los primeros pasos para conseguir superar el tama?o m¨ªnimo que el mercado europeo impone como barrera de entrada.
Ahora bien, debe de quedar muy claro que el tama?o es una condici¨®n necesaria, pero ni mucho menos suficiente, para competir con ¨¦xito en estos grandes mercados. Debe de ir acompa?ada de otros elementos cualitativos necesarios en todo servicio al cliente y, sobre todo, de una rentabilidad suficiente. Un banco de mayor tama?o puede ser m¨¢s eficiente, pero no tiene por qu¨¦ ser m¨¢s rentable. En la rentabilidad entran otros elementos distintos de las econom¨ªas de escala, y entre ellos destaca, sobre todo, la gesti¨®n. Los bancos mejor gestionados son m¨¢s rentables independientemente de su tama?o.
Esta estrategia de tama?o, que s¨®lo puede ser desarrollada por los bancos m¨¢s grandes y alguna caja, no debe hacernos olvidar otro proceso, tambi¨¦n necesario: y es que aquellos bancos y cajas que aspiran a consolidar sus posiciones en sus mercados regionales o incluso nacionales van a necesitar un tama?o mayor para hacerlo.
Conviene, por ¨²ltimo, tener presente que mientras se libra la gran batalla de la globalizaci¨®n en el mercado europeo de grandes empresas y Estados, otra batalla, m¨¢s dom¨¦stica, la de la banca al consumo tambi¨¦n va a ser importante en los pr¨®ximos a?os, ya que el tama?o y cualificaci¨®n de las unidades que hoy se utilizan para atender al usuario de los servicios financieros empieza a no satisfacer las necesidades de un consumidor mucho m¨¢s sofisticado, que empieza a acudir al banco, como acude al supermercado, buscando toda una serie de servicios bancarios ofrecidos por personal cualificado y con una enorme disponibilidad y transparencia de informaci¨®n financiera. Es esta otra batalla importante que va a suponer tambi¨¦n numerosos procesos de reestructuraci¨®n dom¨¦stica en el futuro.
Estamos, pues, ante un proceso de cambio cualitativo y cuantitativo muy importante en los mercados financieros, ante el que aquellas instituciones que quieran competir y sobrevivir en ellos tendr¨¢n que llevar a cabo las medidas de adaptaci¨®n y reestructuraci¨®n necesarias.
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