La Real aprovech¨® la torpeza de Atl¨¦tico
?Qu¨¦ har¨¢ ahora el presidente atl¨¦tico Jes¨²s Gil? ?Sacar¨¢ un l¨¢tigo con empu?adura de diamantes y despellejar¨¢ la espalda de sus jugadores? ?Echar¨¢ a todo el equipo y contratar¨¢ a los 11 jugadores de la Real Sociedad a golpe de talonario? ?Comenzar¨¢ un nuevo despliegue de declaraciones para descubrir a los verdaderos culpables de que el Atl¨¦tico sea tercero en la Liga a ocho puntos del Madrid? En el vestuario de su equipo ya poco puede hacer. Ha puesto en duda la profesionalidad de sus jugadores al utilizar en exceso su imitaci¨®n light de las famosas santiaguinas de Bernab¨¦u. Gil a¨²n no ha aprendido que las broncas han de ser muy puntuales para que sean efectivas. "?Vagos!, ?gandules!, juerguistas!", fueron los gritos de apoyo del p¨²blico atl¨¦tico a su equipo, en una demostraci¨®n de que el mensaje de Gil ha Regado a su destinatario. Y, claro, los jugadores atl¨¦ticos estaban ayer en el campo encogidos, torpes, temerosos de cometer un error. Ante una m¨¢quina casi perfecta de f¨²tbol, como la Real Sociedad de Toshack, ese encogimiento es un suicidio.El esquema de: la Real Sociedad ayer fue de los que hacen gozar al catador de f¨²tbol. Con Larra?aga como l¨ªbero, Gajate y G¨®rriz reparti¨¦ndose el marcaje de Julio Salinas, Z¨²?iga y Ur¨ªa como falsos laterales, y un centro del campo ordenado -con Zamora en su edad de oro y Bakero II realmente desaforado-, teji¨® una tela de ara?a complicad¨ªsima de superar y sencill¨ªsima de ejecutar. Toshack, adem¨¢s, dej¨® en el banquillo a Loren, un delantero centro rocoso y pele¨®n, para que Fuentes, r¨¢pido y listo, quebrase las cinturas, de Arteche y Sergio. El Atl¨¦tico respond¨ªa con su esquema habitual: achique de espacios defensivo, un centro del campo de tuya-m¨ªa, y Julio Salinas como estilete de la suerte.
La primera parte se desarroll¨® en un espacio m¨ªnimo de terreno de juego. Los jueces de l¨ªnea parec¨ªan tener un muelle en sus brazos. El Atl¨¦tico era incapaz de superar, con sus pases cortos, las trampas bien puestas de la Real, y los donostiarras no acertaban a escapar del fuera de juego. Total, 45 minutos sin novedad en los frentes. Arconada par¨® un tiro de Futre, (m. 2), y Beguiristain lanz¨® un centro raso por delante de Abel que nadie remat¨® (in. 29). El resto, borrachera de centrocampismo.
Pero el pressing de la Real -un equipo cada vez m¨¢s parecido al Liverpool, aunque en versi¨®n espa?ola- tuvo su recompensa en la segunda parte. Quique se march¨® lesionado (m. 53) y Menotti tuvo la clarividencia de colocar a Alem¨¢o en el centro de la defensa para pasar a Sergio al lateral izquierdo. Hasta ese momento, Alem¨¢o parec¨ªa el ¨²nico capaz de lanzar pases en profundidad a los delanteros. Un minuto despu¨¦s, Abel y Alem¨¢o fueron a por un bal¨®n y ambos se pararon en seco ante la presencia del otro; Bakero II, incapaz de desperdiciar tama?o regalo, empuj¨® suavecito el bal¨®n a la red. Si en Estudio Estadio hubiera, como en Cerca de las Estrellas, "la jugada tonta de la semana", esta ser¨ªa la elegida.
En circunstancias normales, otro equipo se habr¨ªa lanzado con rabia al ataque. El Atl¨¦tico no lo hizo. Muy lento en la formaci¨®n de jugadas, incapaz de superar la barrera defensiva de la Real, el Atl¨¦tico parec¨ªa afectado por una falta alarmante de forma f¨ªsica o por un ataque de miedo ante una nueva llamada al orden de Gil. Era una bicoca que la Real no pod¨ªa desaprovechar. Con un equipo joven, correoso, con ganas de triunfar, que disfruta con el f¨²tbol que realiza y que, adem¨¢s, no recibe broncas en el vestuario, la Real se adue?¨® del partido.
Era el choque entre dos formas muy distintas de concebir el f¨²tbol. El Atl¨¦tico de Menotti deja gran parte de su suerte en una jugada como el fuera de juego. Es una trampa que siempre lleva al equipo al filo de la navaja. La Real de Toshack coloca una barrera de obst¨¢culos, desde la delantera hasta la defensa, casi imposible de superar. Es otra trampa, pero que depende menos del brazo de un juez de l¨ªnea. El Atl¨¦tico conf¨ªa en sus individualidades -Futre, Alem¨¢o, Julio Salinas...-. La Real vende su bloque, en el que Bakero II se parte el pecho en el centro del campo y llega a tiempo de aprovechar un fallo defensivo rival.
Lleg¨® otro gol, en un nuevo fallo defensivo aprovechado esta vez por Beguiristain, y Ur¨ªa estrell¨® un bal¨®n en el poste (m. 88). La lista de goles se cerr¨® al echarse el tiempo encima, para la buena suerte de un Atl¨¦tico anonadado, miedoso, falto de ideas.
?Qu¨¦ har¨¢ ahora Jes¨²s Gil? ?Rebajar¨¢ el precio de las entradas del partido ante el Madrid? ?Asumir¨¢ su error y confiar¨¢ en un grupo de profesionales despreciados injustamente?
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