Las monjas deber¨¢n contribuir al sostenimiento de la Santa Sede
Todos los conventos de monjas de Italia tendr¨¢n la obligaci¨®n, de ahora en adelante, de introducir en sus presupuestos anuales un cap¨ªtulo fijo destinado a sostener los gastos de la Santa Sede. La aportaci¨®n se ver¨¢ incrementada cada a?o teniendo en cuenta el aumento del coste de la vida. Esta orden aparece en la carta enviada por la presidenta nacional de la Uni¨®n de Superioras Religiosas Mayores, Filomena Annoni, a todos los conventos de monjas de Italia.Tal decisi¨®n ser¨¢ extendida a los conventos de los dem¨¢s pa¨ªses, ya que se trata de la conclusi¨®n de una reuni¨®n celebrada hace unos meses entre el cardenal Giuseppe Caprio, responsable de las finanzas vaticanas, y la Uni¨®n de Superiores Generales de todas las ¨®rdenes y congregaciones religiosas del mundo.
Al parecer, las monjas hab¨ªan respondido con mayor generosidad que los religiosos masculinos al deseo de la Santa Sede de que se ayudase al Papa en la reducci¨®n del d¨¦ficit vaticano. Quiz¨¢ por ello se ha querido institucionalizar ahora la ayuda que hab¨ªan empezado a aportar las religiosas.
No se sabe a¨²n, en este contexto, si la circular que han recibido los conventos de monjas ser¨¢n tambi¨¦n enviada a los centros de religiosos.
En la carta de la madre Filomena Annoni a las religiosas italianas se dice que la cantidad "fija" a enviar es independiente de las ofertas "extraordinarias" que se puedan donar a Juan Pablo Il. La nueva contribuci¨®n religiosa a las arcas de la Santa Sede tendr¨¢ que ser enviada cada a?o directamente al cardenal Agostino Casaroli, secretario de Estado del Vaticano. En la orden enviada a los conventos se les pide tambi¨¦n a las monjas que "iluminen a los seglares con una especie de catequesis sobre la situaci¨®n financiera de la Santa Sede", y salgan al paso de las posibles objeciones de algunas superioras religiosas sobre la petici¨®n.
La culpa, del concilio
En la carta se explica que hay que distinguir entre la Ciudad del Vaticano, que es econ¨®micamente autosuficiente, el ¨®bolo de San Pedro, que es la donaci¨®n que cada a?o env¨ªan al Papa los fieles de todo el mundo y que este a?o ha crecido considerablemente, y el Instituto de Obras de Religi¨®n (IOR), presidido a¨²n por el arzobispo Paul Marcinkus, c¨¦lebre por las acusaciones que sobre ¨¦l pesan de implicaci¨®n en esc¨¢ndalos financieros en Italia.El d¨¦ficit que se trata de remediar ahora se refiere s¨®lo a la Santa Sede y a sus organismos, es decir, al Gobierno del Papa y de sus ministerios, y se comenta que el IOR en realidad no pertenece a la Santa Sede, ya que "est¨¢ al servicio de los obispos y religiosos y funciona aut¨®nomamente como un banco privado". Y a?ade que tal instituci¨®n "ofrece servicios preciosos para las misiones en los diversos pa¨ªses". Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante de toda la carta, que resume el encuentro del cardenal Caprio con las superioras mayores, es que se culpa del d¨¦ficit de la Santa Sede exclusivamente al Concilio Vaticano II y no se mencionan, por ejemplo, los viajes del papa Wojtyla.
El aumento de los gastos se atribuye al "Concilio Vaticano II con sus cuatro sesiones y por sus aplicaciones: los s¨ªnodos, las plenarias de las congregaciones romanas y las comisiones con las participaciones del Tercer Mundo", a lo que hay que sumar -a?ade la carta- el aumento de servicios ofrecidos por la Iglesia a todo el mundo como respuesta al Concilio Vaticano ll".
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