Pobre espect¨¢culo en Castell¨®n

En las corridas de La Magdalena de esta semana, raro ha sido el d¨ªa en que no se ha desechado alguno de los corn¨²petas. Sin embargo, los toros de Torrestrella de ayer superaron todos el reconocimiento, aunque una cosa es el reconocimiento matinal y otra la actuaci¨®n de los astados en la arena, que a decir verdad carecieron de fuerza y causaron una triste impresi¨®n en el p¨²blico.Al primero de la tarde Ortega Cano lo llev¨® con prontitud al varilarguero, del que recibi¨® una suave caricia, que le hizo estremecer. Brind¨® al p¨²blico, manteniendo la esperanza de que el toro no se le cayese m¨¢s de la cuenta, e inici¨® una faena variada y f¨¢cil. No acert¨® con el acero, por lo que perdi¨® posiblemente alguno de los trofeos. A su cuarto lo tore¨® con estilizadas ver¨®nicas. M¨¢s tarde la seriedad del maestro no fue compartida por el burel, que hizo un esfuerzo final para no deslucir los ¨²ltimos lances que el diestro de Cartagena ejecut¨®.

Espartaco, invisible con el capote, inici¨® la lidia de un toro que desde su salida manifest¨® un cansancio que le hac¨ªa caer continuamente. El p¨²blico, impaciente, se rebel¨®, y al de Espartinas no le qued¨® otro remedio que pasaportar al inv¨¢lido ejemplar de Torrestrella. Su segundo fue enviado a los corrales por falta de trap¨ªo, siendo sustituido por uno de Los Guateles que result¨® ser un regalito de mucho cuidado. Espartaco intent¨® lidiarlo sin amedrentarse. Una media y descabello bastaron para que el diestro consiguiera la primera oreja de la tarde.

Lozano lance¨® por ver¨®nicas a su primero. Se limit¨® a cuidarlo y a torearlo por alto, no pudiendo redondear una buena faena que, aunque variada, no lleg¨® a caldear los tendidos. Mat¨® de una entera y escuch¨® aplausos. Al que cerraba plaza lo lidi¨® con gran voluntad, y cosech¨® espectaculares lances de rodillas.