Tensas relaciones entre el Parlamento regional y el Gobierno aut¨®nomo

Las relaciones entre el Gobierno regional y la Asamblea de Madrid, presididos, respectivamente, por el socialista Joaqu¨ªn Leguina y la centrista Rosa Posada, atraviesan el peor momento despu¨¦s de ocho meses de dif¨ªcil convivencia. Los grupos del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) y de Izquierda Unida (IU) acusan a Leguina de "huir de la Asamblea" y de obstaculizar su funcionamiento. El presidente se?ala que la oposici¨®n tiene "la permanente tentaci¨®n de jugar al pim, pam, pum y de convertir la C¨¢mara en "un escaparate de pol¨ªtica nacional".

El ¨²ltimo episodio del conflicto soterrado que mantienen la C¨¢mara y el Gobierno regional estall¨® el jueves pasado con motivo de una proposici¨®n de ley de Izquierda Unida que pretend¨ªa introducir representantes de los partidos pol¨ªticos en el Consorcio de Transportes. Agapito Ramos, consejero de Presidencia, se convirti¨® en abanderado de la divisi¨®n de poderes y afirm¨® ver en la actitud de IU "un reflejo de partido ¨²nico propio de reg¨ªmenes totalitarios".El Gobierno regional y la Asamblea de Madrid mantienen desde hace ocho meses un pulso de resultado incierto. El origen del tira y afloja est¨¢ en la at¨ªpica convivencia de un presidente socialista y una presidenta del CDS. Las relaciones entre Joaqu¨ªn Leguina y Rosa Posada no son precisamente cordiales y se limitan a espor¨¢dicas conversaciones telef¨®nicas.

El CDS e IU acusan al Ejecutivo aut¨®nomo de "comer el terreno" a la Asamblea y de "cortar directa o indirectamente cualquier iniciativa legislativa que venga de la oposici¨®n". As¨ª las cosas, la oposici¨®n se ha limitado a sacar adelante proposiciones no de ley como la que abri¨® las puertas a la reforma del estatuto o la que pidi¨® el desmantelamiento de la base de Torrej¨®n.

La postura del PSOE en el pleno sobre Torrej¨®n fue la chispa que encendi¨® la hoguera. Los diputados socialistas inventaron una nueva modalidad -el no voto- que dej¨® estupefactos a los mism¨ªsimos marcadores de recuento de la C¨¢mara. El portavoz del CDS, Fernando Castedo, sali¨® indignado del sal¨®n de plenos y calific¨® la actitud de los socialistas de "burla a la C¨¢mara y al sistema democr¨¢tico".

'Dietitis' parlamentaria

Fuertes cercanas al Gobierno regional tachan a la Asamblea de "improductiva", y a?aden: "Lo ¨²nico que se ha aprobado en ocho meses que tenga verdadera incidencia en el ciudadano es la ley de presupuestos; casi todo lo dem¨¢s ha sido puro escaparate".Desde medios pr¨®ximos al Ejecutivo aut¨®nomo se ha criticado a algunos diputados de Vietitis parlamentaria". "El cobro de 15.000 pesetas por comisi¨®n celebrada -el 50% m¨¢s de lo que se cobraba el a?o pasado- parece haber disparado el ritmo de trabajo", comentan las mismas fuentes. "En febrero entramos en una etapa de descontrol parlamentario y en marzo vamos por el mismo caminoI.

Las acusaciones de dispendio, difundidas recientemente por un diario madrile?o, cayeron como una losa sobre la Asamblea y han creado un ambiente tenso en las ¨²ltimas sesiones parlamentarias. Pero Rosa Posada no ha tardado en contraatacar. La presidenta ha entregado este fin de semana a los diputados un informe que sale al paso de las cr¨ªticas del Ejecutivo.

Seg¨²n este informe, el elevado n¨²mero de reuniones de trabajo celebradas en febrero (30) se justifica por las sesiones de constituci¨®n de las 17 nuevas comisiones. El informe se?ala que la tendencia es similar a la media de reuniones del segundo trimestre de 1987 (16 comisiones).

El grupo de Alianza Popular (AP) parece escapar a esta vor¨¢gine y se apresta a afirmar, en boca del diputado Pedro N¨²?ez Morgades, que el Gobierno regional "parece haber cambiado de h¨¢bitos y est¨¢ aprendiendo a gobernar en minor¨ªa".

La portavoz de Izquierda Unida, Isabel Vilallonga, y Fernando Castedo piensan, en cambio, que Leguina "no se acaba de acostumbrar y le resulta molesto arrimar el ascua". Ambos grupos han fracasado a la hora de sacar adelante varias proposiciones de ley. El presidente regional les achaca "una cierta obsesi¨®n por hacer que la Asamblea suplante al Ejecutivo".

La oposici¨®n afirma que el Gobierno aut¨®nomo procura evitar que pasen por la C¨¢mara las actuaciones m¨¢s importantes, como el Plan Regional de Empleo.