A por todas
Hubo momentos birillant¨ªsimos en la novillada: el Ni?o de la Taurina arrollador, V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez d¨¢ndole r¨¦plica, el p¨²blico rompi¨¦ndose las manos de aplaudir. As¨ª es como deben comparecer los novilleros en una feria importante: a por todas, y dejando en el ruedo la mejor muestra de su arte y su valor. Ni?o de la Taurina se arrimaba hasta la temeridad y adem¨¢s tiraba de repertorio, mientras V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez desempolvaba de las viejas estampas de la tauromaquia suertes en desuso, que maravillaban al personal.Saben de suertes del toreo estos jovenc¨ªsimos novilleros mucho m¨¢s que las figuras del sistema. S¨®lo en el segundo novillo de la tarde desplegaron mayor surtido de quites que las figuras del sistema en toda su vida. Del toreo con el capote a la espalda ofrecieron un muestrario variad¨ªsimo, sobre todo V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez. Muchos de: cuantos estaban en el tendido no hab¨ªan visto jam¨¢s aquellos lances, ni imaginaron, hasta ayer, a qu¨¦ extremos de emoci¨®n, belleza y fantas¨ªa puede llegar el toreo de capa.
Montalvo / Mart¨ªnez, N¨ª?o de la Taurina, Bl¨¢zquez
Novillos de Montalvo, descaradamente despuntados, flojos, manejables. Alberto Mart¨ªnez: dos pinchazos y estocada ca¨ªda (aplausos y salida al tercio); media perpendicular, descabello -aviso con retraso- y dos descabeflos (aplausos y salida al tercio). Ni?o de la Taurina: estocada ca¨ªda (oreja, petici¨®n de otra y dos vueltas al ruedo); este,cada (oreja); sali¨® a hombros. V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez: pinchazo y estocada atravesada que asoma (oreja); tres pinchazos, estocada corta -aviso con retraso- y cuatro descabellos (palmas).Plaza de Valencia, 15 de marzo. Tercera corrida fallera.
Emoci¨®n, belleza y fantas¨ªa desplegaban ambos novilleros, crecidos en su competencia, y si uno hac¨ªa el quite por chicuelinas, otro combinaba chicuelinas con gaorieras y al final Ni?o de la Taurina intentaba romper la impresi¨®n que hab¨ªan causado los sensacionales lances del compa?ero, ligando otros de frente por detr¨¢s, retando de rodillas al novillo, oblig¨¢ndole a recular, acobardado. Loquita y boca abajo pusieron la plaza.
El Ni?o de la Taurina, decidido a arrollar no ya al compa?ero sino al escalaf¨®n de arriba abajo y al toro mismo, tuvo una actuaci¨®n impresionante en todos los tercios. Con la muleta, m¨¢s por el arrojo que por la exquisitez de su toreo, pues los novillos acabaron inc¨®modos y no pude, templar sus ¨¢speras embestidas. Naturalmente, el Ni?o de la Taurina no se arredraba, y en la ind¨®mita voluntad de sacar los pases, sufri¨® tremendas volteretas, ?le las que se incorporaba sin mirarse y volv¨ªa al toro como un huirac¨¢n.
Al tercer novillo, el m¨¢s boyante de la tarde, V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez le construy¨® una faena de altos vuelos que arrebat¨® a la afici¨®n. El toreo, ajustado a los c¨¢nones, lo elevaba a la categor¨ªa de arte mediante la relajada, suave, f¨¢cil interpretaci¨®n de las suertes. V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez tore¨® a ese novillo excelente desde la naturalidad y la armon¨ªa. Por ¨²ltimo, quiz¨¢ para que su confrontaci¨®n con el Ni?o de la Taurina lo fuera en todos los frentes, se tir¨® de rodillas y en tan inc¨®moda postura dio casi tantos pases como de pie.
Hubo otros novillos malejos: el sexto, con el que Bl¨¢zquez estuvo voluntarioso; los dos de Alberto Mart¨ªnez, que se desesperaba en la ¨¢rdua tarea de obligarlos a embestir por derecho, cuando los animalitos quer¨ªan hacerlo torcido. Entre largas porf¨ªas y achuchones profusos, consigui¨® Mart¨ªnez algunos muletazos de honda factura.
Pero todo habr¨ªa sido mucho m¨¢s hermoso de salir enteros los novillos. Todo habr¨ªa tenido mayor m¨¦rito de no ser por las descaradas mutilaciones de sus astas, que se produjeron ayer -y en lo que va de feria- con absoluta desverg¨¹enza. Los taurinos saben que la fiesta actual es un melonar sin amo y como para el fraude tambi¨¦n van a por todas, el d¨ªa menos pensado sacar¨¢n los toros mondos y lirondos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.