Tipo simp¨¢tico, ritmo machac¨®n
Noventa minutos escasos dur¨® el concierto de los Communards en Madrid, soportables gracias a que su cantante, Jimmy Somrnerville, es un tipo simp¨¢tico y sencillo, con un carisma especial y sin un fallo en su voz de inconfundible falsete. Por lo dem¨¢s, Communards representan el triunfo de lo intrascendente bien elaborado y defendido con una dignidad profesional que se personaliza en el pianista Richard Coles, la otra cabeza pensante del grupo.La m¨²sica que desarrolla la numerosa banda brit¨¢nica -casi una orquesta de se?oritas porque el 70% de sus componentes son mujeres- se basa en unos planteamientos sencillos, con arreglos de cierto barroquismo realizados por Richard Coles y que proporcionan los aspectos m¨¢s interesantes del concierto por desmarcarse de la ramploner¨ªa r¨ªtmica que caracteriza a sus canciones y constituye la raz¨®n principal de su ¨¦xito popular.
Concierto de Communards
Jimmy Sommerville (voz), Richard Coles (piano y saxo), June Miles-Kingston (percusi¨®n, voz), Caroline Buckley (voz), Dave Renwick (bajo y teclados), Audrey Riley (violonchelo), Joss Pook (viola), Sally Herbert (viol¨ªn), Sonia Slany (viol¨ªn) y Claire Hirst (saxo).Palacio de Deportes de la Comunidad. Madrid, 15 de marzo.
M¨²sico interesante
Las instrumentaciones de Coles para el cuarteto de cuerda que acompa?a a Communards en directo son el signo diferenciador y emuestran que detr¨¢s existe el raba o de un m¨²sico interesante. Es la aportaci¨®n m¨¢s significativa de su trabajo, y la t¨ªmbrica que proporcionan chelo, viola y violines desmarca su sonido de tros grupos que habitualmente utilizan un tr¨ªo de metales para apoyar arm¨®nicamente las caniones. Por lo dem¨¢s, los brit¨¢nios significan para el pop lo mismo que Luis Cobos para la m¨²sica cl¨¢sica: lo evidente como trampol¨ªn hac¨ªa el ¨¦xito popular las ventas masivas, y la utilizaci¨®n de elementos conocidos como punto de referencia para clitar y conseguir un objetivo: ¨¦xito comercial.Todas las canciones de los comunards parecen cortadas por el mismo patr¨®n. Inspiradas en el soul de los sesenta y su posterior transformaci¨®n en m¨²sica disco -los ¨¦xitos m¨¢s coreados por el p¨²blico fueron versiones de conocidos temas de Gloria Gaynor y Thelma Houston-, su conexi¨®n se realiza a trav¨¦s de un ritmo binario y machac¨®n para alcanzar el objetivo inmediato de impulsar el baile y la imitaci¨®n de los contoneos de Sommerville.
Un concierto de estas caracter¨ªsticas podr¨ªa convertirse en insoportable con otros int¨¦rpres, pero los Communards afrontan y superan el riesgo a base de profesionalidad. Los 10 componentes del grupo demuestran competencia como m¨²sicos y compenetraci¨®n con el planteamiento global del espect¨¢culo.
La contrastada competencia de su directo ha permitido al grupo, liderado por Jimmy Sommerville y Richard Coles incrementar considerablemente su audiencia en Espa?a, y sus conciertos, que hace s¨®lo un a?o eran casi minoritarios, se han convertido en ¨¦xitos de audiencia, como lo demuestran las 5.000 personas que acudieron en Madrid a escuchar sus canciones envueltas en un sonido poco brillante y una escenograf¨ªa correcta y austera.
Esto es lo que el p¨²blico espera y encuentra en los Communards, porque el resto de los componentes de su m¨²sica pasa casi desapercibido en Espa?a. Su ideolog¨ªa, alineada en algunos aspectos junto a los laboristas brit¨¢nicos, la defensa del movimiento gay y sus habituales participaciones en festivales organizados para llamar la atenci¨®n sobre los problemas del SIDA o recaudar fondos para los mineros, quedan diluidos ante el p¨²blico espa?ol.
Lo que permanece es la reivindicaci¨®n musical de un estilo d¨ªsco que mantiene su atractivo superficial para un p¨²blico juvenil que centra su atenci¨®n en lo m¨¢s simple, sin atender a los aspectos estrictamente musicales de un grupo que todav¨ªa mantiene cierto tipo de inquietudes que se muestran en las canciones m¨¢s alejadas de lo trivial.
Babelia
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