El Joventut fall¨® en los momentos decisivos

ENVIADO ESPECIALEl Ram Joventut perdi¨® la final de la Recopa de baloncesto por 96-89 ante el Limoges despu¨¦s de una pr¨®rroga a la que oblig¨® el empate a 86 que se?alaba el marcador tras los 40 minutos reglamentarios. El equipo badalon¨¦s lleg¨® muy forzado a los momentos decisivos, perdi¨® numerosos rebotes en defensa y se tuvo que conformar con su papel de decoroso finalista.

Eran m¨¢s, estaban mejor y se llevaron la Recopa y la gloria. Los papeles parec¨ªan asignado ya antes de que diese inicio el partido. Las competiciones no se ganan ni por la acumulaci¨®n de m¨¦ritos de un club hist¨®rico ni por sus perspectivas de futuro, que en ambas cosas supera el Joventut al Limoges. Una final trasciende a todo ello. Produce un estado de ansiedad que lleva al dramatismo y a la emotividad. El Joventut, tal vez sor prendido por la singularidad del evento, y sobre todo disminuido por la ausencia de Crespo y la manifiesta baja forma de Montero y Margall tuvo que asumir de nuevo ese papel secundario que tanto le disgusta.

Ambos equipos hab¨ªan encarado la final intentando mostrar el desafiante optimismo que utilizaba Cassius Klay antes de sus famosos combates. A ambos les resultaba insuficiente la nominaci¨®n para el ?scar, los dos necesitaban marcharse de Grenoble con la estatuilla. Fue en los momentos decisivos cuando fall¨® el Joventut. No s¨®lo en ellos porque sus primeros 15 minutos rozaron el desastre. Los franceses se llevaron los rebotes aqu¨ª y all¨¢, Justo donde estaba programado que Johnson y Meriweather hicieran prevalecer su superioridad te¨®rica sobre Ostrowski, Kea y Vestris.

Collins alzaba los pu?os de forma insolente en medio de la pista ya en el minuto 16, cuando su equipo posey¨® la m¨¢xima ventaja del partido, 43-27. Fue entonces cuando Julbe, en una de las m¨²ltiples combinaciones t¨¢cticas que utiliz¨® ayer, puso a Morales en pista junto a los dos americanos para mejorar el rebote defensivo lo que, unido al enlace de una serie de fallos estrepitosos en el lanzamiento por parte de los franceses, provoc¨® la reacci¨®n y con un parcial de 0-16 se lleg¨® al descanso con empate.

Ambos t¨¦cnicos, Julbe y G¨®mez, corrieron mentalmente tanto como sus dos equipos e introdujeron constantes cambios en los marcajes en los que Collins y Villacampa fueron los principales hombres a anular de cuantos se encargaron de dicha misi¨®n, Villacampa, y Dacoury respectivamente, ofrecieron el mejor rendimiento. Julbe y G¨®mez tambi¨¦n introdujeron en sus sistemas numerosos cambios y el Joventut hizo compartir el puesto de base a Jofresa y Montero, jug¨® en ocasiones con dos altos y tres bajos y en otras a la inversa, mientras que el Limoges puso a dos bases en pista en algunos momentos y realiz¨® numerosos cambios en su defensa.

En el segundo per¨ªodo, el Joventut tuvo la posibilidad de solventar el partido cuando a siete minutos del final alcanz¨® su m¨¢x¨ªma ventaja, 68-75. Fue cuando empez¨® la exhibici¨®n de Morales, que cuaj¨® un encuentro tras el que nunca m¨¢s se le podr¨¢ tildar de joven o inexperto. Pero justo entonces se descompuso el equipo verdinegro. El Limoges empat¨® a poco menos de cuatro minutos para el final y en esos momentos los badaloneses no encontraron la forma de asegurar los pases a los pivots y tuvieron que fiarlo todo a los tiros exteriores en posiciones poco ventajosas. Montero y Margall fallaron dos triples cada uno en esos momentos. Montero, adem¨¢s, tom¨® la responsabilidad de decidir en las ¨²ltimas jugadas, tanto de los 40 minutos como de la pr¨®rroga, pero lo hizo con excesiva precipitaci¨®n e inteligencia. En la pr¨®rroga no hubo color, un parcial de 10-3 habla por s¨ª solo y el Joventut s¨®lo pudo perforar la cesta en lanzamientos de tiros libres, faceta en la que estuvo especialmente desafortunado.