Un 'extra?o visitante

La presencia ocasional de un hombre en la antesala de los despachos que componen la comisar¨ªa produce sorpresa en el sexo contrario. "?Aqu¨ª tambi¨¦n vienen hombres?", pregunt¨® una mujer el pasado viernes. Esta presencia masculina en una oficina creada para las mujeres suele obedecer a una denuncia por malos tratos.El jueves pasado, una mujer denunci¨® a su marido por haber sido golpeada, y el hombre fue citado a declarar al d¨ªa siguiente. "Yo nunca le he puesto la mano encima", dice un hombre que ya ha declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n bajo la misma acusaci¨®n. A veces el denunciado admite haber agredido a su mujer, aunque, seg¨²n su versi¨®n, con una justificaci¨®n: "Porque me hace la vida imposible".

Los tr¨¢mites de este servicio, al igual que en otras comisar¨ªas, terminan con la declaraci¨®n del acusado y los papeles siguen su curso legal, es decir, a los juzgados de distrito o instrucci¨®n, seg¨²n la gravedad de la denuncia. En este momento, la labor de las agentes de polic¨ªa ha terminado y es el juez el que debe decidir.

Por malos tratos han acudido a la comisar¨ªa mujeres j¨®venes y mayores, casadas hace s¨®lo meses y hace muchos a?os. Un factor com¨²n entre ellas suele ser la procedencia de una clase socioecon¨®mica baja, seg¨²n han apreciado las agentes.