Exhortaci¨®n la unidad entre cat¨®licos y ortodoxos rusos en la ¨²ltima enc¨ªclica papal

Id por todo el mundo (Euntes in mundum) es el t¨ªtulo de la nueva carta apost¨®lica de Juan Pablo II hecha p¨²blica ayer en el Vaticano, y que ha sido escrita con ocasi¨®n del milenio del cristianismo en Rus y Kiev. Toda la carta es una exhortaci¨®n a la unidad y al di¨¢logo entre las dos Iglesias, hoy separadas.

A dicha carta apost¨®lica seguir¨¢, despu¨¦s de Pascua, un mensaje del Papa a los cat¨®licos de Ucrania -unos cinco millones-, que no son reconocidos ni por la Iglesia ortodoxa rusa ni por el Estado sovi¨¦tico.En la carta apost¨®lica Id por todo el mundo, el papa WojtyIa se mantiene en un clima ecum¨¦nico y conciliar. Confiesa su nostalgia (palabra que repite cuatro veces) de aquella ¨¦poca de la Iglesia en que en Rusia los cristianos eran una sola Iglesia.

El Papa afirma que ambas iglesias, la cat¨®lica y la ortodoxa, est¨¢n hoy, "m¨¢s que nunca, decididas a encontrar de nuevo la unidad perdida, a pesar, de las dificultades surgidas por malentendidos seculares, la verdadera comuni¨®n". Con ello, Juan Pablo II intenta, explicar que, m¨¢s que graves problemas teol¨®gicos, lo que mantiene a¨²n hoy divididas a las dos iglesias de Cristo es un conjunto de malentendidos, y que, por tanto, podr¨ªa ser m¨¢s f¨¢cil resolverlos.

La importancia de llegar a una unidad de fe entre ambas iglesias en Oriente no es, seg¨²n el Papa polaco, s¨®lo religiosa, sino tambi¨¦n "pol¨ªtica y econ¨®mica". Y eso porque "Europa", dice Juan Pablo II, "es cristiana en sus mismas ra¨ªces".

'Perestroika'

Hay una frase que, seg¨²n los observadores, se refiere indirectamente a la perestroika de Gorbachov. Es cuando afirma que la "plena unidad en Cristo" de dichas iglesias "ejercitar¨ªa adem¨¢s un influjo ben¨¦fico en ese proceso de distensi¨®n en el campo civil, que tantas esperanzas suscita en cuantos trabajan por la convivencia pac¨ªfica en el mundo".En toda la carta no aparece la palabra marxismo, y m¨¢s bien el Papa se coloca en la actual l¨ªnea renovadora de la Uni¨®n Sovi¨¦tica cuando afirma que: "tiene confianza en todos los esftierzos humanos a quitar de en medio todas las ocasiones de tensiones y conflictos mediante la v¨ªa pac¨ªfica del di¨¢logo paciente, de los acuerdos, de la comprensi¨®n y del respeto rec¨ªproco".

A pesar de todo, Juan Pablo Il no ha sido invitado personalmente por el patriarcado de Mosc¨² a asistir a las solemnes celebraciones, en junio pr¨®ximo, del milenio del crist¨ªanismo en Rus y Kiev. Pero, como revel¨® ayer, presentando el documento papal el cardenal holand¨¦s Johannes Willebrand, presidente del Secretariado para la Unidad de los Cristianos, el patriarcado ortodoxo de Mosc¨² ha pedido ya -por ahora oralmente, pero se espera tambi¨¦n la carta- que la Santa Sede env¨ªe una. delegaci¨®n propia, que ser¨¢ el Papa mismo quien la nombrar¨¢.

El cardenal puntualiz¨® que, adem¨¢s, es l¨®gico que el Papa, aun en caso de que pudiera ir -a visitar a los cat¨®licos, desparramados en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, no lo hiciera ahora, dando a entender que dicho viaje podr¨ªa acabar siendo m¨¢s bien objeto de tensi¨®n que de unidad y de paz.