F¨¦lix Cabez

F¨¦lix Cabez, de 27 a?os, sospecha que su apellido era originalmente Cabez¨®n y que sus antepasados le fueron suprimiendo letras. Es un chiste que define su sentido del humor, similar al de las comedias de situaciones, el g¨¦nero que m¨¢s le interesa. Cabez lleva desde los 20 a?os obsesionado con lo audiovisual y con lo c¨®mico, y fruto de ello son dos cortometrajes, su trabajo como escritor para televisi¨®n -fue coguionista en el Ah¨ª te quiero ver, de Rosa Mar¨ªa Sard¨¢- y Loco veneno, un gui¨®n sobre yogures y amores que el cineasta Miguel Hermoso comenz¨® a rodar el jueves pasado en Madrid.

F¨¦lix Cabez podr¨ªa ser un ejemplo de que las f¨®rmulas imaginativas lo pueden casi todo. Hace seis a?os estaba preparando su segundo cortometraje, y sobre el papel aparec¨ªa la lujosa antesala de un hotel, con plantas ex¨®ticas y orquesta amenizando. El problema era el dinero, y lo resolvi¨® haci¨¦ndoles fotos a los actores y recort¨¢ndolas sobre unos fondos dibujados en plan Waldorf Astoria.Se titul¨® Mujer esperando en un hotel, recibi¨® el premio del Festival de Bilbao y fue exhibido durante un a?o en los cines madrile?os Alphaville. A Cabez, un portero de estos locales le dijo lo mejor que ha o¨ªdo sobre su trabajo: que mucha gente iba a ver la pel¨ªcula y le ped¨ªa permiso para quedarse al inicio de la siguiente sesi¨®n s¨®lo por ver de nuevo el corto.

Nacido en Madrid, muchos miembros de su familia han trabajado o trabajan en la Telef¨®nica. ?l no quiso continuar la saga, estudi¨® imagen en la universidad Complutense de Madrid, y, como encontraba las materias demasiado te¨®ricas, trabaj¨® como ayudante de montaje y en otras ocupaciones, muchas veces sin cobrar, en los estudios Cinearte de Madrid. All¨ª estuvo tres a?os y aprendi¨®.

Todav¨ªa en la facultad, pudo escribir su primer gui¨®n. Fue le¨ªdo por un entusiasmado profesor, Juan Antonio Porto, con quien est¨¢ colaborando en una serie c¨®mica que el magnate de la televisi¨®n italiana Silvio Berlusconi proyecta para Espa?a. Tambi¨¦n trabaja ahora, junto a Juanjo Garc¨ªa, en unos programas para la televisi¨®n canaria protagonizados por el humorista Manolo Vieria.

En persona, Cabez no es el t¨ªpico que cuenta chistes para que la concurrencia se convulsione. S¨®lo se aprecia su capacidad para observar situaciones, a veces extremas, y hacerlas girar sobre el eje del sarcasmo o la simpat¨ªa. En el gui¨®n de Loco veneno, una ejecutiva de una empresa de yogures, metida en materias tan sesudas como si se deben o no a?adir cromos a los envases, se ve envuelta en una pasi¨®n. En medio, alguien hace chantaje industrial diciendo que ha envenenado los yogures. Hace tiempo, Cabez ley¨® que en un supermercado localizaron a un individuo que inyectaba veneno a los caramelos de fresa.

"Lo dificil y lo maravilloso de una comedia", dice, "es que el espectador se pregunte: pero ?de qu¨¦ me estoy riendo?, y piense que se est¨¢ riendo de un desgraciado, por ejemplo, y concluya que aquello es algo tremendo". Cabez, que se considera optimista, cree que hasta "los malos rollos" de la vida pueden convertirse en algo estimulante, y lo ¨²nico que le preocupa es que, socialmente, "nos estamos acostumbrando a ver pasar cosas horripilantes, como el racismo, sin reparar en ellas". Admira a Alfred Hitchcock y el cine americano.