Cuotas

No llevo la cuenta de los muchos art¨ªculos escritos sobre la decisi¨®n socialista de establecer una cuota de participaci¨®n pol¨ªtica para la mujer del 25%. Pero s¨ª s¨¦ que, de los le¨ªdos por m¨ª, casi ninguno trata el tema con la objetividad y, sobre todo, con la seriedad que requiere; es m¨¢s, dichos textos suelen hablar de todo menos del 25%. en concreto. Son, generalmente, m¨ªtines feministas y, en algunos casos aislados, verdaderos alegatos contra el hombre, que se dedican a detallarnos antiguas barbaridades que ¨¦ste hizo a la mujer, como queriendo perpetuar la enemistad hist¨®rica entre ambos sexos.

?Qu¨¦ horror, qu¨¦ horror, y qu¨¦ tendr¨¢ que ver la quema de brujas con el 25%!

No, no se debe utilizar esta cuota como pretexto para atacar la prepotencia del hombre. Hay que analizar esta propuesta del PSOE sin rencores at¨¢vicos ni actuales para darnos cuenta de sus fallos: es un porcentaje arbitrario e incluso falto de toda l¨®gica matem¨¢tica. Vamos a ver, ?por qu¨¦ el 25%. y no el 50% o el 30%? ?Por qu¨¦, si nos atenemos a la demograf¨ªa y a la supuesta igualdad constitucional, no habr¨ªa de ser -el 60%?

No se puede calcular ning¨²n porcentaje respecto a la participaci¨®n pol¨ªtica tanto de hombres como de mujeres; por ejemplo, y actuando en calidad de abogada del diablo, me pregunto: ?qu¨¦ hacemos si resulta que no hay un 25%. de mujeres que est¨¦n capa citadas para ocupar los corres pondientes esca?os? ?Deben es tarpresentes en el Congreso por que as¨ª lo instituya una orden absurda?

Pues claro que no; a la pol¨ªtica deben acceder personas -tanto hombres como mujeres- cualificadas que sean capaces de resolver los problemas que tiene el pueblo espa?ol. Y ya est¨¢. Y da igual que haya m¨¢s mujeres que hombres en el Gobierno o viceversa.

La pena es que muchos se?ores ineptos ocupen cargos pol¨ªticos importantes y encima no se les aplique la dichosa cuota. ?sa s¨ª que es una verdadera y flagrante injusticia.