Paulina Ferrer Garrof¨¦

Paulina Ferrer es la primera mujer en formar parte de una capilla musical. Tradicionales de la Semana Santa de Sevilla, las capillas musicales son una reducida formaci¨®n de m¨²sicos que marchan precediendo los pasos de las cofrad¨ªas consideradas severas. Para Paulina, que no se atreve a definir la Semana Santa sevillana -"?cualquiera se atreve!"-, hay dos ambientes distintos en los desfiles procesionales: "Uno austero, de silencio y recogimiento, y otro de car¨¢cter m¨¢s festivo, con banda de m¨²sica y todo eso".

Licenciada en arte, fagot de la Orquesta B¨¦tica Filarm¨®nica, Paulina Ferrer descubri¨® la Semana Santa de Sevilla en Barcelona, "viendo las fotos del Cristo Nazareno y de la Virgen de la Estrella que colgaban de las paredes en casa de mis padres". Andaluza nacida en Barcelona -"pese a este acento que no se me quita"-, lleg¨® a Sevilla con siete a?os. "Semanasantera y no capillita", hoy ve la Semana Santa como "un c¨²mulo de vivencias que cada a?o se renuevan, surgiendo otras nuevas. La ciudad se transforma. Y para el que conoce Sevilla y la ha mamado, esto se presiente durante todo el a?o".Estos d¨ªas vive a tope. Va a conjugar su Semana Santa con su otra gran pasi¨®n, la m¨²sica. Hace cinco a?os fue la primera mujer en formar parte de una capilla musical, en el Santo Entierro de C¨¢diz. Despu¨¦s sali¨® en otras ciudades: "En La Veracruz de Jerez, que no ten¨ªa m¨²sica propia y se la compuse; en el Silencio, de Carmona, etc¨¦tera". Pero hasta este a?o no ha podido desfilar en Sevilla, "nada menos que en la Quinta Angustia y en una de las dos capililas del Silencio".

Precisamente una de las capillas del Silencio (¨²nica hermandad que tiene dos) es la m¨¢s antigua de todas, modelo de las dem¨¢s. La madrugada del Viernes Santo, cuando los sevillanos escuchan, procedentes de alguna calle vecina, las coplas que interpreta la capilla de Nuestro Padre Jes¨²s Nazareno, cuchichean: "Ah¨ª vienen los pitos del Silencio".

La composici¨®n de las capillas es variable. "Generalmente constan de tres instrumentos, oboe, clarinete y fagot. Pero lo auit¨¦ntico es dos oboes y un fagot". La capilla de la Quinta Angustia lleva hombres cantantes y tres instrumentos, mientras que la de la Hermandad del Valle est¨¢ integrada por ni?os cantores y cuatro instrumentos.

El origen de las coplas, "que popularmente se denominan saetas, aunque no tienen ninguna relaci¨®n con las que se cantan desde los balcones", no se conoce. Paco Senra ha descubierto en el archivo de la Hermandad del Silencio partituras de coplas que parece que datan del siglo XVIII. "Pero hay grabados del siglo XVII en los que aparecen sacabuches, cornetos y bajones (fagotes) acompa?ando las procesiones. Es posible que fuesen capillas". "Yo sospecho", comenta t¨ªmidamente Paulina Ferrer, "que ya en la baja Edad Media exist¨ªan capillas musicales". La m¨²sica de las coplas es de armon¨ªa muy simple. "Son piezas muy cortas, que rara vez duran m¨¢s de 15 compases, pero me encantan".

De las condiciones que requiere un m¨²sico para formar parte de una capilla musical, Paulina se?ala sin dudarlo la de "saber estar". "La capilla forma parte de un fen¨®meno de caracter¨ªsticas muy especiales, que posee una profunda carga simb¨®lica y espiritual".