Washington conf¨ªa en un "r¨¢pido progreso" en las negociaciones de Ginebra

Estados Unidos recibi¨® ayer con "gran inter¨¦s" las noticias del acuerdo alcanzado por Gorbachov para concluir el conflicto de Afganist¨¢n y confi¨® en un "r¨¢pido progreso" en las negociaciones de Ginebra, que le permitir¨ªa a Washington firmar, como garante, la paz en ese pa¨ªs. El Departamento de Estado precis¨®, sin embargo, que a¨²n no ha recibido respuesta a la ¨²ltima propuesta de EE UU que dejar¨ªa a Washington seguir armando a la guerrilla afgana mientras Mosc¨² contin¨²a su apoyo a Kabul, despu¨¦s del inicio de la retirada de las tropas sovi¨¦ticas.Esta respuesta la esperamos "pronto" y hasta entonces reservaremos nuestro juicio sobre lo conclu¨ªdo en Thashkent entre Gorbachov y el dirigente afgano Najibul¨¢. Pero la sensaci¨®n aqu¨ª es que un final satisfactorio para Reagan y Gorbachov est¨¢ cercano. La desaparici¨®n del mayor contencioso regional entre las dos superpotencias, antes de la llegada de Reagan a Mosc¨², a finales de mayo, supone un est¨ªmulo para que la cumbre del presidente y Gorbachov se traduzca en resultados concretos en materia de reducci¨®n de armamentos.

Afganist¨¢n y Pakist¨¢n est¨¢n a punto de llegar a un acuerdo en Ginebra, en el que las dos superpotencias firmar¨¢n como garantes. Al mismo tiempo, ¨¦stas ultiman la nueva propuesta norteamericana en la que Washington ha buscado una f¨®rmula que permita continuar la ayuda a ambos bandos, "con un equilibrio y obligaciones rec¨ªprocas", que cesarla si una de las partes deja de hacerlo.

En la recta final de las negociaciones, Reagan introdujo la exigencia de una "simetr¨ªa" en la ayuda, por la que la retirada sovi¨¦tica significar¨ªa autom¨¢ticamente el fin del rearme norteamericano de la guerrilla anticomunista afgana y el cese de la ayuda sovi¨¦tica al Gobierno de Kabul. El rechazo de Mosc¨² fue rotundo. As¨ª, el presidente respond¨ªa a las presiones de los sectores m¨¢s conservadores, que entend¨ªan que Reagan dejar¨ªa en la cuneta a los guerrilleros afganos, a cambio de un acuerdo de salida de los sovi¨¦ticos, iniciada antes de la cumbre de Mosc¨². Ahora, los diplom¨¢ticos estadounidenses han abandonado esta idea, bautizada como simetr¨ªa negativa para pasar a la simetr¨ªa positiva, que permitir¨ªa una moratoria de la situaci¨®n actual.

Ampliar relaciones

Fue la decisi¨®n de Breznev, en diciembre de 1979, de entrar en Afganist¨¢n lo que provoc¨® el fin de una etapa de distensi¨®n entre las dos superpotencias, obligando a Jimmy Carter a reconsiderar las relaciones con la URSS y al Senado a no ratificar el tratado SALT 2. Pero ahora la mejor¨ªa de las relaciones entre los dos pa¨ªses es evidente, como qued¨® reflejada ayer en el anuncio de que Reagan ha dado la luz verde a planes para ampliar las relaciones comerciales con la URSS, haciendo caso omiso a las reservas de los halcones que se opon¨ªan a fortalecer la econom¨ªa del principal adversario de este pa¨ªs.