Nobleza obliga
131 t¨ªtulos de la aristocracia han sido rehabilitados en los ¨²ltimos diez a?os en Espada
Nobleza se les supone a las 2.110 personas que ostentan los 2.682 t¨ªtulos que pueblan los registros del Reino. Sin prerrogativas ni grav¨¢menes por su condici¨®n, la fina estampa de los nobles de hoy d¨ªa estriba en que son los primeros en percatarse de que un t¨ªtulo, en la pr¨¢ctica, para bien poco sirve. Sin embargo, los rumores que han venido apuntando a Carmen Cervera como posible duquesa y el auge de las rehabilitaciones de t¨ªtulos vacantes hacen suponer que pertenecer a la aristocracia a¨²n se cotiza. Desde la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n en 1978, 131 t¨ªtulos han sido rehabilitados. A la lista se suman 13 de nueva creaci¨®n.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s de ser proclamado Rey, don Juan Carlos Conced¨ªa los t¨ªtulos de se?ora de Meir¨¢s y de duquesa de Franco -con grandeza de Espa?a ambos- a la viuda e hija del anterior jefe del Estado, respectivamente. En 1976, Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno, se convert¨ªa en marqu¨¦s. Y en 1977, tres presidentes de las Cortes acced¨ªan a la nobleza: Antonio Iturmendi (conde a t¨ªtulo p¨®stumo), Alejandro Rodr¨ªguez de Valc¨¢rcel (conde tambi¨¦n a t¨ªtulo p¨®stumo) y Torcuato Fern¨¢ndez Miranda (duque con grandeza de Espa?a).Una vez aprobada la Constituci¨®n, los primeros t¨ªtulos fueron el condado de Villacieros y el ducado de Su¨¢rez. El titular de este ¨²ltimo, Adolfa Su¨¢rez, alargaba as¨ª la lista de jefes del poder ejecutivo que han recibido mercedes ducales: Godoy, Espartero, Narv¨¢ez,O'Donnell, Maura, Canalejas, Dato y Carrero Blanco, entre otros.
Se nombraron a partir de 1981 cinco nuevos marquesados: de Bradom¨ªn, para el hijo del escritor Valle-Incl¨¢n; de Salobre?a, para el guitarrista Andr¨¦s Segovia (concedidos ambos el 24 de junio de 198 l); de Dal¨ª de P¨²bol, para el pintor Salvador Dal¨ª; de Tarradellas, para el ex presidente de la Generalitat Josep Tarradellas, y de Mara?¨®n, para el hijo de Gregorio Mara?¨®n, con motivo del centenario del nacimiento del insigne doctor. Aparte de estos 13 t¨ªtulos, don Juan Carlos ha otorgado la grandeza de Espa?a al marquesado de Valenzuela y el ducado de. Soria -t¨ªtulo de la Casa Real-, con car¨¢cter vitalicio, a su hermana Margarita de Borb¨®n.
La concesi¨®n de nuevos t¨ªtulos es gracia del Rey a propuesta del Gobierno o del Ministerio de Justicia. La sucesi¨®n -siempre con primac¨ªa del primer var¨®n nacido- debe solicitarse en un plazo m¨¢ximo de tres a?os contados desde el fallecimiento del ¨²ltimo poseedor legal. De no ser as¨ª, el t¨ªtulo caduca. Esa caducidad s¨®lo puede ser levantada mediante rehabilitaci¨®n, cuya solicitud ha de hacerse por instancia dirigida al Rey y presentada en el Registro General del Ministerio de Justicia, debidamente acompa?ada del ¨¢rbol gencal¨®gico.
Tres ex¨¢menes
El expediente pidiendo la rehabilitaci¨®n est¨¢ sometido a examen de la Diputaci¨®n Permanente de la Grandeza de Espa?a -instituci¨®n creada apor Fernando VII en 1814-, del Ministerio de Justicia y del Consejo de Estado. Queda, por ¨²ltimo, puesto a despacho del Rey. De esta forma han sido recuperados en los ¨²ltimos diez a?os 131 t¨ªtulos nobiliarios. Otros 60 se encuentran ahora en la primera fase del proceso, en la Diputaci¨®n de la Grandeza. Fuentes de este organismo se?alan c¨®mo la nobleza vivi¨® tiempos dif¨ªciles con Franco, a pesar de que dos centenares de personas con t¨ªtulos murieron durante la guerra civil en las filas nacionales. La contrapartida fue que, aunque el anterior jefe del Estado se arrog¨® en 1948 la prerrogativa de conceder, rehabilitar y transmitir las grandezas y t¨ªtulos del Reino y cre¨® 39 nobles (a Ram¨®n y Cajal lo nombr¨® marqu¨¦s, por ejemplo), fueron muchos los condes, marqueses, duques y se?ores que no le reconocieron tal potestad. La creaci¨®n de ciertos t¨ªtulos fue especialmente criticada, como la del condado de Fenosa (Fuerzas El¨¦ctricas del Noro-este, S. A.) -t¨ªtulo ahora. vacante- concedido a Pedro Barri¨¦ de la Maza.
Con la vuelta de la Monarqu¨ªa, la recuperaci¨®n de los t¨ªtulos perdidos ha experimentado un importante auge. Jos¨¦ Luis G¨®mez-Degano, que poco tiene que ver con la imagen de frivolidades y lujos con que se suele emparentar a la aristocracia, ha sido uno de los ¨²ltimos en oficializar su cuna. Rehabilit¨® hace seis a?os el t¨ªtulo que le pertenec¨ªa como conde de Coria, una concesi¨®n hecha por el rey Enrique IV de Castilla en 1469. Trabaja como letrado del Estado en la Audiencia Nacional y asume la nobleza simplemente por honrar la labor de un antepasado suyo.
El propio Nicol¨¢s Salmer¨¢n, ministro de Gracia y Justicia du rante la I Rep¨²blica, reconoc¨ªa en el decreto de supresi¨®n de t¨ªtulos (aunque permitiendo hacer uso privado de ellos) los servicios que el pueblo espa?ol deb¨ªa a la nobleza: "... por su bravura en los campos, por su prudencia en los consejos, por su humanidad con los inferiores. Ninguna realiz¨® tan portentosas haza?as, ninguna escribi¨® m¨¢s sabias leyes, ninguna acredit¨® tantos m¨¦ritos, haciendo de nuestra Espa?a un pueblo de caballeros". Un texto m¨¢s pr¨®ximo, una sentencia del Tribunal Constitucional del 24 de mayo de 1982, acota lanobleza como "una preeminencia o prerrogativa de honor", negando su car¨¢cter patrimonial o la definici¨®n de una determinada
Ducado de Canalejas
Asunci¨®n Canalejas, de 80 a?os, hija del presidente asesinado en la madrile?a Puerta del Sol, es duquesa de Canalejas, t¨ªtulo con grandeza de Espa?a que se concedi¨® de forma p¨®stuma y al que don Juan Carlos le ha dado el rango de perpetuidad, cosa a la que Franco no accedi¨®. "A todos los miembros de la familia nos hace ilusi¨®n", cuenta, "porque es algo que le dieron a mi padre como premio a la labor que desempe?¨®". Al responder sobre las consecuencias pr¨¢cticas de ser noble, se remite a los tiempos en que disfrutaban de pasaporte diplom¨¢tico, deferencia heredada de siglos pasados y anulada hace varios a?os.
Frente a lo reciente del ducado de Canalejas, la baron¨ªa de Illueca, concedida en 1250 por Jaime I el Conquistador, es de las m¨¢s antiguas. El actual titular, Tom¨¢s Mart¨ª?ez y Bordi¨², de 58 a?os, es ingeniero de minas, y considera que ser noble es "una forma de estar en la vida como otra cualquiera". Cataloga de igual forma t¨ªtulos que premios, que medallas meritorias. "El t¨ªtulo lo rehabilitaron mis padres por orgullo del apellido, orgullo de llevar algo que ennobleci¨® a mis antepasados", a?ade.
Seg¨²n el protocolo, todos ellos tendr¨ªan que ceder el paso a la duquesa de Alba y a la duquesa de Medinaceli, que, con 43 y 39 t¨ªtulos, respectivamente, constituyen la nobleza espa?ola m¨¢s linajuda.
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