Actualidad y futuro del sector agropecuario
El sector agropecuario espa?ol est¨¢ muy crispado en estas ¨²ltimas semanas y ello est¨¢ llevando a manifestaciones en la frontera hispano-francesa y en algunos centros de producci¨®n caracter¨ªsticos. Si a ello unimos, adem¨¢s, que unas suspensiones de pagos han venido acompa?adas incluso de agresiones de ganaderos a directivos de determinados mataderos, nos percatamos de que los desajustes que empezaron con el ingreso de Espa?a en la Comunidad y la subsiguiente adopci¨®n de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n han llegado a su punto culminante.La cuesti¨®n se nos presenta actualmente bajo el prisma del desajuste coyuntural, con cruce de acusaciones rec¨ªprocas entre el Ministerio de Agricultura y los sectores agropecuarios que se basan,. en gran parte, en ideas y en b¨²squeda de soluciones que si gustan a unos desagradan a otros en raz¨®n del car¨¢cter de los problemas en presencia.
Explicada en unas pocas l¨ªneas, la cuesti¨®n es que, aunque decreciente, la importaci¨®n de carnes vivas y carnes en canal de origen comunitario se ha disparado, connotando una situaci¨®n muy distinta a la que era habitual en otras etapas anteriores, en las que -todo lo m¨¢s- hab¨ªa existido una cierta tradici¨®n de compra de carnes congeladas a Argentina.
Tal disparo se ha visto estimulado por el principio de unidad de mercado que rige -m¨¢s o menos- en la Comunidad Europea y por el hecho de que las organizaciones agropecuarias de algunos pa¨ªses comunitarios tienen una agresividad exportadora m¨¢s que notable, que se manifiesta en la puesta en com¨²n de medios t¨¦cnicos y materiales para aprovechar cualquier posibilidad que se presente para exportar a otro pa¨ªs que en un momento determinado pueda consumir parte de los excedentes c¨¢rnicos que varios de los pa¨ªses comunitarios est¨¢n produciendo.
Esta agresividad les ha hecho ver que el mercado espa?ol tendr¨ªa posibilidades una vez que Espa?a entrara en la Comunidad y una vez se empezaran a encarecer los costes de producci¨®n de la ganader¨ªa intensiva espa?ola como consecuencia de las dificultades de importaci¨®n para el ma¨ªz americano y argentino que la adopci¨®n de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n iba a suponer.
Lo que ha sucedido efectivamente en estos dos ¨²ltimos a?os en Espa?a -desde que empezaran- a ser efectivos los t¨¦rminos de la adhesi¨®n a la CE, el 1 de marzo de 1986- les ha dado la raz¨®n.
Los culpables
La Lonja de Cereales de Barcelona detect¨® desde los primeros momentos de la adhesi¨®n un encarecimiento notable del ma¨ªz, lo que constituy¨® el tel¨®n de fondo de una discusi¨®n sobre qui¨¦n ten¨ªa la culpa de ello, sobre si los t¨¦rminos de la incorporaci¨®n de Espa?a a la CE hab¨ªan resultado afortunados o no en este sector o sobre si los fabricantes de piensos ten¨ªan o no la capacidad de respuesta y adaptaci¨®n necesaria para recomponer la estructura de sus piensos de acuerdo con las nuevas reglas de precios y suministros que pasaba a suponer la proteccionista pol¨ªtica agraria de la Comunidad Europea.
Si bien se estaba asistiendo a un aumento importante de la producci¨®n de ma¨ªz y cebada nacional que hac¨ªa que las importaciones norteamericanas no fueran tan necesarias como lo hab¨ªan sido durante los a?os transcurridos desde el ya lejano 1962, cuando el Banco Mundial diera instrucciones en favor del desarrollo ganadero intensivo nacional de acuerdo con lo que ya el profesor Flores de Lemus hab¨ªa anunciado como direcci¨®n fundamental de la agricultura espa?ola all¨¢ por los a?os veinte, lo cierto es que Estados Unidos achac¨® a la adopci¨®n de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n por parte de Espa?a la p¨¦rdida de ventas en el mercado espa?ol, y un pacto transitorio para que se reanudara el abastecimiento de ma¨ªz americano al mercado espa?ol con menores barreras que las normales establecidas por la Comunidad fue adoptado.
A partir de aqu¨ª, sin embargo, la discusi¨®n nacional entre el Ministerio de Agricultura -que ha venido estimando que la producci¨®n nacional de cereales-carne era suficiente con el solo aditamento de algunas importaciones comunitarias y de, en todo caso, algunos productos no comunitarios- y los fabricantes de piensos, que han seguido afirmando que era necesario traer hacia Espa?a el ma¨ªz americano consentido por la Comunidad, ha dado lugar a una situaci¨®n de estira y afloja en la que el ministerio ha tratado que Bruselas comunitarizara las importaciones pactadas con los norteamericanos para que las mismas no perjudicaran a los agricultores nacionales y en la que los fabricantes agropecuarios no se han espabilado quiz¨¢ suficientemente para rehacer la composici¨®n de sus piensos atendiendo a las nuevas circunstancias impuestas por la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n.
No se trata aqu¨ª y ahora, ciertamente, de decir qui¨¦n tiene raz¨®n en esta discusi¨®n, pero lo cierto es que los costes de producci¨®n de carne porcina, aves y huevos se han disparado al alza, mientras que los precios al mayor han bajado como consecuencia de la situaci¨®n de la demanda y del impacto que las importaciones han ejercido en los precios.
Fuertes p¨¦rdidas
Los sectores afectados ponen de relieve en sus an¨¢lisis que con todo ello est¨¢n sufriendo p¨¦rdidas unitarias fuertes -por ser superior sus precios de producci¨®n que los de comercializaci¨®n- y que todo ello va a conducir a la desaparici¨®n de una parte importante de la producci¨®n agropecuaria nacional en breve plazo.
Y los sectores, adem¨¢s, exigen en sus acciones reivindicativas que el Ministerio de Agricultura exija a la Comunidad que se autorice a Espa?a a adoptar cl¨¢usulas de salvaguardia y que, al mismo tiempo, se aceleren las importaciones de ma¨ªz americano pendientes y se dejen de exportar lotes de cebada que Senpa ten¨ªa almacenados.
Todos los planteamientos que hasta aqu¨ª se presentan reviste un car¨¢cter coyuntural. El freno a las importaciones de carne, la aceleraci¨®n de las importaci¨®n de ma¨ªz pendientes y el freno a las exportaciones de cebada revisten, ciertamente, este car¨¢cter. M¨¢s estructural es, por descontado, la petici¨®n tambi¨¦n formulada estos d¨ªas de que el Gobierno espa?ol presione en Bruselas para que se declare zona exenta de peste porcina a la mayor¨ªa del territorio nacional.
Pero lo que se est¨¢ echando de menos en estos momentos es un debate en profundidad sobre el futuro del sector agropecuario, y especialmente de la ganader¨ªa intensiva, a la luz de los nuevos condicionantes de mercado que va a s poner la adopci¨®n total e ¨ªntegro de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n vez desaparezcan las medidas transitorias previstas en el acta de adhesi¨®n de ingreso de Espa?a en la Comunidad y una vez desaparezcan las posibilidades de importaci¨®n de ma¨ªz americano pactadas entre Estados Unidos y la Comunidad en el marco de las compensaciones GATT para paliar el impacto de la tercera ampliaci¨®n de la Comunidad.
La experiencia sobre la penetraci¨®n de productos comunitarios que el Reino Unido ha sufrido desde que se incorpor¨® al Club de Bruselas (hoy d¨ªa compra m del 30% de su consumo al res de pa¨ªses comunitarios) o las dificultades que el sector agropecuario italiano y griego han padecido y padecen son, en este sentido experiencias a considerar en bien entendido que ser¨ªa absurdo hacerse falsas ilusiones respecto a las perspectivas del sector agropecuario espa?ol una v Espa?a adopte en su integridad el acervo comunitario al finalizar los per¨ªodos de transici¨®n en su d¨ªa establecidos para evitar ciertos traumas que en este sector, pese a todo, se han presentado.
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