Exteriores reconoce que deber¨ªa haberse negado el visado al boxeador surafricano Witchel
El boxeador surafricano Brian Mitchell, que disput¨® su t¨ªtulo mundial de los pesos superplumas la noche del martes en Madrid, lleg¨® a esta ciudad con un visado de turista expedido por la Embajada de Espa?a en Pretoria. El Ministerio de Asuntos Exteriores no ten¨ªa conocimiento ayer de las condiciones de su emisi¨®n. Un portavoz ministerial se?al¨®: "Seg¨²n las normas consulares, no deber¨ªamos haberlo concedido". Espa?a no es miembro firmante de las convenciones aprobadas por la ONU sobre el apartaheid, pero Exteriores desconoc¨ªa que en 1978 se hubiera votado favorablemente una declaraci¨®n internacional referida al deporte.
El mismo portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores lament¨® que no se le hubiese informado por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) de la celebraci¨®n de un acontecimiento de gran repercusi¨®n, pero reconoci¨® que no hubo negligencia, dada la ambig¨¹edad en la normativa sobre relaciones deportivas con Sur¨¢frica. El CSD, seg¨²n su presidente, y secretario de Estado para el Deporte, Javier G¨®mez Navarro, considera que ha cumplido las normas.Actualmente, Exteriores, al no ser miembro Espa?a de ninguna convenci¨®n contra el apartheid, tiene una normativa interna, que emana de la posici¨®n espa?ola contra el racismo. No se conceden visados, seg¨²n la misma, a los titulares de pasaportes que pretendan representar a Sur¨¢frica como pa¨ªs. En deporte, concretamente, se deniega en los casos de participaci¨®n de equipos y a deportistas individuales que quieran hacerlo con himnos y banderas. Recientemente, no se cursaron visados a jugadores surafricanos de rugby que quer¨ªan competir en Espa?a.
El CSD recibi¨® una circular en este sentido, con fecha 27 de noviembre, de la secretar¨ªa general t¨¦cnica del ministerio de Asuntos Exteriores. La curs¨® a las distintas federaciones, incluida la de boxeo, el 7 de diciembre. Seg¨²n su texto, se permite la actuaci¨®n de deportistas a t¨ªtulo individual exclusivamente, sin himnos ni banderas.
El CSD se escuda en que Mitchell declar¨®, precisamente antes de la pelea del martes, que ven¨ªa a t¨ªtulo individual y que no habr¨ªa himno ni bandera. Mitchell dijo que no boxeaba en su pa¨ªs, que est¨¢ en contra del apartheid (como tambi¨¦n afirm¨® el organizador, Enrique Soria) y que gracias a su apoyo pueden pelear en el mundo otros boxeadores negros surafricanos. Uno de ellos, Aladin Stevens, intervino en la misma velada del martes. Sin embargo, Mitchell fue presentado, obviamente, como boxeador y campe¨®n mundial de Sur¨¢frica, pa¨ªs del que procede. Y los locutores que transmitieron el combate se refirieron a ¨¦l, cuando alz¨® los brazos tras su victoria, con la que reten¨ªa el t¨ªtulo, como surafricano.
Ambig¨¹edad
Un portavoz de Exteriores, sin dudar del estricto cumplimiento de las normas, lament¨® que el CSD no hubiese informado de la repercusi¨®n de un acontecimiento en el que se disputaba un t¨ªtulo mundial y era televisado en directo. Tras esta experiencia, el portavoz reconoci¨® la ambig¨¹edad de una normativa que sigue la l¨ªnea de los pa¨ªses occidentales, pero que queda al desnudo cuando un deportista surafricano triunfa. Mientras en golf o en tenis es m¨¢s dificil al haber muchos participantes, y su presencia pasa la mayor¨ªa de las veces inadvertida, en boxeo, con s¨®lo dos p¨²giles, resulta obligada la publicidad de Sur¨¢frica.Espa?a no ha firmado, seg¨²n Exteriores, la Convenci¨®n Internacional sobre la Represi¨®n y el Castigo del Crimen de Apartheid, ni la reciente, de 1987, contra el Apartheid en los Deportes, y por ello se ha abstenido habitualmente en la votaci¨®n de las distintas resoluciones. Pero el portavoz desconoc¨ªa el voto favorable de Espa?a a la Declaraci¨®n Internacional contra el Apartheid en los Deportes, aprobada por la Asamblea General de la ONU en mayo de 1978. Su art¨ªculo 7 dice: "Los Estados denegar¨¢n los visados, el ingreso al pa¨ªs, o ambas cosas, a representantes de organismos deportivos, miembros de equipos o deportistas individuales de cualquier pa¨ªs que practique el apartheid".
El entonces ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja (UCD), envi¨® una carta al ministro de Cultura, P¨ªo Cabanillas, en la que tras resunk le la prohibici¨®n citada y otras parecidas, conclu¨ªa: "Te agradecer¨ªa dieras las instrucciones oportunas al CSD para el estricto cumplimiento de estas obligaciones". Desde entonces, multitud de deportistas surafricanos han pasado por Espa?a, incluso con banderas de conveniencia, como tambi¨¦n otros espa?oles han competido en Sur¨¢frica.
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