Cantautores sincopados

Apenas 150 personas se dieron cita en la sala Universal para ver lo que era, a priori, un concierto interesante: la presentaci¨®n en nuestro pa¨ªs del duo tejano Timbuk 3, una curiosa formaci¨®n que graba sus discos y act¨²a en directo con la sola compa?¨ªa de un caja de ritmo y un magnetof¨®n con el bajo grabado."En la mayor¨ªa de grupos de rock los m¨²sicos no utilizan ni un 50% de su capacidad, al verse apoyados por el resto de la banda. Nosotros, al ser s¨®lo dos, siempre funcionamos al 100%", comentaba Pat McDonald a este peri¨®dico, en un intento por justificar la utilizaci¨®n de sonidos pregrabados.

Y son, efectivamente, muy diferentes al resto de bandas norteamericanas, pero ni mucho menos mejores. En un peque?o pub quiz¨¢s su m¨²sica se convierta en algo m¨¢s familiar e intimista, pero en una gran sala los defectos y carencias se hacen m¨¢s acusados. El mon¨®tono fondo musical utilizado como base crea ¨²nicamente desasosiego, algo triste teniendo en cuenta que la sola palabra puede adoptar un valor r¨ªtmico propio, adecuadamente sincopado, con el que participar tanto en la frase hablada como en la expresi¨®n cantada.

As¨ª las cosas, los mejores momentos tuvieron lugar cuando las m¨¢quinas callaban, dejando paso a unas c¨¢lidas guitarras y a la voz de B¨¢rbara K. Entonces las canciones se dejaban apreciar, recordando las inevitables ra¨ªces de cualquier m¨²sico de rock formado en Texas: country y blues. L¨¢stima de bater¨ªa ac¨²stica.

Su repertorio en directo se basa, l¨®gicamente, en las canciones de sus dos ¨²nicos elep¨¦s, en los que hacen gala de una seria conciencia pol¨ªtica y social. As¨ª, abordan sin recato temas como el de la energ¨ªa nuclear y el racismo, mucho m¨¢s f¨¢ciles de apreciar en disco, donde no han de luchar contra el torbellino sonoro que les acompa?a en vivo. Demasiado volumen para tan poco p¨²blico.