Marco Polo Gonz¨¢lez M¨¢rquez
La 'diplomacia del avi¨®n' del jefe del Gobierno va tocando a su fin
?Pura evasi¨®n de los problemas internos o deseo de potenciar la imagen exterior de Espa?a? Los cr¨ªticos de Felipe Gonz¨¢lez aseguran que carga su agenda de viajes, hasta el punto de que las relaciones diplom¨¢ticas constituyen hoy la principal actividad de la Moncloa, porque viajando se libera de los conflictos en casa. Sus defensores argumentan que el jefe del Gobierno espa?ol tiene excelente prensa en buena parte del mundo y hay que aprovecharlo si se desea que Espa?a cuente en el concierto internacional.
Solamente en el ¨²ltimo mes, Gonz¨¢lez visit¨® Costa Rica, Noruega, Berl¨ªn y, esta misma semana, Estados Unidos, donde dio una conferencia en la universidad de Harvard. Cada uno de estos desplazamientos encontr¨® encarnizados adversarios que denunciaban falta de contenido en las visitas "oficiales", "oficiosas", "de trabajo" o "privadas", y ardientes partidarios que proclaman la necesidad de explicar las tesis espa?olas en las m¨¢s diversas materias, desde la seguridad hasta la deuda del tercer mundo.Sin embargo, las cr¨ªticas parecen haber ido calando en el ¨¢nimo del presidente, que pretende limitar, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a ¨¦l, "al m¨ªnimo imprescindible" sus desplazamientos al extranjero en la segunda mitad de este a?o, dedic¨¢ndose, en cambio, a preparar la presidencia espa?ola de la CE y a recibir visitas como la de la primera ministra Margaret Thatcher.
Desde su despacho en un reci¨¦n inaugurado edificio en el complejo de la Moncloa, el ase sor Juan Antonio Ya?ez, al frente de un equipo de cuatro diplom¨¢ticos (Jos¨¦ Pons, Alberto Alabart, Luis Arias y Arturo Abell¨®), planifica, lejos de ojos indiscretos, nuevos viajes, regula idas y venidas de mandatarios extranjeros y elabora, en general, las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica exterior de Presidencia.
Algunos funcionarios de menor nivel en el palacio de Santa Cruz, celosos de la creciente influencia de Ya?ez, le atribuyen poderes en la promoci¨®n no s¨®lo de su hermano Luis, hoy secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, sino tambi¨¦n en la designaci¨®n de embajadores, como Manuel Alabart hermano de Alberto, que ser¨¢ enviado a Guinea Ecuatorial, y de otros altos cargos en el ministerio.
Los otros poderes
Y, aunque los hechos y la pr¨¢ctica desmientan habitualmente tales versiones, lo cierto es que el poder de Ya?ez y su equipo de la Moncloa se acrecienta a ojos vista. "Se echa de menos una influencia equilibradora en la Moncloa como la de Julio Feo", coment¨® recientemente a este peri¨®dico un funcionario de Presidencia, aludiendo a la tendencia de Gonz¨¢lez a viajar al exterior, descuidando las visitas a provincias. "La resoluci¨®n de la crisis de gobierno, y hasta de algunos temas importantes de gabinete, se prolongan demasiado", a?ad¨ªa, a su vez, un subsecretario.Paralelamente, la proliferaci¨®n de los desplazamientos al extranjero obliga a una, en ocasiones, r¨¢pida improvisaci¨®n: as¨ª, el compromiso espa?ol de acoger al general Noriega, si ello redundase en la democratizaci¨®n de Panam¨¢, disgust¨® a varios pa¨ªses latinoamericanos, que creyeron ver en la oferta -ahora pr¨¢cticamente olvidada- la larga mano de Estados Unidos; los viajes, a Costa Rica -finales de marzo- y Noruega -principios de abril- fueron declarados como "faltos de contenido" por no pocos observadores, y los, ¨²ltimos desplazamientos a Berl¨ªn y Harvard se calificaron de "pol¨ªticamente irrelevantes".
Aunque tales apreciaciones pudieran parecer dictadas por un af¨¢n oposicionista, lo cierto es que el discurso pronunciado por Gonz¨¢lez en Berl¨ªn, capital cultural de Europa en 1988, pareci¨® excesivamente plagado de citas y escaso de ideas incluso a personas muy cercanas al presidente. Y su intervenci¨®n en Harvard, donde, por el contrario, Gonz¨¢lez fue m¨¢s improvisador y pol¨ªtico, fue tachada por los cr¨ªticos de "poco acad¨¦mica".
La reciente visita a Estados Unidos -siempre los viajes a la capital del imperio provocan quebraderos de cabeza en los l¨ªderes pol¨ªticos- pareci¨® insuficientemente preparada por los asesores de Presidencia, que se conformaron con una peque?a sala en la universidad, capaz para apenas 500 personas, cuando el presidente costarricense ?scar Arias acudir¨¢ al mismo foro dentro de pocas semanas para hablar ante 7.000 estudiantes.
Proyectos
Para colmo, el viaje de Gonz¨¢lez a la prestigiosa universidad coincidi¨® con un rebrote de los conflictos de la ense?anza en Espa?a; lo que, seg¨²n el portavoz, Javier Solana, no basta para suspender un viaje preparado con un a?o de antelaci¨®n, aunque, por su parte, las autoridades de la universidad de Harvard aseguren que la conferencia no hab¨ªa sido prevista con tanta anticipaci¨®n.Gonz¨¢lez tiene ante s¨ª, a mediados de mayo, un nuevo viaje, esta vez a Extremo Oriente -Indonesia y Filipinas, con posible escala en Jordania-; en junio ir¨¢ a Hannover para asistir a la cumbre del Consejo Europeo. Y posiblemente en septiembre -la fecha no est¨¢ a¨²n fijada- visitar¨¢ Angola y tal vez Guinea Ecuatorial. Despu¨¦s, volver¨¢ a su retiro en la Moncloa: "hemos sembrado, y ahora nos toca recoger", es el resumen que hace de la situaci¨®n un asesor de Presidencia.
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