El fantasma de Le Pen

, Con el "pacto republicano" el chiraquismo, o con el frente republicano los dem¨¢s, todos pretenden afrontar el fantasma Jean Marie Le Pen, dios del Frente Nacional (FN). Ese fantasma planeaba la noche del viernes en la atm¨®sfera explosiva -recreada por todas las tecnolog¨ªas de la tercera revoluci¨®n industrialen el palacio multideportivo de Par¨ªs-Bersy, por encima de las cabezas de los 30.000 fervorosos partidarios del candidato representante de la corriente liberal-conservadora, Jacques Chirac.

Le Pen, disfrazado de fantasma, lo preside todo en este pa¨ªs desde que el domingo ¨²ltimo lo present¨® en sociedad con un 15% del electorado votante en la primera ronda de las presidenciales. Presidi¨® el duelo Chirac-Mitterrand en la televisi¨®n hace tres noches; presidi¨® el mitin antedicho, aureolado por las dos figuras del liberalismo-centrismo neogaullismo, Chirac y Raymond Barre; y nada va a cambiar hasta que el proximo d¨ªa inmediato los franceses elijan a Chirac o reelijan a Mitterrand como presidente.

Esta primera algarada mitinera, tras el debate televisivo que alivi¨® a Chirac despu¨¦s de su fracaso en el escrutinio del domingo pasado, revel¨® lo que ya se sab¨ªa: que Barre apoya a Chirac con la boca peque?a; en su discurso le rega?¨® m¨¢s que otra cosa, record¨¢ndole la necesidad inexorable de excluir "cualquier forma de racismo". Sobre otras cuestiones, econ¨®micas y europeas principalmente, Barre aleccion¨® a Chirac explic¨¢ndole la importancia de la Europa pol¨ªtica que el neogaullismo no rechaza pero que digiere con dificultad.

Chirac acepta todas las reprimendas, pero a la postre va a lo suyo: intentar ganar a Mitterrand; y aun diciendo lo mismo que Barre, las posibilidades de interpretaci¨®n de su discurso forman un abanico sin fronteras. La prueba ya la ofrecieron ayer las declaraciones de su ministro del Interior, Charles Pasqua, el hombre de hierro gaullista: "En lo esencial, el Frente Nacional defiende los mismos valores que nuestra mayor¨ªa".