No hubo vertidos ¨¢cidos en Aranjuez

Bajo el titular V¨¦rtidos ¨¢cidos en un arroyo que riega campos de cultivo en Aranjuez, y firmada por Antonia S¨¢nchez Vara, se public¨® en EL PA?S (22 de marzo) una noticia que, seg¨²n el jefe del gabinete de prensa del Ayuntamiento, Ram¨®n Peche Villaverde, "no se corresponde con la realidad". Peche a?ade que, adem¨¢s, la informaci¨®n provoc¨® bulos y rumores en la poblaci¨®n. "La preocupaci¨®n de nuestro Ayuntamiento", afirma, "se centra en la defensa de la imagen p¨²blica de Aranjuez, posiblemente da?ada con este tipo de informaciones err¨®neas que inciden en el prestigio de la huerta ribere?a y la industria local".En la cr¨®nica de Vara se afirmaba que "cientos de litros de residuos ¨¢cidos ( ... ) fueron depositados ( ... ) en las inmediaciones de la carretera Toledo-Aranjuez, en la zona conocida como el Quemadero, de donde pasaron a un arroyo que riega terrenos cultivables cerca del Tajo".

El jefe de prensa del Ayuntamiento de Aranjuez remite al defensor de los lectores un amplio informe municipal en el que se especifica que la naturaleza del vertido no era ¨¢cida, sino alcalina, "sin impacto ecol¨®gico significativo en la zona y con una posible confluencia con el arroyo m¨ªnima y sin consecuencias". Asegura asimismo que el tal arroyo, llamado de las Salinas, no riega zonas de cultivo.

En el informe de las delegaciones de Medio Ambiente y Salud del Ayuntamiento se explica lo ocurrido. Un cami¨®n cisterna que transportaba residuos procedentes de la Compa?¨ªa Espa?ola de Penicilina y Antibi¨®ticos (CEPA), de Aranjuez, se dirig¨ªa a una zona de la finca La Flamenca, antiguo vertedero municipal, pr¨®xima a la carretera de Toledo, para depositar su mercanc¨ªa. Cerca del arroyo mencionado sufri¨® una aver¨ªa que le imped¨ªa superar un declive del camino. Para poder continuar, y "bajo criterio del conductor", se vertieron aproximadamente 15.000-6.000 litros del "efluente industrial".

Seg¨²n el informe, el arroyo, "cuya confluencia con el vertido es bastante improbable, permanece seco la mayor parte del a?o". Sobre la naturaleza del vertido, el dictamen t¨¦cnico es tajante: seg¨²n los an¨¢lisis efectuados, la sustancia es alcalina, no ¨¢cida.

Antonia S¨¢nchez Vara, autora de la informaci¨®n publicada, explica que el pasado d¨ªa 21 de marzo el jefe de prensa del Ayuntamiento inform¨® a los corresponsales locales de las actuaciones que la Polic¨ªa Municipal llev¨® a cabo el d¨ªa del vertido. Seg¨²n Vara, Peche cont¨® a los periodistas que los agentes, al ver humo en el cielo de Aranjuez, se dirigieron al lugar de donde proven¨ªa, descubriendo que un cami¨®n vert¨ªa l¨ªquido en una zona rural, pareci¨¦ndoles vertidos ¨¢cidos". "El jefe de prensa", manifiesta la corresponsal, "no nos dej¨® ver el arte de la Polic¨ªa Municipal, limit¨¢ndose a informarnos de su contenido". Peche, dice la periodista, no facilit¨® otros datos y coment¨® que el vertido, de ir al arroyo y de ¨¦ste a un r¨ªo cercano, ser¨ªa perjudicial para la zona.

Una semana despu¨¦s de publicada la informaci¨®n, se?ala Antonia S¨¢nchez Vara, el delegado munici al de Medio Ambiente "convoc¨® a los informadores para dar cuenta del resultado de los an¨¢lisis efectuados en los vertidos, asegurando que no eran ¨¢cidos sino agua a gran temperatura, que en su opini¨®n no era perjudicial para esa zona".

A lo que se ve, la noticia conten¨ªa tan s¨®lo un error, pero un error de bulto. Si los vertidos hubieran sido ¨¢cidos, el da?o habr¨ªa resultado de importancia. Antonia S¨¢nchez Vara se lamenta de que el concejal de Medio Ambiente no explicara por qu¨¦ se hab¨ªa tardado tanto en dar aquellas explicaciones ni atendiera a los razonamientos que los periodistas le hicieron acerca de que la informaci¨®n les hab¨ªa sido suministrada por el Ayuntamiento.

Pero es de lamentar tambi¨¦n que, una vez hechos p¨²blicos los informes t¨¦cnicos que rectificaban lo de "vertidos ¨¢cidos", la periodista no informara de ello al peri¨®dico.

Para satisfacci¨®n de todos, la huerta de Aranjuez no ha estado amenazada: sus famosos esp¨¢rragos, sus acreditadas fresas, sus lechugas... conservan la proverbial garant¨ªa de que gozan entre los consumidores.

Bibliotecarios de la UAM

En un reportaje de Cruz Blanco -'La universidad oculta'- publicado en el suplemento Educaci¨®n (EL PA?S, 22 de marzo), su autora escrib¨ªa acerca del personal de administraci¨®n y servicios, "del que poco o nada se habla". "Constituyen la universidad oculta o, si se quiere, la cara oculta de la universidad, pero su papel es b¨¢sico", dec¨ªa Blanco. Al referirse a las bibliotecas de las universidades espa?olas se?alaba que "est¨¢n viviendo una nueva fase". Y a?ad¨ªa: "Hasta el momento ven¨ªan siendo una especie de librer¨ªas en las que un personal no cualificado controlaba el pr¨¦stamo de libros". Se?alaba luego que "hasta que los proyectos no vean la luz, las bibliotecas al servicio de los estudiantes tienen todav¨ªa grandes deficiencias". La mayor parte de estas deficiencias las atribu¨ªa a la falta de personal t¨¦cnico y administrativo. Las bibliotecas de las facultades del campus de Madrid, seg¨²n Cruz Blanco, "disponen de un m¨¢ximo de 8 t¨¦cnicos de titulaci¨®n superior (funcionarios por oposici¨®n), 15 ayudantes y 2 o 3 subalternos".

Un grupo de bibliotecarios de la universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), encabezado por la bibliotecaria jefa, Mar¨ªa Sintes Olivar, escribe al peri¨®dico para quejarse. "No conocemos la situaci¨®n de las universidades Complutense, Polit¨¦cnica, de Alcal¨¢ de Henares y de Educaci¨®n a Distancia, pero, desde luego, nos extra?a que las cifiras publicadas sean exactas".

Se?alan que en la UAM la situaci¨®n, en lo referente al personal de bibliotecas, es otra: 1 facultativo (titulado superior), 34 ayudantes de archivos, bibliotecas y museos de un¨ªversidades (titulados medios), 3 auxiliares de la misma especialidad (bachilleres superiores), 23 personas con categor¨ªa de personal laboral, 4 subalternos, 3 auxiliares administrativos y 1 administrativo.

Los ayudantes y auxiliares, afirman los bibliotecarios, son personal "evidentemente cualificado, tanto por el tipo de oposici¨®n que han tenido que superar como por las titulaciones espec¨ªficas que tuvieron que conseguir previamente para optar a dichas oposiciones".

Cruz Blanco dec¨ªa que la tendencia actual, "aunque todav¨ªa est¨¢ en per¨ªodo de iniciaci¨®n, se dirige hacia la especializaci¨®n de su personal en informaci¨®n bibliogr¨¢fica, documentaci¨®n, informaci¨®n general, informes bibliogr¨¢ficos, etc¨¦tera". Los bibliotecarios de la Aut¨®noma aseguran que esas y otras muchas tareas vienen realiz¨¢ndose desde hace a?os en su centro. "No se trata de una librer¨ªa en la que un personal no cualificado controla el pr¨¦stamo de libros", afirman.

El redactor jefe, Jos¨¦ Mar¨ªa Izquierdo, explica: "Puede ser que la Aut¨®noma est¨¦ suficientemente dotada, pero ¨¦sta no es la norma aplicable a las universidades espa?olas". A?ade que en el texto referido a las bibliotecas "no se menciona para nada a esa universidad", que s¨ª aparece en otros apartados del trabajo de Cruz Blanco. Acepta que la rectificaci¨®n de los bibliotecarios de la UAM "quiz¨¢ sea v¨¢lida para ellos". Y finaliza: "Pero nada nos hace pensar que puede aplicarse al resto de universidades".

El tono generalizador con que trataba Cruz Blanco las deficiencias que existen en las bibliotecas universitarias puede que haya sido el desencadenante de la protesta de los bibliotecarios de la Aut¨®noma madrile?a. Ellos se han sentido incluidos en esa generalizaci¨®n y es justo recoger sus aclaraciones.