Mar de melancol¨ªa
La cantante mallorquina Mar¨ªa del Mar Bonet y el pianista manresano Manel Camp han decidido asumir juntos el riesgo de introducirse en un campo musical nuevo en el que ambos olvidan una parte de su personalidad para intentar crear algo original. La intenci¨®n del concierto que presentan estos d¨ªas en Madrid es positiva, y el resultado, final mantiene un alto grado de calidad, aunque a veces se a?ore un nivel superior de emoci¨®n.No hay que descubrir a estas alturas la voz de Mar¨ªa del Mar Bonet, una de las m¨¢s c¨¢lidas, profundas y cuidadas de nuestra m¨²sica popular, que se muestra particularmente brillante cuando se desenvuelve en los registros m¨¢s graves y es capaz de olvidarse del estricto cors¨¦ de lo acad¨¦mico. Su compa?ero Manel Camp es menos conocido en Madrid y entronca con la tradici¨®n pian¨ªstica catalana que a trav¨¦s del impresionismo franc¨¦s llega a Mompou y que en Camp se patentiza en el sentido del rubato m¨¢s que en la utilizaci¨®n del silencio. Si a?adimos su amor por Gershwin y los inevitables recuerdos a Keith Jarret, se obtiene un pianista s¨®lido, mediterr¨¢neo y particularmente brillante: en la concepci¨®n arm¨®nica de su instrumento.
Ben a prop
Mar¨ªa del Mar Bonet (voz), Manel Camp (piano), Xavier Figuerola (saxos alto, tenor y soprano), Eduardo Medina (contrabajo). Teatro Alb¨¦niz. Madrid, 4 al 7 de mayo.
Manual de ausencias
El repertorio elegido para el espect¨¢culo Ben a prop (Muy cerca) es un resumen de las mejores canciones de la Bonet y algunas composiciones de Camp. Las canciones de la mallorquina son un manual de ausencias, una isla en un mar de melancol¨ªas. El planteamiento de sus nuevos recitales se acerca al clasicismo de un jazz intimista, de concepci¨®n casi est¨¢ndar y que requiere un swing especial que roza con dificultad la Bonet. Algunas canciones alcanzaron particular brillantez, y precisamente fueron aquellas m¨¢s alejadas del repertorio habitual de la cantante, como la versi¨®n de un tema de Gershwin y su particular homenaje a Billie Holliday. Mantiene una luminosa mediterraneidad que constituye uno de sus m¨¢ximos atractivos, y alcanz¨® el cenit con esa maravilla de canci¨®n que es No voldria res mes ara, aunque otras adaptaciones -como el Epigrama de Toti Soler- perdieron algo de su ternura original con un tratamiento m¨¢s r¨ªtmico.El concierto tuvo el atractivo de lo ¨ªntimo y perfeccionista, pero es en este af¨¢n por la preocupaci¨®n est¨¦tica y t¨¦cnica donde se produce el peligro de distanciar una m¨²sica que debe sentirse cercana. Era John Coltrane quien dec¨ªa que hab¨ªa que aprenderlo todo para olvidarlo despu¨¦s, y a la cantante mallorquina se le puede exigir este moment¨¢neo olvido creador que genera un arrebato donde se entrega todo. As¨ª, una vez reconocidas las posibilidades de la Bonet, podr¨ªamos llegar al fondo de Mar¨ªa del Mar.
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