El ¨²ltimo h¨¦roe

Robert Kennedy fue durante su vida un amigo, un director de campa?a, un fiscal general y el hermano m¨¢s joven a quien se pas¨® la antorcha. Kennedy predicaba, como s¨®lo Jesse Jackson ha sido capaz de hacer desde entonces, que los padres tienen que hacerse cargo de los hijos. Cuando ante un auditorio de estudiantes de Medicina alguien le pregunt¨® qui¨¦n iba a pagar la ayuda que seg¨²n ¨¦l hab¨ªa que dar a los necesitados, Kennedy contest¨® de forma simple: "Ustedes". Kennedy ten¨ªa m¨¢s potencial que la mayor¨ªa de los pol¨ªticos. Era un duro pragm¨¢tico entre los obreros blancos y un hombre compasivo entre los negros, los hispanos y los pobres. Pod¨ªa hablar sobre ley y orden sin que sonara racista, sobre control de armas sin parecer suave ante el crimen y ser autosuficiente sin parecer reaccionario.Incluso con su victoria en California, conocida cuando fue asesinado, Kennedy hubiera tenido problemas para arrancarle la designaci¨®n a Hubert Humphrey, a quien s¨®lo faltaba una docena escasa de delegados para poseer la mayor¨ªa. Pero Schlesinger especula que habr¨ªa triunfado en Chicago, para luego derrotar a Nixon. Probablemente ello hubiera significado un final anticipado de la guerra de Vietnam, mayores reformas en los derechos civiles, no habr¨ªa ocurrido el esc¨¢ndalo del Watergate y habr¨ªa habido una percepci¨®n del Gobierno y la pol¨ªtica completamente distinta de la que ocup¨® los a?os setenta.

8 de mayo