Irving Berlin cumple 100 a?os
El mundo del espect¨¢culo rinde homenaje a uno de los creadores de la m¨²sica popular norteamericana
El compositor norteamericano Irving Berlin, autor de m¨²sica para el teatro y el cine y creador de cerca de 900 canciones, algunas tan conocidas como Cheek to cheek, Navidades blancas y Sombrero de copa, recibe hoy en el Carnegie Hall de Nueva York un homenaje al cumplir los 100 a?os. A este homenaje se sumar¨¢n artistas de la talla de Frank Sinatra, Ray Charles, Tonny Bennett y Leonard Bernstein. Sin ninguna formaci¨®n musical, Berlin es considerado uno de los grandes creadores de la canci¨®n popular norteamericana, y particip¨® en las ¨¦pocas m¨¢s gloriosas de los musicales de Broadway y Hollywood junto a artistas como Ethel Merman, Al Jolson, Bing Crosby y Fred Astaire.
Hace m¨¢s de un siglo, en 1852, un se?or con barbas dijo que la historia se repite, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa. El 11 de mayo de 1888, hace exactamente un siglo, nac¨ªa en Temun, Siberia, quien iba a desmentir en la pr¨¢ctica esa afirmaci¨®n, pues en su vida todo ser¨ªa comedia, la primera y la segunda vez. Se llamaba Israel Baline, pero pocos recuerdan su nombre o su origen. Todos le conocen como Irving Berlin, compositor norteamericano.La numerosa familia Baline -padre, madre y ocho hermanos- lleg¨® a Nueva York en 1892, huyendo de un pogrom. Cuatro a?os despu¨¦s muere el padre, y el peque?o Israel tiene que ponerse a trabajar. Sus comienzos profesionales son ya una trepidante comedia musical: de vendedor de peri¨®dicos pasa a m¨²sico callejero, y de ah¨ª a camarero cantante en un bar frecuentado por chinos; ¨¦stos, poco mel¨®manos, no hac¨ªan caso de la m¨²sica y prefer¨ªan acabar las veladas a pu?etazos, momentos que Israel aprovechaba para echarse a dormir detr¨¢s del mostrador.
Letra y m¨²sica
Decimos Israel y tendr¨ªamos que decir Irving, porque nuestro personaje ya hab¨ªa cambiado su nombre por otro m¨¢s pronunciable y que daba menos pistas sobre su origen hebreo. Tambi¨¦n compon¨ªa ya canciones, primero s¨®lo la letra, despu¨¦s la letra y la m¨²sica. Como letrista public¨® sus primeras obras en 1907. En 1911, como autor de letra y m¨²sica, se convirti¨® en el compositor m¨¢s interpretado del mundo gracias a un solo t¨ªtulo: Alexander ragtime band. En la parte final de ese tema, el reci¨¦n llegado a la canci¨®n popular norteamericana tiende la mano al creador del g¨¦nero, Stephen Foster, con una cita de Swanee river.En 1912, cuando Europa y Am¨¦rica cantan todav¨ªa Alexander ragtime band, Irving Berlin compone un segundo ¨¦xito, When I lost you. Con esta canci¨®n empieza una nueva comedia, ¨¦sta rom¨¢ntica y de mucho llorar. Ese mismo a?o, Berlin se ha casado con Dorothy Goetz, hermana de un productor de teatro y editor de canciones. Dorothy contrae fiebres tifoideas en el viaje de novios, y muere seis meses despu¨¦s. Irving Berlin escribe la canci¨®n sin ¨¢nimo comercial, s¨®lo como tributo a la esposa muerta: pero el p¨²blico, conmovido, compra m¨¢s de un mill¨®n de copias.
La comedia rom¨¢ntica se repetir¨¢ en la d¨¦cada siguiente; esta vez tendr¨¢ toque social, y acabar¨¢ bien. En 1925, Irving berlin se enamora de Ellin McKay, rica heredera. Los futuros suegros cumplen el t¨®pico hasta el extremo de negar la mano de su hija a un m¨²sico jud¨ªo y de baja extracci¨®n social.
La pareja, entonces, decide casarse en secreto. Como los dos son muy c¨¦lebres, el secreto es un secreto a voces, y todo el mundo vuelve a llorar de emoci¨®n. Pero, final feliz, el perd¨®n del viejo McKay llega pronto, con el primer nieto.
Acerca de este segundo matrimonio de Irving Berlin hay una an¨¦cdota muy divertida, que tiene que ver algo con el jazz. A finales de los a?os 20, el compositor fue invitado a una funci¨®n del famoso Cotton Club; a su mujer no le gustaba salir de noche, por lo que Irving -que tampoco sal¨ªa mucho-, decidi¨® asistir en compa?¨ªa de Oscar Levant y su esposa. El maestro de ceremonias era Cab Calloway, que estaba empezanido y se pon¨ªa muy nervioso. Al imencionar a las celebridades all¨ª presentes, Calloway anunci¨® con gran entusiasmo a "Irving Berlin y su mujer". Luego, cuando entre bastidores le indicaron el error, Calloway volvi¨® a escena y aclar¨®: "Se?ores, ha habido una lamentable equivocaci¨®n: la dama que esta con Irving Berlin no es su mujer". Para mejorar las cosas, la funci¨®n se transmit¨ªa por radio.
El romance de Irving Berlin y Ellin McKay tiene tambi¨¦n canci¨®n: Always. Un tema poIpular¨ªsimo y muy sufrido, pues iba tolerado incluso una versi¨®n en el peculiar castellano de los entra?ables Blue Diamonds. AIways es un prodigio de canci¨®n. Su tema b¨¢sico son las cinco teclas negras del piano tocadas en orden ascendente y rematadas con el canto del cuco, recurso ornitol¨®gico que han utilizado todos los compositores de ley, de Vivaldi a Mahler. AIways es, adem¨¢s, el retrato musical de Irving Berlin, que nunca consigui¨® tocar en el piano m¨¢s que las teclas negras. Parece mentira, pero Irving Berlin nunca aprendi¨® m¨²sica. Siempre le han hecho falta amanuenses que le escriban y armonicen las canciones. De ah¨ª parti¨® la leyenda calumniosa de que esos amanuenses hac¨ªan algo m¨¢s que llevar al papel las ideas del maestro.
Patriotismo
Irving Berlin, igual que muchos otros norteamericanos de adopci¨®n, fue patriota cuando hubo que serlo. Como todo lo ha hecho repetido, escribi¨® dos revistas musicales para soldados, una en cada Guerra Mundial. Form¨® en el reparto de ambas, y hay grabaciones de sus n¨²meros en la segunda. En esas grabaciones se comprueba que su mayor virtud como cantante era el patriotismo.Sin saber m¨²sica, cantando mal, Irving Berlin gan¨® una fortuna en los a?os veinte. Lo perdi¨® todo en el desastre financiero del 29, y volvi¨® a hacerse de oro ampliando su campo de acci¨®n de Broadway a un Hollywood que, con el sonoro y la depresi¨®n econ¨®mica, se hab¨ªa puesto a cantar. De las creaciones de Irving Berlin para el teatro podemos mencionar Louisiana purchase, Annie get your gun, As thousands cheer y la divertid¨ªsima Call me Madam. M¨¢s nos suenan las pel¨ªculas cuya m¨²sica escribi¨®: Sigamos la flota, Amanda, Sombrero de copa y muchas otras, sin olvidar Holiday Inn, donde Bing Crosby estren¨® Navidades blancas. Canciones ha compuesto cerca de 900. A las mencionadas podemos a?adir Blue skies, con un ingenioso paso de menor a mayor; Cheek to cheek, que extiende el esquema de la canci¨®n popular a mayor gloria de Fred Astaire; Puttin' on the Ritz, de dificil medida; How deep is the ocean y Let's face the music and dance, que cuentan historias maravillosas; Heat wave, estrenada por Ethel Waters y elevada a mito por Marilyn; Play a simple melody, que son dos canciones en una; There's no bussiness llke show bussiness, que es el gran himno del mundo del espect¨¢culo.
Los grandes de la canci¨®n norteamericana son Irving Berlin, Cole Porter, George Gershwin, Jerome Kern y Richard Rodgers. De ellos, los m¨¢s grandes quiz¨¢ sean Porter y Berlin, letristas adem¨¢s de m¨²sicos. El primero en desaparecer fue Gershwin, muerto en 1937. El mayor de todos, Kern, morir¨ªa poco despu¨¦s, en 1945. Cole Porter nos dej¨® en 1964, y Richard Roidgers al acabar 1979. Queda Irving Berlin, que hoy celebra su centenario.
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