Efecto Le Pen en Copenhague

Las elecciones del d¨ªa 10 en Dinamarca no han clarificado la situaci¨®n pol¨ªtica. Los partidos del tr¨¦bol de cuatro hojas, nombre de la coalici¨®n de centro derecha que gobierna desde 1982, y la oposici¨®n socialdem¨®crata y socialista popular mantienen sus posiciones. Dicho de otra manera, si Schl¨¹ter contin¨²a encontrar¨¢ los mismos problemas que ha tenido durante estos a?os.Por razones t¨¢cticas, la izquierda y el Partido Radical no han cesado en sus ataques, forz¨¢ndole a cuestionar sistem¨¢ticamente la estrategia nuclear de la OTAN. Sclh¨¹ter deseaba que el escrutinio confirmase la pertenencia plena a la OTAN.

A este malestar se sumar¨¢n dificultades en pol¨ªtica interior. Las elecciones han marcado el regreso de la extrema derecha, el Partido del Progreso, que ha duplicado sus resultados de 1987.

Hasta ahora los partidos tradicionales no han colaborado con ello, pero los 16 diputados progresistas esperan jugar un papel importante en la pol¨ªtica del pa¨ªs. Los radicales han avisado a los componentes del tr¨¦bol de cuatro hojas de que cualquier intento de aproximaci¨®n supondr¨ªa la ruptura de la coalici¨®n.

Dinamarca no es el ¨²nico pa¨ªs n¨®rdico que sufre esta ola de extremisnio. En Noruega, el Partido del Progreso recibi¨® el 10% de los votos en las municipales y recientes sondeos le dan un 23% de intenciones de voto. La legendaria moderaci¨®n escandinava da signos de desmoronamiento.

12 de mayo