A trancas y barrancas

, El camino de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica de Catalu?a no ha sido ni es f¨¢cil. La incomprensi¨®n, en algunos casos, del Gobierno central y la actitud de grupos minoritarios ha planteado engorrosos obst¨¢culos.

En 1983, la Generalitat publica el decreto que aplica a la ense?anza no universitaria la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica, norma que es recurrida por el Consejo de Ministros. En marzo de 1985, la Audiencia de Barcelona dicta una sentencia que anula algunos art¨ªculos del desarrollo de la ley de Normalizaci¨®n, la Generalitat recurre al Supremo y, en febrero de 1988, el alto tribunal revoca la sentencia. Han pasado casi cinco a?os.

En septiembre de 1983, el Gobierno catal¨¢n publica un decreto sobre etiquetaje de productos que se comercializan en Catalu?a, el Gobierno central recurre y en abril de 1988 el Tribunal Constitucional declara que es competencia de la Generalitat. Han pasado m¨¢s de cuatro a?os.

En julio de 1985, el Diari Oficial de la Generalitat publica la ley de la Funci¨®n P¨²blica, aprobada un¨¢nimemente por el Parlament. El Consejo de Ministros recurre contra el art¨ªculo 34, que estipula el conocimiento del catal¨¢n, oral y escrito, para acceder a la Administraci¨®n catalana. En noviembre de 1985, el Constitucional admite a tr¨¢mite el recurso. Han pasado casi tres a?os y el caso sigue pendiente de soluci¨®n.

En abril de 1988, la Audiencia Nacional dicta una sentencia por la que ordena al circuito catal¨¢n de TVE emitir informativos en castellano. La normalizaci¨®n no es f¨¢cil.

El modelo ling¨¹¨ªstico catal¨¢n establece, recursos aparte, la ense?anza en catal¨¢n y el estudio de dos idiomas: castellano, obligatorio; y otro, a elegir, en general, ingl¨¦s. No es un t¨®pico aquello de que quien sabe dos idiomas tiene m¨¢s facilidad para aprender otra lengua. Y s¨ª es un t¨®pico pensar que Catalu?a, en defensa de su idioma, se ha encerrado en s¨ª misma. La universidad sigue organizando cursos de castellano para extranjeros y no encontrar¨¢ excesivas dificultades quien, desde fuera de Catalu?a, desee estudiar Arquitectura en Barcelona, ya que pr¨¢cticamente la mitad de las asignaturas universitarias se imparte en castellano.

El problema o, mejor dicho, la soluci¨®n al t¨®pico, se producir¨¢, como dice la directora general de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica de la Generalitat, Aina Moll, cuando se "normalice Espa?a". Moll propone para despu¨¦s de las elecciones una acci¨®n institucional conjunta para explicar al resto de Espa?a lo que pasa en Catalu?a.

Recursos y t¨®picos no son el ¨²nico problema. La pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica es acusada de dispersi¨®n y de falta de coordinaci¨®n: los dos instrumentos principales de la normalizaci¨®n, la escuela y TV-3, no dependen de la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica.