J. R., el mejor maestro de catal¨¢n
TV-3 y las escuelas, factor decisivo en la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica en Catalu?a
Los socioling¨¹istas europeos consideran que en Catalu?a se est¨¢ produciendo una especie de milagro: no se est¨¢ implantando una lengua impuesta y una segunda lengua disgl¨®sica, sino que se produce una penetraci¨®n progresiva del catal¨¢n en cohabitaci¨®n con el castellano, Es una f¨®rmula dif¨ªcil: reconocer el derecho colectivo a un idioma propio, el catal¨¢n, en la ense?anza, por ejemplo, y el derecho individual al castellano, que tambi¨¦n es idioma oficial. El catal¨¢n avanza en todos los frentes, pero no se ha perdido el biling¨¹ismo. Las dos fuerzas de choque de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica son los medios de comunicaci¨®n audiovisual —en especial TV-3— y las escuelas. El progresivo aumento de comprensi¨®n del catal¨¢n, con cifras espectaculares en poblaciones de clara mayor¨ªa castellanohablante, est¨¢ en relaci¨®n directa con la evoluci¨®n de las audiencias de los medios audiovisuales.
La ley de Normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica entr¨® en vigor en abril de 1983. EllO de septiembre de ese mismo a?o. TV-3 hizo su primera emisi¨®n. El papel de penetraci¨®n ling¨¹¨ªstica desempe?ado por el canal auton¨®mico, en primer lugar, pero tambi¨¦n por el circuito catal¨¢n de TVE, las radios de la Generalitat y las emisoras municipales est¨¢ en relaci¨®n directa con el aumento del nivel de comprensi¨®n del catal¨¢n.
Los ¨²ltimos datos globales sobre comprensi¨®n del catal¨¢n proceden del padr¨®n municipal de habitantes, elaborado en 1986. Las cifras comparativas del nivel de comprensi¨®n entre 1981 y 1986 son elocuentes. Una localidad de fuerte inmigraci¨®n y con una mayor¨ªa castellanohablante como Viladecans, por ejemplo, pas¨® de un nivel de comprensi¨®n del 51,3% en 1981 al 78,3% en 1986; Sant Joan Desp¨ª, de un 52,5%, a un 77,9%; y Santa Coloma de Gramenet evolucion¨® de un 50,5% a un 76%.
El 10 de septiembre de 1983, TV-3 ofreci¨® un cap¨ªtulo de Dallar, justo aquel en que se desvelaba si J, R. hab¨ªa muerto o no, misterio que TVE hab¨ªa dejado en suspenso al cancelar la serie. El d¨¦bil y balbuciente "Oh, mare!" de J. R. hizo que muchos castellanohablantes descubrieran que entend¨ªan perfectamente el catal¨¢n. Los responsables de TV-3 han dise?ado una programaci¨®n, comercial y atractiva, que ha tenido un papel funda mental de penetraci¨®n ling¨¹¨ªstica. De una media de 35,12 horas semanales de programaci¨®n y una audiencia del 30% en 1984, TV-3 ha pasado a 81,45 horas semanales y un 44% de audiencia en 1987. TV-3 inici¨® las emisiones regulares el 16 de enero de 1984. Diez meses despu¨¦s, la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV) encarg¨® a ECO una encuesta con una muestra de 2.000 entrevistas para averiguar el grado de aceptaci¨®n de TV-3 y del catal¨¢n. El 80% de los encuestados respondi¨® que le gustaba que se hablase siempre catal¨¢n en TV-3 y un 90% asegur¨® que se aprend¨ªa catal¨¢n con TV-3.
Aprendizaje
En Catalu?a se ha producido en los ¨²ltimos 10 a?os un aut¨¦ntico fen¨®meno de comunicaci¨®n social —que surge en general de forma espont¨¢nea y que no tiene parang¨®n con el resto de Espa?a— relacionado tambi¨¦n directamente con la penetraci¨®n ling¨¹¨ªstica del catal¨¢n: m¨¢s de 50 televisiones locales en funcionamiento que emiten el 75% de su programaci¨®n en catal¨¢n; 130 emisoras municiaples de radio; casi 200 publicaciones comarcales en catal¨¢n.
Si los medios de comunicaci¨®n audiovisuales tienen un papel significativo en el aumento de la comprensi¨®n del catal¨¢n, la es cuela es decisiva para su aprendizaje. En septiembre de 1983, un decreto del Gobierno catal¨¢n aplic¨® a la ense?anza no universitaria los contenidos de la ley de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica, estableciendo que la lengua catalana y la castellana ser¨ªan ense?adas obligatoriamente en todos los ni veles y grados de la ense?anza no universitaria. El decreto prev¨¦, asimismo, la progresiva in corporaci¨®n del catal¨¢n, no como asignatura, sino como lengua vehicular.
Pero, antes que la ley de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica, antes que los decretos y ¨®rdenes que la desarrollan, la Generalitat instaur¨®, como primer servicio, ya en 1978, el Servei d'Ensenyament en Catal¨¢, con el objetivo prioritario de normalizar el catal¨¢n en la ense?anza. Los resultados est¨¢n a la vista.
En 1984, el 45,12% de los centros docentes de Catalu?a (p¨²blicos y privados) ense?aba integralmente en catal¨¢n o ten¨ªa un proyecto ling¨¹¨ªstico; en 1987, es ya el 62,11%. En estos dos ¨²ltimos a?os se ha incrementado casi en un 150% el n¨²mero de es cuelas que inician proyectos de ense?anza en catal¨¢n, y esto se produce en general gracias a la presi¨®n de grupos de padres y profesores que act¨²an como motor. El Departamento de Ense?anza de la Generalitat contribuye, entre otros aspectos, con planes intensivos que se aplican con la colaboraci¨®n de ayuntamientos e instituciones locales, y con programas de inmersi¨®n (408 en 1984y613en 1987). Este programa se dirige al nivel preescolar y, siempre a solicitud de escuelas y padres, con el objetivo de que ni?os castellanohablantes acaben el ciclo inicial sabiendo hablar y escribir el catal¨¢n.
Si hace 15 a?os era pr¨¢cticamente imposible estudiar normalmente en catal¨¢n, hace cuatro o cinco surgi¨® el temor de que los escolares no supieran suficiente castellano. Una prueba del Ministerio de Educaci¨®n, en el curso 1983-1984, para compro bar el nivel de conocimiento del castellano en toda Espa?a hizo temblar las paredes del Departamento de Ense?anza de la Generalitat. Para mayor susto de los responsables de Ense?anza, el 60% de las escuelas de las cuatro provincias catalanas seleccionadas por el ministerio para realizar la prueba impart¨ªa las clases en catal¨¢n. La ense?anza del idioma castellano es obligatoria, pero se realiza de forma progresiva y no paralela (al final de los estudios secundarios, los alumnos deben acreditar un conocimiento correcto del castellano). Se tem¨ªa lo peor: los alumnos no iban a superar el nivel exigido. La evaluaci¨®n del ministerio fue una sorpresa: los catalanes se colocaron entre los 20 primeros puestos de los centros inspeccionados de todas las provincias espa?olas, por delante, por ejemplo, de la Comunidad de Madrid.
Si en la ense?anza media se est¨¢ en v¨ªas de normalizaci¨®n (una normalizaci¨®n completa requiere tres generaciones), bajo el control del Departamento de Ense?anza, en la Universidad se va por libre. En general, el alumno puede elegir entre catal¨¢n y castellano, pero a veces depende exclusivamente del profesor el idioma en que se imparte la asignatura.
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