Un jurado de Florida culpa al colombiano Carlos Ledher de inundar EE UU de coca¨ªna
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Un jurado de Jacksonville (Florida), tras siete meses dejuicio, declar¨® ayer culpable al colombiano Carlos Ledher, uno de los reYes mundiales de la droga, de inundar EE UU en coca¨ªna. Puede pasarse el resto de la vida en una c¨¢rcel. Ledher, de 38 a?os, uno de los barones del c¨¢rtel de Medell¨ªn, fue hallado culpable de 11 cargos que pesaban contra ¨¦l. El m¨¢s importante, la introducci¨®n en EE UU, entre 1978 y 1980, de tres toneladas de coca¨ªna colombiana a trav¨¦s de las Bahamas.
Se trata del juicio m¨¢s importante de la guerra contra la droga jam¨¢s realizado en Estados Unidos. La acusaci¨®n utiliz¨® contra Ledher una cinta de v¨ªdeo en la que ¨¦ste calificaba a las drogas de arma contra el imperialismo.La fiebre antidroga, para algunos histeria, explicada por motivos de pol¨ªtica electoral, barre Estados Unidos y el presidente se ha visto obligado a declarar la lucha una "emergencia nacional" en la que piensa utilizar el Ej¨¦rcito, lo que puede suscitar problemas constitucionales, y sugiere la pena de muerte para los delitos derivados del narcotr¨¢fico.
Ronald Reagan, admitiendo el fracaso de los esfuerzos de su Administraci¨®n por controlar la entrada de drogas en el pa¨ªs, ha anunciado la creaci¨®n de una comisi¨®n legislativa bipartidaria, para responder a lo que califica de "enemigo p¨²blico n¨²mero uno". Ni el presidente ni el vicepresidente George Bush est¨¢n a favor de la idea, por primera vez lanzada por alcaldes de ciudades importamtes y congresistas, de legalizar las drogas, como ¨²nica soluci¨®n para combatir esta plaga de siglo XX.
Los republicamos han le¨ªdo las encuestas que dicen que el problema de la droga es la preocupaci¨®n principal de los ciudadanos y que esta Administraci¨®n ha fracasado en su pol¨ªtica antinarc¨®ticos y que los dem¨®cratas, con Dukakis, lo har¨ªan mejor. Repentinamente, el tema se ha politizado y hay una carrera, en el Ejecutivo y en el Congreso, por ver quien es m¨¢s duro y rentabiliza mejor, en la elecci¨®n presidencial de noviembre, la cuesti¨®n m¨¢s caliente de la actualidad.
Supervivencia pol¨ªtica
Pero la credibilidad del presidente, que hace s¨®lo tres meses afirmaba solemnemente en M¨¦xico que la guerra contra las drogas es "una historia de ¨¦xito no contada", y que el consumo de estupefacientes "ya no est¨¢ de moda en EE UU", es nula en esta historia. Reagan est¨¢ negociando, por exclusivos motivos de supervivencia pol¨ªtica y de salir del atolladero en el que se ha metido, por sobreseer los procesamientos contra el general paname?o Manuel Antonio Noriega, a quien se califica como el "rey de la droga" a nivel continental.
La humillaci¨®n que est¨¢ sufriendo la Casa Blanca por el manejo del tema Panam¨¢ est¨¢ afectando negativamente a la campaf¨ªa presidencial de Bush. Pero hay un clamor general, alimentado por toda la ret¨®rica de guerra anti narc¨®ticos, que pide al presidente que no negocie las acusaciones formales formuladas contra Noriega por los tribunales de Florida. El Senado ha votado, mayor¨ªtariamente, una resoluci¨®n en este sentido, y Bush, en su primer gesto para despegarse de Reagan, afirm¨® ayer que su Administraci¨®n "no negociar¨¢ con traficantes de drogas, ni aqu¨ª ni en el extranjero".
Reagan prometi¨® el mi¨¦rcoles, en un discurso ante los oficiales de la Academia del Servicio de Guardacostas, que ha llegado el momento de "despolitizar" el tema de la lucha antidroga, que debe ser objeto de un consenso nacional, "si queremos evitar un desastre para nuestro futuro y el de nuestros hijos". Propuso que una comisi¨®n parlamentaria le ofrezca, en 45 d¨ªas, respuestas para reforzar el castigo contra los traficantes, nuevos programas de prevenci¨®n y una mayor utilizaci¨®n del Ej¨¦rcito y la Guardia Nacional.
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