Una batalla contra el impulso de sus propias reformas
El anciano Janos Kadar ha perdido su ¨²ltima batalla contra el tiempo, las reformas que ¨¦l inici¨® y una opini¨®n p¨²blica a la que ¨¦l fue el primer dirigente comunista del mundo que intent¨® convertir en factor pol¨ªtico. Janos Kadar parec¨ªa temer las consecuencias de sus propios actos, de su pol¨ªtica liberalizadora, que comeriz¨® poco despu¨¦s de que accediera a lajefatura del partido, aupado por los tanques sovi¨¦ticos que aplastaron el levantamiento de octubre de 1956.Hace a?os, Kadar sugiri¨® su deseo de retirarse. Ahora, cuando partido, Gobierno y sociedad se lo ped¨ªan a voz en grito, ha intentado forzar una, continuidad imposible. Seg¨²n gente cercana al viejo l¨ªder, esta obsesi¨®n por mantener el cargo es m¨¢s el efecto de una tragedia personal que la vana ilusi¨®n de influir a¨²n en la toma de decisiones.
Kadar teme, al parecer, que, despojado de sus cargos, quede pronto a la merced de ataques y cr¨ªticas por su actuaci¨®n durante la crisis de 1956. Su repentina desaparici¨®n de Budapest en los d¨ªas cr¨ªticos, la invasi¨®n y la ejecuci¨®n del jefe del partido, Irnre Nagy, capturado gracias a falsas garant¨ªas de seguridad, son, p¨¢ginas en la vida de Kadar que ¨¦l intent¨® cerrar para siempre con la liberalizaci¨®n y la reconciliaci¨®n nacional.
Teme Kadar que ahora estas sombras de su pasado sean abiertas por la glasnost, una transparencia que cuando se ha dado en Hungr¨ªa siempre ha evitado estos problemas escabrosos del levantamiento o "la contrarrevoluci¨®n", como reza la terminolog¨ªa oficial. Los dirigentes del partido y el Gobierno no han dejado por ello de insistir en que Kadar ser¨¢ respetado corno una gran personalidad de la historia de Hungr¨ªa. El puesto de presidente del partido, figura que no exist¨ªa actualmente, podr¨ªa garantizarle lana seguridad al menos mientras viva. En 1986, Kadar rechaz¨® de plano este puesto honor¨ªfilco. Hoy se ver¨¢ obligado a aceptarlo.
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