Un elogiable esfuerzo

Con Parsifal se cumple el cuarto t¨ªtulo de los nueve previstos en esta temporada ?pera 88 programada por el ?rea de M¨²sica de la Generalitat valenciana. Se trata del primer proyecto serio para organizar una temporada de ¨®pera en Valencia desde la desaparici¨®n de AVAO en 1979. Dentro de este contexto, y como punto de partida, hay que considerar esta producci¨®n propia de Parsifal, inviable hace s¨®lo pocos a?os y ahora posible con una orquesta ampliada y remozada y un reci¨¦n creado Coro de Valencia. La experiencia de esta versi¨®n tuvo, l¨®gicamente, resultados irregulares, pero representa un elogiable esfuerzo. Parsifal no se representaba en Valencia, como nos recuerda Ram¨®n Almaz¨¢n en el programa de mano, desde 1920 (en italiano) y 1954 (en alem¨¢n). Es, por tanto, una aut¨¦ntica iniciaci¨®n wagneriana para los j¨®venes aficionados valencianos.Elegir Parsifal para esta primera experiencia puede tener su l¨®gica. Obra de vejez y de una ¨¦poca de felicidad "sin l¨ªmite", se?ala Wagner, en la que "el tiempo deviene espacio" (Gurnemanz), tomada como punto de partida y no de llegada. Parsifal es, en efecto, un caminar entre flores en el que Wagner, curiosamente, acent¨²a el car¨¢cter cantable de su m¨²sica. Tambi¨¦n podr¨ªa apoyarse la versi¨®n de concierto precisamente para esta obra en cuya ¨¦poca de composici¨®n Wagner apelaba al teatro invisible tras crear la orquesta invisible. Obviamente, la Orquesta Municipal result¨® bien visible en su esfuerzo por levantar la compleja partitura, en una actuaci¨®n global estimable, m¨¢s ponderada y exacta en los metales que en otras ocasiones y con una cuerda notablemente mejorada este ¨²ltimo a?o. El director Alexander Sander mantuvo la tensi¨®n dram¨¢tica del segundo acto, pero no siempre acompa?¨® a las voces con suavidad (como bien ense?aba Knappertsbusch). Destac¨® como era de esperar la veteran¨ªa de John Macurdy (GurnemanzTiturel), seguro y bien impostado, y la Kundry de Ute Winzing, de emisi¨®n demasiado oscilante, pero due?a de un registro extenso y brillante en los agudos.

Bien las muchachas-flor y todos los secundarios; mejor el coro masculino que el femenino, alternando desajustes y buenos momentos. Un coro, en todo caso, de excelente proyecci¨®n por lo escuchado hasta ahora. El p¨²blico sigui¨® muy atento la versi¨®n y aplaudi¨® con entusiasmo, lo que no deja de ser significativo trat¨¢ndose del infrecuente Wagner en Valencia.