La 'perestroika' es buena para Occidente
La Administraci¨®n de Reagan llega a la conclusi¨®n de que hay que apoyar las reformas de Gorbachov
La Administraci¨®n de Ronald Reagan ha llegado a la conclusi¨®n de que las reformas que est¨¢ intentando realizar Mijail Gorbachov van en serio y que el inter¨¦s de Estados Unidos requiere apoyarlas, aunque no de forma expl¨ªcita. La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, el primer pol¨ªtico occidental en ver que con Gorbachov se puede "hacer negocios", ha pedido a su amigo Ronnie que aproveche la cumbre de Mosc¨², que se inicia el domingo, para demostrar el apoyo occidental a los esfuerzos de Gorbachov, "que beneficiar¨¢n a todos".
No habr¨¢ una declaraci¨®n formal de est¨ªmulo al proceso de perestroika (reestructuraci¨®n) en la declaraci¨®n final de la cumbre, ni en los discursos de Reagan en Mosc¨². "Esto ser¨ªa pol¨ªticamente explosivo" para el presidente y los republicanos en un a?o electoral, explic¨® un alto cargo de la Administraci¨®n norteamericana. Pero esta fuente admite que, en la medida en que se cumplan las expectativas de cambio de Gorbachov, "la sociedad sovi¨¦tica se acercar¨¢" a la estadounidense, "y esto es positivo". Cabe esperar, m¨¢s que declaraciones pol¨ªticas solemnes, apoyos a la econom¨ªa sovi¨¦tica, con transferencias de tecnolog¨ªa y cr¨¦ditos.Reagan est¨¢ convencido, despu¨¦s de tres encuentros con el l¨ªder sovi¨¦tico, de que ¨¦ste es un pol¨ªtico comunista de nuevo cu?o, y ha declarado -d¨ªas antes de volar a Mosc¨²- que hay que reconocer que se aprueba lo que est¨¢ haciendo, "si esto puede ayudarle". Y admite: "Las reformas que est¨¢ intentando van dirigidas a cambiar cosas en la Uni¨®n Sovi¨¦tica que siempre hemos criticado".
Esta conversi¨®n de Reagan al gorbachovismo significa un giro radical en la pol¨ªtica que mantuvo durante a?os, en los que declar¨® a la URSS el "imperio diab¨®lico", y a sus l¨ªderes, capaces de cualquier mentira", y levanta ampollas entre los reaganitas, incapaces de entender el instinto pragm¨¢tico del presidente m¨¢s anticomunista de la historia de EE UU. "No tengo m¨¢s remedio que reconocer que considero a Gorbachov un amigo", dijo Reagan la semana pasada.
El presidente ha afirmado tambi¨¦n que Gorbachov no persigue el viejo objetivo de dominaci¨®n mundial del comunismo, algo que ha provocado una advertencia de Richard Nixon. Ayer, en una intervenci¨®n v¨ªa sat¨¦lite, destinada a los pa¨ªses europeos, Reagan record¨® que el muro de Berl¨ªn, cuya demolici¨®n pidi¨® a Gorbachov el pasado a?o, "es una cicatriz, un triste recuerdo de la cruel divisi¨®n de Europa".
Los servicios de espionaje norteamericanos han informado a Reagan, en el curso de las sesiones preparatorias de la cumbre de Mosc¨², que Gorbachov continuar¨¢ en el poder y seguir¨¢ presionando por la reforma del sistema al menos durante dos o tres a?os. Durante ese plazo, el ¨²nico reto real a Gorbachov, le han dicho, ser¨ªa una masiva explosi¨®n de disidencia ¨¦tnica en algunas Rep¨²blicas de la URSS o en la Europa del Este.
Gran popularidad
"La gran incertidumbre son los sat¨¦lites, y Gorbachov no sabe ni siquiera lo que va a hacer", siempre seg¨²n la Agencia Central de inteligencia (CIA), seg¨²n la cual el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico solicitar¨¢ probablemente nuevas inversiones en armamento, que se convertir¨¢n en una seria prueba para las reformas econ¨®micas de Gorbachov.Los expertos han informado a Reagan de que aunque Gorbachov "no puede bajar la guardia un solo d¨ªa", controla la situaci¨®n y no se repetir¨¢ la historia de Nikita Jruschov, derrocado por sus pares. "Lo que necesita hacer", aseguran los informes del espionaje norteamericano, "es llevar a cabo, a largo plazo, una purga no violenta" de los opositores a la reforma. Estas fuentes aseguran que Gorbachov ha sacado a decenas de cr¨ªticos de importantes puestos, mientras, t¨¢cticamente, permite a opositores muy visibles mantenerse en cargos importantes.
Seis meses despu¨¦s de visitar Washington, el l¨ªder del Kremlin mantiene una gran popularidad en EE UU. Un reciente sondeo de Gallup revela que es tan popular como Reagan y m¨¢s que ¨¦ste incluso entre las personas con educaci¨®n universitaria. A un 76% de los encuestados les gusta Gorbachov. Hace cuatro a?os, el 56% de los americanos pensaba que era como la Alemania de Hitler. Hoy, esta idea es s¨®lo apoyada por un 38%, a pesar de que un 70%, de los ciudadanos considera a¨²n a la URSS una "amenaza" para EE UU. Pero una mayor¨ªa de ciudadanos, un 59%, estima que la competencia econ¨®mica de Jap¨®n presenta una amenaza mayor a la seguridad nacional que la URSS.
La Prensa norteamericana sigue con detalle los avatares de la perestroika y la glasnost, y nunca como ahora esta sociedad, hist¨®ricamente desconfiada de los vientos del Este, ha recibido tanta informaci¨®n sobre c¨®mo se vive en la URSS y qu¨¦ est¨¢ pasando en los otros pa¨ªses del imperio sovi¨¦tico. La novela Los hijos del Arbat, de Anatoli Ribakov, que revela por primera vez c¨®mo fue la vida bajo la tiran¨ªa de Stalin, acaba de ser publicada por una editorial de Nueva York y est¨¢ siendo un ¨¦xito de ventas.
Gorbachov, con el astuto sentido de relaciones p¨²blicas que tan bien explot¨® en EE UU el pasado diciembre, ha hecho un gran elogio de su adversario en The Washington Post y Newsweek, confirmando la idea de esta Administraci¨®n de que es un pol¨ªtico con el que se puede negociar.
Un alto jefe de la CIA ha calificado la revoluci¨®n interna de Gorbachov como un "terremoto pol¨ªtico". Quedan lejos los tiempos en que la agencia y el Departamento de Estado recomendaban al presidente asfixiar econ¨®micamente a la URSS forz¨¢ndola a una carrera de armamentos que su econom¨ªa no podr¨ªa aguantar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gl¨¢snost
- Perestroika
- CIA
- Mijail Gorbachov
- Guerra fr¨ªa
- Declaraciones prensa
- Ronald Reagan
- Margaret Thatcher
- URSS
- Bloques pol¨ªticos
- Servicios inteligencia
- Espionaje
- Bloques internacionales
- Seguridad nacional
- Reformas pol¨ªticas
- Reino Unido
- Estados Unidos
- Europa occidental
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica exterior
- Partidos pol¨ªticos
- Historia contempor¨¢nea
- Gobierno
- Defensa
- Gente