El pastel liban¨¦s
Damasco y Teher¨¢n se disputan el liderazgo shi¨ª en los suburbios meridionales de Beirut
Cerca de tres cuartas partes del medio mill¨®n de personas que viv¨ªan en los suburbios meridionales de Beirut han abandonado sus hogares desde que hace tres semanas se iniciaran los combates entre milicias shi¨ªes rivales, la proiran¨ª de Hezbol¨¢ (Partido de Dios) y la prosiria de Amal (Esperanza). Detr¨¢s de este conflicto fratricida, que ya se ha convertido en uno de los cap¨ªtulos m¨¢s atroces de la guerra libanesa, se distingue sin dificultad la lucha entre Teher¨¢n y Damasco por su cota de participaci¨®n en el pastel liban¨¦s.
Todo ello ocurre a apenas tres meses de unas elecciones presidenciales, que s¨®lo los ciudadanos ingenuos consideran decisivas para la salida de la crisis pol¨ªtica y social que desde hace 13 a?os atraviesa el pa¨ªs.No se trata s¨®lo de un conflicto regional. Los intercambios de munici¨®n de todos los calibres entre milicianos barbudos con la cinta roja de Hezbol¨¢ en la cabeza y hombres de Amal armados hasta los dientes, adquieren dimensi¨®n internacional cuando se considera que en medio del campo de batalla se encuentran, al menos, 15 de los rehenes extranjeros secuestrados estos ¨²ltimos a?os en el pa¨ªs de los cedros. No obstante, tras los sangrientos combates de los d¨ªas pasados, en los que se han producido al menos 200 v¨ªctimas mortales y m¨¢s de un millar de heridos, parece improbable que los prisioneros se encuentren a¨²n en lo que en la jerga local pol¨ªtica y period¨ªstica se conoc¨ªa hasta ahora como la ciudad prohibida, santuario inexpugnable que albergaba a toda la mara?a de organizaciones clandestinas m¨¢s o menos veladamente ligadas a Hezbol¨¢.
Los 'locos de dios'
El imperio de los integristas isl¨¢micos, los locos de dios como prefieren ser llamados, pende ahora de un hilo. Y, sin embargo, los hombres de Hezbol¨¢ han ganado la partida en la calle. Con la disciplina aprendida de los pasdaran (guardianes de la revoluci¨®n iran¨ªes) y el entrenamiento facilitado por los fedayin de Fatah, estos milicianos han planteado una lucha sin cuartel estrat¨¦gicamente planificada a los desorganizados muchachos de Nabih Berri, el peculiar ministro de Justicia liban¨¦s, que es a su vez jefe del movimiento Amal. Su ¨¦xito en el sur del pais a principios de abril hizo, muy probablemente, que infravaloraran a los hezbolahis que por primera vez pasaban a la ofensiva. Pero las cosas no son tan sencillas, no pueden serlo en un pa¨ªs como L¨ªbano. Muchas casas, calles e incluso barrios enteros han pasado a manos del Partido de Dios sin que se produjeran combates. Los masivos cambios de chaqueta ten¨ªan su explicaci¨®n en la doble militancia.
Al parecer, y seg¨²n fuentes concordantes, los ahijados de Ir¨¢n ven¨ªan realizando desde hace algunos meses una eficaz tarea de infiltraci¨®n que hall¨® su caldo de cultivo entre las numerosas familias procedentes del valle de la Bekaa, al este del pa¨ªs. Muchas de estas familias se encuentran emparentadas con iran¨ªes debido a los desplazamientos originados en el pasado por las invasiones turcas en la regi¨®n. Los agentes de Jomeini no exig¨ªan adem¨¢s grandes esfuerzos, no era necesario declarar la nueva militancia ni renunciar al sueldo de Amal, con lo que pod¨ªan duplicarse los ingresos. Debe recordarse que la tasa de miseria de esta zona, de apenas 20 kil¨®metros cuadrados, es la m¨¢s alta de L¨ªbano.
Al final, tras numerosas treguas rotas y pese a la amenaza de intervenci¨®n siria, los partidarios de Dios controlan la pr¨¢ctica totalidad de la gran barriada que se extiende al sur de Beirut, a excepci¨®n de Chiyah, el ¨²ltimo reducto de Amal, completamente rodeado por sus hermanos de religi¨®n y enemigos de hecho.
Asignatura pendiente
?Por qu¨¦ han esperado tanto las tropas sirias para venir en ayuda de su aliado? Los suburbios meridionales son adem¨¢s una asignatura pendiente para Damasco desde hace 15 meses. Al presidente sirio, Hafez el Asad, le interesa demasiado L¨ªbano, al fin y al cabo parte integrante de lo que fuera la gran S¨ªria, como para precipitarse en la jugada.
La intervenci¨®n siria comenz¨® ayer, algo que nadie dudaba, pero lo mas importante son las condiciones en las que se est¨¢n desplegando las fuerzas de Damasco. No hay que olvidar que Siria e Ir¨¢n son aliados en la esfera regional y que, como ha comentado un observador destacado en la zona, "el asunto es motivo de enfado, pero no de divorcio". Damasco sabe que una entrada a la fuerza provocar¨ªa un elevado n¨²mero de v¨ªctimas y una reacci¨®n, tanto popular como pol¨ªtica, contraria a su presencia en el pa¨ªs. Por otro lado, ha descartado la formaci¨®n de una fuerza conjunta sirio-iran¨ª, en un intento de evitar que aumente la influencia de los ayatol¨¢s -cuya llegada apadrinaron a?os atr¨¢s- en L¨ªbano.
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