El esp¨ªritu de tolerancia preside la 'cumbre'

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, encontr¨® ayer calor humano y un respeto sin precedentes en Mosc¨², al pisar por primera vez el pa¨ªs que un d¨ªa definiera como el imperio del mal, para celebrar su cuarta cumbre con el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov. Un clima de tolerancia, pese a las diferencias en cuestiones de derechos humanos y del cumplimiento de los acuerdos sobre Afganist¨¢n, marc¨® el primer d¨ªa de di¨¢logo entre el dirigente norteamericano, que declaraba su intenci¨®n de no venir como "profesor", y el l¨ªder sovi¨¦tico, que admit¨ªa como "bastante posible" una quinta cumbre con su interlocutor.

Los dos dirigentes, acompa?ados por sus respectivas esposas Raisa y Nancy, avanzaron sobre la alfombra roja que cruzaba el Sal¨®n de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, para encontrarse, bajo espl¨¦ndidas ara?as iluminadas, en el centro mismo del recinto de ceremonias m¨¢s importante de la URSS. La visita de Reagan -cinco d¨ªas de duraci¨®n, cuatro encuentros cara a cara con Gorbachov y un intento de acercarse lo m¨¢s posible al ciudadano sovi¨¦tico de a pie- acababa de empezar.Reagan, el primer presidente norteamericano que acude a la URSS desde que lo hiciera Richard Nixon en 1974, lleg¨® poco antes de las 14.00 horas al aeropuerto de Vnukovo, reservado a los h¨²espedes oficiales. Luc¨ªa un sol radiante y los Reagan se detuvieron unos segundos antes de bajar, cogidos de la mano, la escalerilla del avi¨®n que les hab¨ªa tra¨ªdo desde Helsinki. Andrei Gromiko, presidente del Soviet Supremo de la URSS y algunos miembros del Politbur¨® del PCUS, entre los que se encontraba Edvard Shevardnadze, el ministro de Asuntos Exteriores, dieren la bienvenida a los hu¨¦spedes, a quienes acompa?aba el secretario de Estado norteamericano, George Shultz.

La comitiva oficial, compuesta por los caracter¨ªsticos coches negros de lujo sovi¨¦ticos, los Zil, recorri¨® la distancia de 20 kil¨®metros que separa el aeropuerto del Kremlin. La ruta hab¨ªa sido decorada con banderas sovi¨¦ticas y norteamericanas y a ella hab¨ªan acudido curiosos, vigilados por un amplio contingente policial.

"C¨®mo han cambiado los tiempos", dec¨ªa el comentarista de la televisi¨®n sovi¨¦tica que trasmiti¨® en directo por el primer canal toda la ceremonia, incluidos los saludos intercambiados en el Kremlin por Gorbachov, de 57 a?os, y Reagan, de 77.

Gorbachov hizo un balance favorable, pero vago, de los resultados obtenidos gracias al di¨¢logo con el presidente. A su juicio, "se han quebrantado las arraigadas antipat¨ªas y se han debilitado los estereotipos habituales ligados a la imagen de enemigos". "La imagen humana de la otra naci¨®n es ahora visible de una forma m¨¢s clara. Esto es importante en si mismo", se?al¨® el dirigente sovi¨¦tico.

Gorbachov consider¨® que tanto ¨¦l como Reagan est¨¢n "obligados" a discutir de forma constructiva el conjunto de temas referentes a la reducci¨®n de las armas estrat¨¦gicas ofensivas en un 50%, manteniendo el tratado ABM [de limitaci¨®n de sistemas antimisiles] de l972". Mencion¨® tambi¨¦n la eliminaci¨®n de las armas qu¨ªmicas, la reducci¨®n de las fuerzas convencionales en Europa y la interrupci¨®n de las pruebas nucleares.

"Un largo camino"

"Hemos recorrido un largo camino para alcanzar este momento desde nuestro primer encuentro en Ginebra en noviembre de 1985", dijo despu¨¦s Reagan. "Es casi verano. Y algunas de estas semillas est¨¢n empezando a dar fruto, gracias al duro trabajo que ambos hemos hecho desde nuestro ¨²ltimo encuentro", dijo Reagan, que puso m¨¢s ¨¦nfasis que Gorbachov en los progresos ya realizados. "La lista de logros va m¨¢s all¨¢ de lo que muchos anticiparon. Creo que el mensaje es claro", afirm¨®.

Los derechos humanos fueron un tema de fricci¨®n en el primer encuentro personal mantenido por Reagan y Gorbachov, en compa?¨ªa de los taqu¨ªgrafos y traductores, durante una hora y 11 minutos. Los interlocutores no se pelearon y debatieron en un ambiente "amable, agradable y constructivo", dijo despu¨¦s el portavoz sovi¨¦tico Guenadi Guerasimov. El encuentro fue "afable y cordial", seg¨²n el portavoz norteamericano Marlin Fitzwater.

La URSS, que destaca los temas de armamento como prioritarios, ha dado se?ales de irritaci¨®n por la insistencia de Reagan en los derechos humanos. Guerasimov reproch¨® a Ronald Reagan el "no tener una idea concreta" de la situaci¨®n de los derechos humanos en la URSS. El portavoz no supo dar raz¨®n sobre las medidas aparentemente tomadas por la polic¨ªa sovi¨¦tica para impedir la llegada a Mosc¨² de un grupo de disidentes de Leningrado. Gorbachov sugiri¨® a Reagan la formaci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria bilateral para tratar sobre los derechos humanos en ambos pa¨ªses.

Otro tema de fricci¨®n es el cumplimiento de los acuerdos de Ginebra sobre Afganist¨¢n. La URSS ha emitido una nota de protesta oficial acusando a Pakist¨¢n de violar los acuerdos con un incremento de los suministros de armas a la resistencia armada al r¨¦gimen de Kabul. EE UU es, junto con la URSS, garante de estos acuerdos.

Mosc¨² ha sugerido que puede cambiar su pol¨ªtica en relaci¨®n a la retirada sovi¨¦tica en la medida en que, a su juicio, las otras partes del acuerdo no cumplan sus compromisos.