Europa, sin horarios

?Puede tener Europa un mercado ¨²nico antes de tener un ¨²nico horario de comidas? La firmeza de los europeos para comer a las tres de la tarde (Espa?a), o a las doce de la ma?ana (Alemania Occidental), o a la una de la tarde (Reino Unido) significa que el encontrar a un hombre de negocios ante la mesa de su despacho sea a menudo una conjetura. La hora de comer es s¨®lo parte del problema. En Grecia nadie llama por tel¨¦fono entre las dos y las cinco de la tarde, porque todo el mundo est¨¢ ech¨¢ndose una siestecita. Entonces, ?c¨®mo pueden hacer negocios los griegos con los alemanes, que empiezan a irse a casa a las cuatro de la tarde? Los problemas son iguales en los pa¨ªses europeos fuera de la CE. Los noruegos entran en la oficina a las ocho y se van a comer a las once. Cenan a una hora tan temprana como las cinco de la tarde. Los visitantes se quedan desconcertados, y hambrientos, a menudo cuando intentan salir a cenar a las nueve: los restaurantes est¨¢n a punto de cerrar. Los suizos comienzan tambi¨¦n cautivadoramente temprano. Los banqueros de Z¨²rich han sido famosos por tener citas a las siete de la ma?ana. Y se espera que el visitante llegue cinco minutos antes (excepto en Lausana, en donde llegar con 15 minutos de retraso es una tradici¨®n decadente de la Suiza francesa). Los brit¨¢nicos tienden a llegar a sus despachos a las 9.30, pero no les gusta que les llamen por tel¨¦fono a esa hora. Beben caf¨¦ mientras se reponen. 29 de mayo