Un norteamericano en el 'pueblo de Potemkin'
Falsas apariencias acogen a los Reagan en la URSS
Una mezcla de falsas apariencias y de realidades menos brillantes que las fingidas ha acogido a los esposos Reagan en Mosc¨², que vive con una combinaci¨®n de molestias y curiosidad la visita del m¨¢ximo dignatario norteamericano. Las molestias vienen de los atascos de tr¨¢fico y la restricci¨®n de los accesos a barrios enteros. La curiosidad es producida por los nuevos est¨ªmulos occidentales que han precedido y acompa?an la visita presidencial.
PILAR BONET, Los rusos tienen viejas palabras para designar las realidades ficticias, creadas con el ¨²nico objeto de impresionar al visitante. Pokozuja y el pueblo de Potemkin son dos de ellas. Pokozuja es un t¨¦rmino dificil de traducir, que se emplea cuando los estamentos oficiales quieren hacer creer a quienes les visitan que todo marcha perfectamente en sus dominios. El pueblo de Potemkin tiene su origen en los decorados que el conde Poternkin, uno de los favoritos de Catalina II, mont¨® a lo largo del Dnieper para que la zarina viera pueblos limpios y campesinos satisfechos mientras viajaba a lo largo del r¨ªo.La pokozuja estuvo presente ayer en la visita que Nancy Reagan efectu¨® a la escuela n¨²mero 29 de Mosc¨², especializada en la ense?anza del ingl¨¦s y situada en uno de los barrios habitados por la elite pol¨ªtica y cultural sovi¨¦tica.
Pocas semanas antes de que llegara Nancy, la escuela fue objeto de un lavado de cara. Le pintaron las paredes, revistieron la entrada con granito y la dejaron a punto para la primera dama norteamericana sin tener en cuenta las molestias que ocasionaban a los alumnos en v¨ªsperas de ex¨¢menes.
Otro fen¨®meno semejante sucedi¨® en la Casa de los Literatos, cuyas inmediaciones fueron bien asfaltadas con vistas al encuentro que Reagan debe mantener aqu¨ª hoy con la flor y nata de los escritores sovi¨¦ticos.
Novedades de Mosc¨², uno de los semanarios que va a la cabeza de la pol¨ªtica de glasnost (transparencia informativa), se atrevi¨®, en su edici¨®n rusa, a utilizar la palabra pokozuja y a criticar la situaci¨®n en un art¨ªculo titulado El presidente viene a vemos, que apareci¨® censurado en la versi¨®n castellana del semanario. "Estoy a favor de un asfaltado llano, pero que sea en todas las calles", escrib¨ªa el autor, Mijail Sheveliov, para quien "la dignidad y el prestigio nacional no deben afirmarse con la consigna de "lo sovi¨¦tico es lo mejor", sino con el respeto a los ciudadanos propios. Sheveliov consideraba que el cierre de calles es "ultrajante para todos nosotros". Le consolaba, sin embargo, que los intentos de aparentar emprendidos antes de la visita de Reagan no Regasen al nivel de los que se hicieron en 1972 ante la primera visita de Richard Nixon, apodado el arquitecto de Mosc¨² por los moscovitas.
Algunos de los alumnos de la escuela n¨²mero 29 dijeron ayer a los periodistas que estaban muy contentos de la visita de la esposa de Reagan, porque hab¨ªan obtenido sillas, mesas e instrumentos musicales nuevos.
Sin ex¨¢menes
Los ni?os, que cantaron la canci¨®n americana Yankee doodle y representaron un fragmento de Blancanieves y los siete enanitos, explicaron que este a?o no han tenido ex¨¢menes de historia debido a la discusi¨®n en marcha sobre este tema. "Nos han suprimido el examen de historia debido a la glasnost".
"La historia est¨¢ cambiando", dijo un alumno. En tanto se escriben los nuevos textos de historia, las clases han sido impartidas a base de recortes de peri¨®dicos, y han estado relacionadas con Nikolai Bujarin y el libro de Gorbachov, explicaron los ni?os.
Nancy Reagan estuvo almorzando en la localidad de Peredelkino, en la dacha del escritor Andrei Vosnezenski, tras visitar la tumba del poeta Boris Pasternak, autor de Doctor Zhivago, de ese pueblo vecino a Mosc¨².
Un total de doce platos, donde la cocina rusa tradicional fue la nota predominante, compon¨ªan el regio menu que los Gorbachov ofrecieron ayer a los Reagan en la cena de gala celebrada en la sala de las Facetas del Kremlin, un recinto abovedado y decorado con frescos, donde en el pasado los zares recib¨ªan a los embajadores. La cena se inici¨® con caviar negro y concluy¨® con vinos de marca georgianos y co?¨¢ armenio de once a?os. Entre los manjares hubo pasteles de pescado o rastegai, filete de pav¨®, oreja a la suzdal, crema de esp¨¢rragos, lucioperca con cangrejo, ternera estofada y parfait de ciruelas.
A todo eso, en Mosc¨² se vende hoy pizza norteamericana, Astro pizza, en una furgoneta ambulante con matr¨ªcula de Tejas, producida por una empresa mixta.
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