La ¨²ltima humillaci¨®n racial del siglo XX
El Partido Nacional surafricano celebra el 40? aniversario de su llegada al poder y de la puesta en pr¨¢ctica de las teor¨ªas del 'apartheid'
En su ¨²ltimo discurso electoral, cuatro d¨ªas antes de la votaci¨®n del 26 de mayo de 1948, el entonces primer ministro, general Jan Smuts, declar¨®: "El apartheid es un loco concepto nacido del prejuicio y del miedo, que puede crear y provocar un comunismo nativo y terminar en una Sur¨¢frica totalmente negra". En aquellas elecciones, hace ahora 40 a?os, el Partido Nacional obtuvo una victoria, con cinco esca?os de ventaja, sobre el Partido Unido, que encabezaba Smuts. Actualmente todav¨ªa permanece en el poder, y parece que va a seguir ah¨ª hasta la celebraci¨®n de su 50? aniversario.
En dos a?os, el primer ministro D. F. Malan comenz¨® a poner en pr¨¢ctica sus teor¨ªas de separaci¨®n racial, apartheid, de la ¨²nica manera pol¨ªtica que requer¨ªan las leyes raciales, discriminando entre negros y blancos y manteniendo a los negros aparte, como estaba previsto en la legislaci¨®n. El apartheid, escribi¨® un investigador pol¨ªtico de la universidad de El Cabo, Herman Gilliomee, representa en los ¨²ltimos tiempos "la ¨²ltima humillaci¨®n racial del siglo XX". El Partido Nacional lo introdujo en la legislaci¨®n de Sur¨¢frica en sus varias formas: la ley de registros de la poblaci¨®n, forzando a que todas las personas fueran clasificadas por raza; la ley de zonas comunitarias, que establec¨ªa que cada grupo racial tuviese sus propios barrios, escuelas y hospitales; leyes de pases... Descart¨® el voto de las personas de color y de raza mezclada y suprimi¨® a los tres ministros y cuatro senadores que representaban a los negros.El primer ministro Hendrik Verwoerd, considerado como el arquitecto del gran apartheid, redact¨® el Bantustan, plan de 10 patrias tribales independientes en las que la mayor¨ªa negra tendr¨ªa derechos pol¨ªticos. Se pretend¨ªa, seg¨²n el ex ministro Connie Mulder, que todos los negros se convirtieran en ciudadanos de una patria, y que no hubiera un solo negro con nacionalidad surafricana. Este plan no ha funcionado. Las nacionalidades o patrias son inviables, y los Estados monigote de Sur¨¢frica no tienen un reconocimiento internacional.
El actual presidente, Pieter Botha, en los ¨²ltimos 10 a?os ha efectuado cambios dram¨¢ticos en el sistema del apartheid. La acusaci¨®n de que se practica el apartheid ha irritado al Gobierno, que repetidamente ha manifestado: "El apartheid est¨¢ muerto". En la apertura del Parlamento en 1986, Botha dijo: "Nosotros hemos desarrollado el anticuado concepto de apartheid'.
Ruptura del partido
Los cambios que se han realizado han ido tan lejos y han sido tan radicales que se rompi¨® el Partido Nacional y se form¨® el Partido Conservador, que ahora es la oposici¨®n oficial blanca en el Parlamento. Se considera a s¨ª misma como la defensora del verdadero apartheid y promete invertir las reformas introducidas por el Gobierno de Botha.Pieter Botha, que lleg¨® al Parlamento en 1948, actualmente est¨¢ al frente de un partido completamente diferente, que se parece m¨¢s al Partido Unido de Smuts de hace 40 a?os. El presidente se ha dedicado a deshacer lo que ha llamado el "mezquino y pernicioso apartheid', pero en una mayor escala. Ya se han suprimido el control de los movimientos de poblaci¨®n y los salvoconductos. Los blancos y los negros se pueden casar -aunque no es f¨¢cil encontrar un sitio donde vivir debido a que la ley de zonas para comunidades o grupos no ha sido desechada. Se pueden fijar algunas zonas grises donde pueden vivir todas las razas, pero esto s¨®lo ocurre en las grandes ciudades, que, por necesidad, han tenido que integrarse.
El Gobierno del Partido Nacional ha reconocido a los sindicatos de los negros y ha abolido las desigualdades que hab¨ªa en la estructura de salarios. El sue?o vano de Connie Mulder de una Sur¨¢frica de s¨®lo blancos se ha desvanecido. Los indios y gentes de color tienen un voto y pueden elegir a sus propios representantes para sus propios Parlamentos. Pero el Partido Nacional no tiene ninguna intenci¨®n de renunciar a su control del poder ni de permitir que una mano que no sea blanca conduzca el tim¨®n.
De ser una naci¨®n respetada internacionalmente en 1948, con un r¨¦cord en la guerra contra Alemania y cuyo primer ministro era un miembro del gabinete de guerra y uno de los fundadores de las Naciones Unidas, Sur¨¢frica simplemente ha pasado a ser, 40 a?os despu¨¦s, un pa¨ªs sin apenas amigos en el mundo.
Estos 40 a?os han lanzado al aire nombres como Sharpeville y Soweto, que representan cientos de muertos en confrontaciones con la polic¨ªa. Cientos de miles de oponentes al Gobierno y a su pol¨ªtica racial, la mayor¨ªa negros, han sido detenidos sin juicio alguno a lo largo de estos a?os. Las sanciones se han convertido en una realidad, y cientos de j¨®venes y talentos han dejado, como resultado de esta pol¨ªtica del Gobierno, que sus tierras enriquezcan a otros pa¨ªses, seg¨²n Helen Suzman, que en el Parlamento ha luchado contra la pol¨ªtica segregacionista. En los ¨²ltimos tres a?os, las fuertes medidas de emergencia han reprimido a la oposici¨®n activista negra y han puesto un bozal a la Prensa.
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