Reagan alienta a los disidentes sovi¨¦ticos a redoblar sus protestas
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha convertido la pol¨¦mica cuesti¨®n de los derechos humanos en el eje de la cumbre de Mosc¨² con Mijail Gorbachov. Ayer, en una entrevista mantenida con disidentes pol¨ªticos y religiosos, les alent¨® a redoblar sus protestas contra el r¨¦gimen sovi¨¦tico y advirti¨® a ¨¦ste que no habr¨¢ progreso en las relaciones con Estados Unidos si no revisa su actitud respecto al respeto de los derechos humanos.
El clima de cordialidad que presidi¨® la primera de las cinco jornadas de la cumbre de Mosc¨² se vino abajo ayer. El l¨ªder sovi¨¦tico rechaz¨® "la injerencia en los asuntos internos de otros pa¨ªses y los intentos de dar lecciones".Gorbachov rechaz¨® la lista de 14 casos de violaci¨®n de los derechos humanos presentada por Reagan. "Ya tenemos demasiadas listas", dijo. Simult¨¢neamente, el diario Pravda ilustraba el concepto oficial sovi¨¦tico de c¨®mo se respetan los derechos del hombre en EE UU con una foto de un negro cubierto de harapos pidiendo limosna ante la Casa Blanca.
Reagan, por otra parte, aprovech¨® su visita al monasterio ortodoxo de Danilov para pedir que se abran al culto "miles de iglesias cerradas en la URSS o utilizadas para fines civiles".
El El segundo encuentro, ayer, entre los maximos dirigentes de las dos superpotencias se dedic¨® al control de armamentos. Se registraron peque?os avances hacia un tratado de reducci¨®n de las armas nucleares de largo alcance (que, no obstante, no se Firrnar¨¢ en esta cumbre) y hubo un aut¨¦ntico di¨¢logo de sordos sobre la pol¨¦mica Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica.
Entre tanto, las tensiones internas en la URSS ante la pr¨®xima, conferencia del partido comunista tuvieron ayer un nuevo reflejo: unas declaraciones a la radiotelevisi¨®n estatal brit¨¢nica, BEC, de Boris Eltsin, exjefe del partido en Mosc¨² y recientemente destituido de su cargo en el Presidium del Soviet Supremo. Eltsin, considerado un exaltado de la perestroika, lo que le cost¨® su cabeza pol¨ªtica, pidi¨® expresamente el cese del n¨²mero dos del PCUS, Egor Ligachov, y se lament¨® de que Gorbachov no saliera en su defensa cuando el jefe del ala dura del r¨¦gimen lanz¨® contra ¨¦l una operaci¨®n de "acoso y derribo". P¨¢ginas 2 a 5
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