Cante de alto vuelo

FLAMENCOGran sesi¨®n de cante la que nos ofrecieron en San Fernando (Madrid) con motivo de las fiestas patronales. Cuando los cantaores van por derecho, dispuestos a la entrega m¨¢xima, y adem¨¢s son solventes, lo l¨®gico es que ocurra as¨ª.Junto a los profesionales, un aficionado residente en la localidad. Paco Rabad¨¢n es un cantaor interesante que se especializa en los g¨¦neros malague?os y levantinos, y en ellos est¨¢ alcanzando cotas de muy estimable calidad. Prueba de ello es que en 198 gan¨® el primer premio de malague?as en el Festival del Cante de las Minas. En San Fernando acredit¨®, una vez m¨¢s, su conocimiento y buena ejecuci¨®n por esos palos.

De La Uni¨®n vino Encarnaci¨®n Fern¨¢ndez, gran art¨ªfice de los cantes minerolevantinos. Con su espl¨¦ndida voz, que juega sugestivamente desde el grito hasta tonalidades mucho m¨¢s c¨¢lidas, estilos como la minera, la murciana o la levantina tienen en ella una int¨¦rprete excepcional que cautiva al p¨²blico.

Dedic¨® un cante a Pencho Cros, el maestro de esa zona cantaora que acaba de superar las grav¨ªsimas consecuencias de una infortunada intervenci¨®n quir¨²rgica. Por cierto, ?para cu¨¢ndo el homenaje que el Festival de Cante de las Minas debe a Pencho Cros?

Magistrales, una vez m¨¢s, Chaquet¨®n, Carmen Linares y Menese. El gaditano fue ese cantaor profundo, serio, que da grandeza a cuanto hace. Carmen Linares brill¨® en todo momento, especialmente en los tientos y los tangos de Granada. Y Menese hizo s¨®lo tres de sus cantes mayores -ton¨¢, petenera y siguiriya-, suficientes para ponernos en vilo.

Gran noche de toque tambi¨¦n. Eminente, caudaloso, Enrique de Melchor. No tan rica la guitarra de Fern¨¢ndez, aunque siempre eficaz para acompa?ar al cante.