A la medida de los socialistas
El PS, favorito en las elecciones legislativas francesas, cuya primera vuelta se celebra ma?ana
Los franceses ir¨¢n ma?ana a las urnas, en la primera vuelta de las elecciones de las que saldr¨¢n los nuevos 577 diputados de una Asamblea Nacional que, muy probablemente, tendr¨¢ claro color socialista. Convocados apresuradamente por el presidente Fran?ois Mitterrand a los seis d¨ªas de su reelecci¨®n, estos comicios no han conseguido despertar el inter¨¦s de los ciudadanos, fatigados despu¨¦s de m¨¢s de tres meses de campa?a electoral.
El nuevo mapa parlamentario que surgir¨¢ el 12 de junio, d¨ªa de la segunda vuelta de las elecciones, debe dar carta de naturaleza a la apertura al centro iniciada por Mitterrand con el nombramiento del socialista moderado Michel Rocard como primer ministro y de la entrada de unos pocos ministros centristas en el Gobierno.El Partido Socialista necesita 289 diputados para conseguir la mayor¨ªa parlamentaria imprescindible para gobernar c¨®modamente. Todos los sondeos auguran m¨¢s de 300 diputados, incluso hasta 410, a los socialistas y a los pocos centristas que han accedido a incorporarse a sus listas, denominadas Mayor¨ªa presidencial por una Francia unida, en evocaci¨®n del eslogan electoral utilizado por Mitterrand durante su campa?a. Una parte de los candidatos de la lista Union du Rassemblement et du Centre (URC), formada por los ex diputados de las dos grandes formaciones de la mayor¨ªa conservadora que ha gobernado entre 1986-1988, la Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) y la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), podr¨ªa incorporarse posteriormente a la nueva mayor¨ªa presidencial nucleada en torno al socialismo. Pero una mayor¨ªa socialista excesiva dificultar¨ªa, precisamente, la incorporaci¨®n de nuevos centristas a la gran maniobra de apertura proyectada por Mitterrand.
Un centro independiente
La aparici¨®n de un centro independiente, capaz de llegar a alianzas parlamentarias o de gobierno con los socialistas, no se producir¨¢, sin embargo, inmediatamente despu¨¦s de las elecciones legislativas, todav¨ªa muy condicionadas por las alianzas locales entre las distintas fuerzas de derecha y de centro para hacer frente a los socialistas, que han funcionado en los ¨²ltimos siete a?os, y que a¨²n juegan en las actuales legislativas. La mayor¨ªa RPR-UDF hab¨ªa firmado con el Frente Nacional numerosos acuerdos locales y regionales, destinados ahora a desaparecer paulatin amente. Seg¨²n la mayor parte de observadores, la celebraci¨®n de las elecciones municipales en 1989 ser¨¢ el momento en que se consagrar¨¢ el cambio de alianzas, y se configurar¨¢ de verdad un centro-izquierda. Mientras tanto, Michel Rocard ha manifestado su intenci¨®n de gobernar en el centro izquierda, aunque no exista una fuerza centrista capaz de aceptar el reto de la apertura. Rocard ha dirigido una carta a todos sus ministros propugnando el consenso en la elaboraci¨®n de las propuestas de leyes y exigiendo la eliminaci¨®n del sectarismo ideol¨®gico en los nombramientos.En las elecciones de ma?ana se juega, principalmente, el futuro de las actuales fuerzas de derecha, que pueden verse sometidas a todo tipo de fracciones y de fugas de diputados, principalmente en el caso de la UDF, donde pugnan grupos dispuestos a colaborar con Mitterrand, sectores intransigentes y dispuestos a crear un partido de derecha unificado con el RPR del ex primer ministro Jacques Chirac -y personalidades como el ex presidente Giscard d' Estaing o el ex pniner ministro Raymond Barre, que quisieran liderar una formaci¨®n centrista auton¨®ma, capaz de dictar condiciones de alianza a derecha o a izquierda, al estilo de los liberales de la Rep¨²blica Federal de Alemania.
Todos estos movimientos se ver¨¢n condicionados por el comportamiento de una parte de los candidatos de la URC, que han firmado acuerdos locales, normalmente secretos, con la ultraderecha del Frente Nacional para intentar vencer a los candidatos socialistas. El partido de Jean-Marie le Pen necesita los votos de la derecha cl¨¢sica para conseguir situar alg¨²n diputado en la Asamblea Nacional, pero no est¨¢ dispuesto a retirar sus candidatos entre la primera y la segunda vuelta si no hay gestos rec¨ªprocos por parte de la URC en otras circunscripciones. Los comunistas, por su parte, pueden contar con una presencia parlamentaria m¨ªnima.
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