El sindicato clandestino de la Guardia Civil empieza a organizarse en Euskadi
Los portavoces del clandestino Sindicato Unitario de la Guardia Civil (SUGC) consideran que el instituto armado se ha retirado ya, de hecho, del Pa¨ªs Vasco, ya que su principal tarea es la autoprotecci¨®n y el mantenimiento de una red de infraestructura para las unidades antiterroristas. Pero lo que m¨¢s preocupa a la mayor¨ªa de los guardias es lo que pasa dentro, el autoritarismo y el militarismo de los mandos. El sindicato, que carece de reconocimiento legal, ha comenzado a organizarse entre las fuerzas destacadas en el Pa¨ªs Vasco.
Impedir la organizaci¨®n de un sindicato en la Guardia Civil se ha convertido, para los responsables del Ministerio de Interior, en un objetivo prioritario. Una circular de la Secretar¨ªa de Estado para la Seguridad fechada el 20 de abril pasado, con instrucciones destinadas a mejorar la seguridad ciudadana, insta a "rechazar tajantemente" cualquier iniciativa dirigida a este fin. Los agentes han sido advertidos de que ni siquiera en conversaciones privadas es conveniente referirse al sindicato.Los sindicalistas del SUGC, sin embargo, creen que "el reconocimiento de un sindicato beneficiar¨ªa a los guardias, pero tambi¨¦n a la sociedad". Los entrevistados muestran los carn¨¦s que les acreditan como miembros del cuerpo. "Para que luego no digan en el Ministerio de Interior que podemos ser figurantes disfrazados de guardias", dicen.
"La gente no se da cuenta de que somos los parias del cambio", afirman. "En Espa?a, en los ¨²lt:imos 10 a?os se ha transformado todo menos la Guardia Civil. La democracia se ha quedado en la puerta de nuestros cuarteles. El PSOE nos ha decepcionado".
El sindicato denuncia la escasa seguridad en muchas casas cuartel, y critica el sistema mismo de concentraci¨®n de guardias y familias. "Son verdaderos guetos para mantenernos aislados del resto de los ciudadanos", explican, "y constituyen un blanco perfecto. Pero sirven para tener a los guardias siempre disponibles, de d¨ªa o de noche, sin problemas de horarios ni turnos. All¨ª dentro no hay derechos".
Las quejas se extienden a la falta de entrenamiento espec¨ªfico para los agentes enviados a Euskadi. El que se recibe en el centro de Hondarribia (Guip¨²zcoa) es, para ellos, "inadecuado, ineficaz y contraproducente. Obstaculiza la integraci¨®n en la sociedad y estimula la idea de una situaci¨®n preb¨¦lica, cuando lo que existe en el Pa¨ªs Vasco es una lucha contra un tipo espec¨ªfico de delincuencia", afirman.
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