El pacto antiterrorista sale a la calle
Los asesinatos de ETA en Eibar y Elg¨®ibar acent¨²an el acoso a Herri Batasuna
Apenas 24 horas antes de que se cumpliera el vig¨¦simo aniversario de su primer choque armado, ETA perpetraba en Elg¨®ibar (Guip¨²zcoa) lo que quiz¨¢ deba anotarse en el futuro como su m¨¢s grave error. Era el segundo asesinato de un civil en la comarca del Bajo Deva en menos de 15 d¨ªas. La organizaci¨®n terrorista desafiaba abiertamente la protesta de miles de vecinos que pocos d¨ªas antes desfilaban por las calles de ?ibar tras una pancarta escueta: "Contra ETA".
A los funerales por las dos v¨ªctimas ha sucedido una enconada pelea pol¨ªtica y ciudadana, responsabilizando directamente a Herri Batasuna (HB), para tratar de limpiar el nombre de los dos peque?os empresarios. Partidos, sindicatos y grupos sociales intentan evitar la segunda muerte, la ignominia p¨²blica que sucede a la eliminaci¨®n f¨ªsica cuando la v¨ªctima queda archivada entre los enemigos del pueblo vasco, en este caso como supuestos distribuidores de droga.La conmoci¨®n popular tras los dos atentados sucesivos consigui¨® trasladar a la calle el pacto contra el terrorismo suscrito el pasado enero en Vitoria. El frente unido de todas las fuerzas pol¨ªticas locales dejaba a HB en el m¨¢s completo aislamiento, bajo acusaciones cruzadas de cinismo y colaboraci¨®n directa en la justificaci¨®n de los cr¨ªmenes.
El p¨²blico que llenaba el sal¨®n de plenos de Elg¨®ibar no abucheaba a los representantes de la mayor¨ªa como suele ser habitual, sino a los dos concejales de la coalici¨®n radical. El tercero, Javier Gabilondo, no acudi¨®. Le un¨ªa una relaci¨®n amistosa con el hombre cuyo asesinato se debat¨ªa. Los corporativos y los militantes destacados de la coalici¨®n son ahora increpados en la calle y se ven envueltos con frecuencia en virulentas discusiones.
Patxi Zabaleta, representante en Elg¨®ibar de la compa?¨ªa de seguros Mapfre, viv¨ªa preocupado desde que el 25 de mayo fue abatido en ?ibar Sebasti¨¢n Aizpiri. Ambos eran amigos, pero desde meses antes hab¨ªa algo m¨¢s que les un¨ªa. Unas pintadas an¨®nimas en las paredes de Elg¨®ibar les acusaban de camellos. Una tercera persona, Miguel Larra?aga Aizpitarte, primo de Zabaleta y copropietario con ¨¦l de la discoteca Guass, hab¨ªa sido objeto de la misma acusaci¨®n de tr¨¢fico de drogas. Luego, los rumores populares involucraron a otra media docena.
Zabaleta, de 42 a?os, casado y padre de dos hijos, no consider¨® la posibilidad de abandonar Euskadi ni siquiera despu¨¦s del funeral de Aizpiri. Su reacci¨®n no ten¨ªa nada que ver con la de un culpable. Ni se fue de Elg¨®ibar, ni vari¨® sus h¨¢bitos, ni renunci¨® a recorrer los bares de la localidad en animada tertulia con su cuadrilla de amigos. En cambio, aceler¨® las gestiones para tratar de conseguir una entrevista con un representante de ETA.
Demostrar su inocencia
"Quer¨ªa demostrar a toda costa su inocencia y estaba dispuesto a cruzar la frontera para dar la cara y aclarar las imputaciones an¨®nimas", explica Mikel Larra?aga, ex alcalde de ?ibar y dirigente comarcal de Eusko Alkartasuna (EA). Larra?aga, amigo ¨ªntimo de Aizpiri y Zabaleta, le hab¨ªa animado en esta gesti¨®n El agente de seguros le confirm¨® en su ¨²ltima charla que ir¨ªa el martes d¨ªa 7 "al otro lado" de la frontera, donde hab¨ªa concertado una entrevista a trav¨¦s de un alto dirigente de HB.El 6 de junio, sobre las nueve y cuarto, una decena de personas re¨ªan a carcajadas en el bar Udaberri (Primavera), en la calle de Pedro Miguel Urruzuno, uno de los chistes que hab¨ªan hecho tan popular a Kakatxa, mote con el que Zabaleta era conocido por el caser¨ªo donde naci¨®. Minutos despu¨¦s, fallec¨ªa en la ambulancia que le trasladaba a Bilbao con la cabeza destrozada por dos balazos. ETA no le hab¨ªa concedido tiempo suficiente para "dar la cara".
Posiblemente nunca llegue a saberse si hab¨ªa logrado concertar el encuentro con el portavoz de la organizaci¨®n terrorista. Su viuda, Mar¨ªa Luz Rojo, ha revelado que ten¨ªa previsto visitar al abogado l?aki Esnaola, miembro de la Mesa Nacional de HB. ?ste niega saber nada del asunto. Un antiguo cliente de Esnaola, que se ofreci¨® para gestionar la reuni¨®n por cuenta de Zabaleta, confirma que trat¨® de hablar con el abogado, pero no logr¨® localizarle.
El escenario para la nueva campa?a de asesinatos no ha sido escogido al azar. Al menos cinco j¨®venes heroin¨®manos han fallecido en Elg¨®ibar a causa del SIDA en los ¨²ltimos a?os. La epidemia yonky y sus secuelas ha dejado heridas de frustraci¨®n y de impotencia en muchas familias. Pero pr¨¢cticamente ninguno de los 12.000 vecinos cree en la vinculaci¨®n de Aizpiri o de Zabaleta con el tr¨¢fico de drogas, y muchos recuerdan que la discoteca de este ¨²ltimo y de su primo Larra?aga era para muchos padres un lugar "de confianza" para la diversi¨®n de sus hijos, precisamente porque all¨ª no se permit¨ªa ni siquiera fumar un porro.
Temor
Algunas de las personas involucradas en las acusaciones an¨®nimas han abandonado temporalmente Elg¨®ibar. Miguel Larra?aga se ha trasladado a otra ciudad vasca, despu¨¦s de participar en el funeral de su primo.El alcalde, Jos¨¦ Ignacio Elkoroiribe, perteneciente al Partido Nacionalista Vasco (PNV) y amigo de la ¨²ltima v¨ªctima desde la escuela primar¨ªa, extrav¨ªa la mirada cuando contesta, desconcertado, que no sabe si puede perpetrarse un nuevo asesinato contra alguno de los se?alados por el rumor o la pintada.
M¨¢s expl¨ªcito, el portavoz municipal de EA, Jos¨¦ Luis Soraluze, amigo tambi¨¦n de Zabaleta desde la infancia, cree que ETA "est¨¢ echando un pulso a la mayor¨ªa del pueblo y as¨ª debemos entenderlo antes de que sea demasiado tarde". Soraluze admite que "en Euskadi hemos comprendido y justificado demasiadas cosas y hemos aguantado demasiados cr¨ªmenes, quiz¨¢ porque en el fondo confi¨¢bamos en ETA"..
La crispaci¨®n y la amargura de los representantes municipales nacionalistas de Elg¨®ibar tras los atentados y el choque p¨²blico con HB se acrecienta cuando recuerdan que el Ayuntamiento trabajaba hasta ahora con un grado elevado de acuerdo y de consenso en la gesti¨®n. El ¨²ltimo presupuesto fue aprobado por unanimidad.
Los 17 concejales, todos nacionalistas de distintas corrientes a excepci¨®n de tres socialistas, se fueron luego a cenar juntos y revueltos a una sociedad popular. El portavoz de HB ofici¨® de cocinero. Tendr¨¢n que pasar muchos a?os para que la escena pueda repetirse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.