Los ¨²ltimos estertores de la prepotencia pol¨ªtica
Los electores franceses humillan a sus dirigentes
La prepotencia pol¨ªtica agoniza en Francia. As¨ª lo han decidido 38 millones de ciudadanos votantes -acudiendo a las urnas o durmiendo la siesta el 30%- en los cuatro escrutinios que comenzaron el 24 de abril con la primera ronda presidencial. Son los mismos franceses que hace siete a?os piropearon a Fran?ois Mitterrand con el regalo supremo de la presidencia de la Rep¨²blica. Fue cuando el llamado De Gaulle de izquierdas se atrevi¨® a formular una de las m¨¢s estruendosas bobadas de su medio siglo en la arena p¨²blica. " a sociedad civil es igual a la sociedad pol¨ªtica en Francia", dijo.
Mitterrand crey¨® o quiso hacer creer en aquellos momentos que, para siempre, Francia ya no pod¨ªa ser m¨¢s que de la izquierda que iba a "romper con el capitalismo". El mismo Mitterrand, siete a?os despu¨¦s, tras la zurra propinada por sus conciudadanos a todo el plantel pol¨ªtico del pa¨ªs en las cuatro votaciones sucesivos de las semanas pasadas, se prepara para dialogar humildemente con los denominados centristas y as¨ª intentar formar una mayor¨ªa parlamentaria para realizar la labor m¨¢xima de la que son partidarias todas las formaciones pol¨ªticas del pa¨ªs, menos la comunista: prepararse para el reto europeo de 1993.La prepotencia pol¨ªtica m¨¢s insolente ha sido una constante de la V Rep¨²blica. Su primera versi¨®n la encarn¨® el llamado Estado-UNR, que fue el gaullismo de la d¨¦cada dorada de los a?os sesenta. La continuaci¨®n corri¨® a cargo del malogrado presidente (muerto de c¨¢ncer ¨®seo) Georges Pompidou. Vino despu¨¦s la prepotencia del Estado giscardiano, centrada m¨¢s en su familia que en su reducido Partido Republicano. En 1981, la prepotencia se llam¨® Estado-PS o mitterrandismo; fue cuando uno de sus exegetas, hoy ministro, Paul Quilez, lleg¨® a vocear "hay que cortar cabezas". Por fin, durante los dos ¨²ltimos a?os de cohabitaci¨®n, Francia padeci¨® el Estado-RPR o chiraquista.
Tras la victoria tirando a triunfa? de Mitterrand en las recientes presidenciales, al hombre reelegido por su talante de "sabio y sensato patriarca" no se le ocurri¨® cosa mejor que provocar unas elecciones legislativas para conseguir la mayor¨ªa en la Asamblea. Y, con ello, practicar a su gusto la "apertura" y la "uni¨®n de los franceses", que fueron los lemas determinantes de su campa?a electoral.
Los franceses, temiendo otra nueva edici¨®n de la prepotencia que suelen dar las mayor¨ªas aplastantes a los comilones de la pol¨ªtica, han dicho no. El poder legislativo ha sido repartido equitativamente entre las dos grandes alianzas que pueden gobernar el pa¨ªs; nadie tiene la mayor¨ªa absoluta necesaria. Y, desde anteanoche, este pa¨ªs es como que invent¨® el premio Nobel de Literatura Samuel Beckett cuando se hizo c¨¦lebre con su obra maestra Esperando a Godot. Godot se supone que es un dios que, en la obra, nunca llega, por mucho que se le espera. Francia est¨¢ . esperando a Mitterrand" porque s¨®lo ¨¦l puede decidir, como prometi¨®, en qu¨¦ consiste la apertura y cu¨¢ndo la va a fabricar.
Lo que har¨¢ Mitterrand nadie lo sabe con certeza. Lo que si parece evidente es lo que no puede hacer tras las provechosas experiencias de su primer septenato: ni aliarse con los comunistas ni con el partido neogaullista; ninguno de los dos lo desean tampoco. Le queda el centro y los liberales de Val¨¦ry Giscard d'Estaing, que ha reiniciado la reconquista del El¨ªseo.
Nada hasta septiembre
El domingo 12, por primera vez en su historia, el Centro Dem¨®crata y Social (CDS) consigui¨® un n¨²mero sustancial de diputados (58), m¨¢s que suficiente para formar una mayor¨ªa absoluta con los socialistas. Todos sus l¨ªderes, empezando por el m¨¢s conocido, el ex primer ministro Raymond Barre, se han convertido en una modelo de moderaci¨®n, como los socialistas por su parte. Seg¨²n informaciones provenientes del Gobierno de Rocard, el planteamiento de la apertura ser¨ªa el siguiente, de acuerdo con los deseos de Mitterrand: hasta las vacaciones de verano no habr¨¢ debate parlamentario que comprometa al Gobierno minoritario actual. En septiembre se celebrar¨¢n las elecciones cantonales, en las que votar¨¢ la mitad de Francia, y en este momento comenzar¨ªa la creaci¨®n sobre el terreno de alianzas socialistas / centristas que se extrapolar¨ªan semanas m¨¢s tarde al plano nacional gubernamental.El centrismo actual en Francia no tiene mucho que ver con su origen democristiano tras la II Guerra Mundial, cuando se llam¨® Movimiento de los Republicanos de Progreso (MRP). Ya entonces se ali¨® con la SFIO, partido socialista de dicha ¨¦poca. Luego se diluy¨® hasta que en 1965 Jean Lecanuet lo sac¨® del olvido con su 15% de votos.
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