La hora feliz

Es una oferta especial de algunos establecimientos de Benidorm para el turismo extranjero: dos cubalibres por el precio de uno. La llaman happy hour, la hora feliz, y quienes la frecuentan acaban a menudo en los calabozos de la polic¨ªa. El exagerado consumo de alcohol por parte de algunos visitantes del Reino Unido a quienes los operadores tur¨ªsticos canalizan en grandes cantidades hacia Espa?a a precios muy reducidos, degenera a veces en reyertas, agresiones y esc¨¢ndalos. El deterioro de la imagen de aquel pa¨ªs preocupa a las autoridades brit¨¢nicas.

Vienen del Reino Unido en vuelos organizados por los tour operators a precios barat¨ªsimos. Su capacidad econ¨®mica suele ser baja y sus ansias de expansi¨®n, a veces, excesivas. Sexo, sol y alcohol son los componentes del t¨®pico que se traen de su pa¨ªs sobre lo que puede ofrecerles Benidorm. M¨¢s de un mill¨®n de s¨²bditos de Su Majestad brit¨¢nica visitar¨¢n en 1988 esta ciudad tur¨ªstica de la comarca valenciana de La Marina Baixa. Y algunos, m¨¢s de los que resultar¨ªa l¨®gico esperar, tendr¨¢n encontronazos con la polic¨ªa."El problema es que beben hasta caerse muertos", explica un polic¨ªa con experiencia en la cuesti¨®n. Una experiencia que comparten, con aire de curtidos veteranos, las autoridades municipales, los responsables de la seguridad ciudadana y los hosteleros de la zona. "Recogimos en una ocasi¨®n a un hombre que parec¨ªa muerto", explica un inspector, "avisamos al m¨¦dico y nos dijo que sufr¨ªa un coma alcoh¨®lico. Le pusieron una inyecci¨®n y se recuper¨® en unas horas".

Los m¨¢s alborotadores

Tanto las fuentes consulares brit¨¢nicas como las autoridades locales y gubernativas intentan situar el problema en sus justos t¨¦rminos. "Es l¨®gico que sean mayor¨ªa los brit¨¢nicos que protagonizan acciones violentas si tenemos en cuenta que son tambi¨¦n una gran mayor¨ªa entre los turistas extranjeros en Benidorm". Sin embargo, la opini¨®n de que resultan los m¨¢s alborotadores es un¨¢nime. "Brit¨¢nicos y holandeses son m¨¢s violentos que los otros turistas extranjeros o espa?oles", afirma el jefe de la comisar¨ªa de Benidorm, Miguel Catal¨¢n.Un total de 63 brit¨¢nicos han sido detenidos en lo que va de a?o en la ciudad por presuntos delitos contra la libertad sexual, hurtos, robos, tr¨¢fico de estupefacientes y da?os. Son casi el doble que los detenidos de esa nacionalidad el a?o pasado a estas alturas y representan m¨¢s de la mitad del conjunto de ciudadanos extranjeros detenidos en Benidorm en este per¨ªodo. El a?o pasado, de los 305 turistas extranjeros detenidos, 115 eran brit¨¢nicos.

La mayor¨ªa de las acciones violentas de algunos sectores del turismo del Reino Unido se traduce, sin embargo, en faltas por des¨®rdenes, alteraci¨®n del orden p¨²blico, agresiones y ofensas, que no conllevan penas privativas de libertad. Hasta el a?o pasado, la polic¨ªa local pod¨ªa proponer sanciones municipales de hasta 10.000 pesetas, que ten¨ªan, seg¨²n fuentes policiales, una incidencia efectiva en la moderaci¨®n de las actitudes violentas. Un total de 740 de estas multas fueron impuestas en 1986 en Benidorm y 260 en 1987, seg¨²n datos de la Polic¨ªa Municipal. En muchos casos, los extranjeros regresan a su pa¨ªs de origen y resulta in¨²til cualquier requerimiento posterior para hacerles pagar las indemnizaciones establecidas en el juicio de faltas.

Estos d¨ªas ha visitado Benidorm el subsecretario de Estado del Foreign Office para asuntos consulares, Timothy Eggar, quien se entrevist¨® con las autoridades locales y auton¨®micas, as¨ª como con responsables policiales. Especialmente importante fue la reuni¨®n de Eggar con los operadores tur¨ªsticos, a quienes present¨® un folleto editado por el departamento de Asuntos Exteriores brit¨¢nico que ser¨¢ repartido entre los turistas nada m¨¢s lleguen a Espa?a. El folleto, cuya distribuci¨®n se experimenta en Ibiza, incluye recomendaciones como esta: "Respete las leyes espa?olas. Una infracci¨®n puede dar lugar a su encarcelamiento y el c¨®nsul brit¨¢nico no podr¨¢ obtener su libertad".

Eggar explic¨® que su gobierno prepara una campa?a de anuncios en la televisi¨®n y que es el ¨²nico que est¨¢ adoptando iniciativas espec¨ªficas dirigidas a conseguir un mejor comportamiento de sus turistas. El diplom¨¢tico brit¨¢nico puntualiz¨® que las autoridades municipales de Benidorm no consideran a los turistas del Reino Unido ni mejores ni peores que los de otros pa¨ªses.

Las haza?as de los brit¨¢nicos adquieren, sin embargo, tintes legendarios en las an¨¦cdotas que cuentan las gentes de Benidorm: desde arrojar todo el mobiliario de la habitaci¨®n por la ventana el ¨²ltimo d¨ªa de su estancia a orinar en la piscina o defecar en la alfombra.

?Qu¨¦ pudo hacer, por ejemplo, que una mujer brit¨¢nica de unos 30 a?os y un centenar de kilos de peso se enfrentara en la madrugada del pasado d¨ªa 6 a varios hombres en un disco-pub, dej¨¢ndolos fuera de combate, y que posteriormente agrediera mordiera y ara?ara a los agentes que la redujeron? ?Por qu¨¦ otros dos brit¨¢nicos, de 18 y 22 a?os, propinaron una paliza brutal la madrugada del pasado lunes al portero de una discoteca que intent¨® impedirles la entrada? Estos ¨²ltimos fueron algunos de los detenidos en la comisar¨ªa de Benidorm que Eggar visit¨® el lunes, tras entrevistarse con los responsables policiales. "Algo que distingue a los brit¨¢nicos de los otros", explica un inspector, "es que se enfrentan a la polic¨ªa cuando intenta detenerlos".

Una minor¨ªa

Timothy Eggar ha insistido en su reciente visita, de todas maneras, en la necesidad de reducir el efecto negativo de esta minor¨ªa de visitantes brit¨¢nicos sobre la gran mayor¨ªa de turistas de aquel pa¨ªs que s¨®lo quiere pasarlo bien en "un centro de vacaciones tan variado y popular como Benidorm".