La nueva ley del deporte tratar¨¢ de corregir los errores del pasado

La nueva ley del deporte, que ser¨¢ presentada el pr¨®ximo d¨ªa 23, tratar¨¢ de solucionar los males m¨¢s importantes que se han observado en el deporte espa?ol en los ¨²ltimos a?os. Los puntos clave para corregir las deficiencias de la anterior ley de 1980 ser¨¢n: un modelo distinto de federaciones, a fin de controlar mejor el dinero p¨²blico; la conversi¨®n de los clubes profesionales en sociedades an¨®nimas, y la introducci¨®n de un apartado de lucha contra el doping, que hasta ahora no exist¨ªa. Tambi¨¦n se intentar¨¢ solucionar el futuro de los deportistas de alto nivel.

El Consejo Superior de Deportes (CSD), que preside Javier G¨®mez-Navarro, invitar¨¢ en los pr¨®ximos meses a todos los estamentos del deporte a que emitan sus opiniones sobre la ley que se propone, para evitar cr¨ªticas despu¨¦s.Uno de los principales problemas que se han planteado para elaborar el borrador ha sido el de no invadir competencias de las distintas comunidades aut¨®nomas. El deporte, en sus parcelas de fomento y promoci¨®n, est¨¢ transferido a las autonom¨ªas .Esta situaci¨®n, pese a que el mismo Felipe Gonz¨¢lez ser¨ªa partidario de un Ministerio de Deportes con vistas a Barcelona 92, es precisamente el principal obst¨¢culo para su creaci¨®n, al plantearse problemas institucionales El Estado, por medio del CSD, se limita ahora a las competiciones nacionales e internacionales.

La filosof¨ªa que distingue al deporte espa?ol trata de ser una mezcla lo m¨¢s perfecta posible del sector privado y del p¨²blico Pero no toma como modelo el asociacionismo aut¨®nomo de los pa¨ªses anglosajones -el primitivo del deporte-, positivo para ellos, ni tampoco el intervencionista estatal de los del Este -que se inici¨® en la Alemania nazi- Como pa¨ªs latino, trata de imitar lo m¨¢ximo posible a los modelos instaurados a Francia e Italia; un papel de apoyo subsidiario y de control y seguimiento, pero no de intervenci¨®n activa.

En la actual ley, en vigor desde 1980, aunque no se especifica, se deja entrever que las federaciones son entidades de derecho privado, pero con financiaci¨®n y funciones p¨²blicas, pues organizan competiciones de car¨¢cter nacional. Adem¨¢s, lo hacen en r¨¦gimen de monopolio, porque la ley dice que s¨®lo habr¨¢ una federaci¨®n por cada modalidad deportiva.

La nueva ley trata de que el Estado pueda responsabilizarse de los recursos que dedica, y del cumplimiento y de la utilizaci¨®n correcta de las funciones p¨²blicas que tienen las federaciones, a las que se especificar¨¢ claramente su car¨¢cter privado. El mecanismo que el CSD propone, aunque habr¨¢ federaciones que se rebelar¨¢n -s¨®lo cinco o seis, seg¨²n el CSD-, es de colaboraci¨®n para que sea "¨²til, preciso y funcional".

Las federaciones tendr¨¢n que comunicar anualmente sus objetivos deportivos al CSD, desde su expansi¨®n de base hasta la alta competici¨®n; el programa t¨¦cnico para cumplir esos objetivos, y el presupuesto, en el que deben se?alar los recursos propios que pueden generar. A continuaci¨®n, deber¨¢n discutir el plan con el CSD, que aportar¨¢ la subvenci¨®n complementaria y establecer¨¢ su seguimiento. Actualmente se hace con anterioridad, sin conocer los objetivos, con lo que no se sabe bien cu¨¢l es el, dinero que se malgasta.

Con la nueva ley, que quiere seguir una racionalidad, sin mayor intencionalidad pol¨ªtica, se sigue aceptando la iniciativa de las federaciones, pero exigi¨¦ndoles que cumplan los objetivos pactados.

Sociedades an¨®nimas

Otro de los puntos clave de la ley, siempre en la l¨ªnea de vigilanc¨ªa econ¨®mica, es el del deporte profesional. Los clubes profesionales deber¨¢n convertirse en sociedades an¨®nimas con objeto deportivo, bajo control de las federaciones nacionales y del CSD.La idea de la nueva ley es que el Estado juegue un papel eficaz: fomentar el deporte y controlar los objetivos que el propio mundo del deporte establece, apoy¨¢ndolo, pero sin que se malgasten los fondos p¨²blicos. Se trata de que eso se cumpla hasta sus ¨²ltimas consecuencias, sin distorsionar el modelo deportivo actual. Pero que el Estado sea garante de la buena utilizaci¨®n del dinero p¨²blico.

Las dos novedades absolutas ser¨¢n la prohibici¨®n del doping, por primera vez, y que se arbitrar¨¢n medidas para la inserci¨®n social de los deportistas de elite, hasta ahora desamparados. Otros dos apartados destacados de la ley ser¨¢n la regulaci¨®n de las titulaciones deportivas y la constataci¨®n de que la educaci¨®n fisica tiene que estar en el sistema educativo, lo que no sucede en ninguna otra ley del actual ordenamiento jur¨ªdico, un gran fallo espa?ol de base.