Espinas para el Gobierno

Severo Moto, presidente del Partido del Progreso, y el abogado Jos¨¦ Luis Jones, el secretario general del mismo partido, llevan ya dos semanas en Guinea Ecuatorial, desde que volvieron de su exilio en Espa?a, para pedir una apertura democr¨¢tica al presidente, Teodoro Obiang, y la legalizaci¨®n de su grupo. Sus reivindicaciones tienen una base jur¨ªdica: por un lado, en la propia ley de Partidos Pol¨ªticos aprobada por el Parlamento guineano, que admite la creaci¨®n de diversos grupos pol¨ªticos, y, por el otro, el convenio de derechos civiles, sociales, culturales y econ¨®micos de la ONU que el presidente Obiang firm¨® el pasado diciembre y que, de acuerdo con la Declaraci¨®n de Ginebra, asegura la libertad de expresi¨®n y de asociaci¨®n pol¨ªtica, y en base al cual Moto y Jones consideran anticonstitucional la imposici¨®n de un ¨²nico partido en Guinea.Estas contradicciones podr¨ªan resolverse si hubiera una reforma del marco constitucional. De hecho, la ley establece que el reconocimiento de un solo partido es s¨®lo una circunstancia temporal.

Otro tema que est¨¢ causando graves problemas a Obiang es un proyecto de cooperaci¨®n agr¨ªcola-ganadero surafricano que Nigeria, pa¨ªs situado apenas a 80 kil¨®metros de la isla de Bioko, considera que es la tapadera de una base militar de Sur¨¢frica. La crisis que este hecho ha abierto es quiz¨¢ la raz¨®n por la que Obiang insiste en negar que la granja -que tiene previsto producir carne para todo el pa¨ªs- es un proyecto de cooperaci¨®n con Sur¨¢frica, como Pretoria misma ha reconocido.

Pero la gran espina que tiene clavada el jefe de Estado guineano es la grave crisis econ¨®mica por la que atraviesa el pa¨ªs y la oposici¨®n que ha desencadenado entre la poblaci¨®n la integraci¨®n en la zona del franco franc¨¦s, a la que ha seguido un mayor endeudamiento. "La UDEAC ha sido su gran error y perdici¨®n", dec¨ªa con sorna un guineano al comentar la entrevista que este peri¨®dico mantuvo con Obiang y que, como todas las que concede, son emitidas ¨ªntegramente por la televisi¨®n guineana. "No nos gustan los franceses: ellos van s¨®lo a por el dinero; ahora tenemos una divisa internacional, pero somos m¨¢s pobres que nunca y no podenios comprar nada con ella".