Gitanos de Jerez

Los estudiosos reunidos en Jerez en la Conferencia Internacional Dos Siglos de Flamenco se entregan durante el d¨ªa a la ciencia y por la noche al espect¨¢culo jondo.El de esta noche fue, dig¨¢moslo de entrada, un puro gozo. Esa forma de vivir, creaci¨®n fundamental de Manuel Morao, presenta una serie de escenas de la vida convencional de los gitanos, desde los juegos de los ni?os a la fragua del T¨ªo Juane, que mientras hace una herradura desgrana la tremenda desolaci¨®n del martinete, cante en que lo secundan los hermanos Moneo con grandeza y emoci¨®n sobrecogedoras.

Cantaron los dos hermanos Moneo constantemente, de manera admirable, como admirable fue el cante de Juana Fern¨¢ndez -la hija de T¨ªa Juana la del Pipa- y Tomasa la Macanita.

Alrededor de dos docenas de gitanos en escena, en apretado y homog¨¦neo grupo, de los cuales seis chiquillos de corta edad -entre ellos Manuela Nu?ez, una criatura de ocho a?os que baila, como dir¨¢n ellos, los gitanos, pa rabiar-, esa plenitud de arte gitano en acci¨®n, tiene que hacernos pensar una vez m¨¢s en la cultura de la sangre de que hablara Federico Garc¨ªa Lorca.

La figura

Ana Parrilla bail¨® como los propios ¨¢ngeles. Es una bailaora al viejo estilo que jam¨¢s descompone la figura, que sabe que la verdad del baile est¨¢ en el caudal interior del sentimiento jondo del artista.Ana Parrilla bail¨® en todo momento transida de una emoci¨®n apenas contenida. Su siguiriya fue literalmente memorable, de una intensidad lacerante.

Si la pol¨ªtica cultural de este pa¨ªs tuviera una direcci¨®n inteligente, tomar¨ªa este espect¨¢culo tal cual, lo presentar¨ªa en el teatro Real y de all¨ª lo lanzar¨ªa a todo el mundo.