Mentira

LA RENOVACI?N, en personas y sistemas, que est¨¢ experimentando el mercado financiero espa?ol viene convirtiendo el paisaje en el que ¨¦ste se desenvuelve en un aut¨¦ntico escenario m¨¢s propio de los seriales televisivos americanos que de la imagen a la que nos ten¨ªa acostumbrados la banca en este pa¨ªs. Es emocionante. Preocupante tambi¨¦n cuando todas esas aventuras se realizan con un dinero que muchas veces no es propiedad de quienes lo manejan y cuando el Gobierno confunde su deber de no interferir en el mercado con una especie de silencio administrativo oficial que preocupa ya sobradamente a los ciudadanos.El espect¨¢culo de manipulaci¨®n informativa al que vienen siendo sometidos los peri¨®dicos espa?oles en los ¨²ltimos meses en torno a estos psicodramas financieros es igualmente descorazonador. Mediante tales sistemas no s¨®lo se pretende utilizar las armas de la opini¨®n en beneficio de uno u otro bando en liza, sino tambi¨¦n desacreditar a los medios, a los que se les querr¨ªa ver convertidos en d¨®ciles instrumentos de las especulaciones ajenas.

Uno de los episodios m¨¢s llamativos de esta guerra de rumores, bulos, noticias falsas e insinuaciones la ha vivido EL PA?S este mismo fin de semana. En la ma?ana del viernes, un redactor de la secci¨®n de Econom¨ªa era recibido durante casi tres cuartos de hora por el vicepresidente de Torras Hostench y representante de KIO en Espa?a. En el curso de la conversaci¨®n, el se?or De la Rosa explic¨® al periodista la voluntad de KIO de vender su participaci¨®n en Cartera Central si no se llegaba a un acuerdo entre ¨¦sta (dirigida por la pareja de financieros conocida como los Albertos) y el sector oficialista del Banco Central, que ayer celebraba su junta. EL PA?S public¨® la noticia, respetando la fuente a petici¨®n de la misma, junto con el rotundo ment¨ªs de los gestores de Cartera Central. Una eventual posici¨®n agresiva de ¨¦stos en la junta de ayer se ve¨ªa sin duda perjudicada por esa filtraci¨®n. Finalmente, un acuerdo entre los sectores en discordia fue alcanzado a las tres de la madrugada. La junta fue pac¨ªfica, y KIO pod¨ªa volverse atr¨¢s en sus pregonadas intenciones.

Pero a mediod¨ªa de ayer, y en carta dirigida al director de EL PAIS, el representante de KIO y vicepresidente de Torras denunciaba su asombro por el hecho de que, al dar la informaci¨®n, el peri¨®dico "no haya contado con nuestra propia postura al respecto, achac¨¢ndonos algo totalmente falso, como los propios hechos han demostrado". La mentira es un arma frecuente entre las relaciones humanas. Pero ante una mentira tan burda como la del se?or De la Rosa merece la pena preguntarse cu¨¢ntas otras habr¨¢ dicho. El respeto a las fuentes informativas se basa, en toda regla period¨ªstica, en una actitud mutua por parte de esas fuentes. EL PA?S tiene la obligaci¨®n de desvelar el origen de la informaci¨®n que public¨® ayer sobre KIO, pues as¨ª lo exige la credibilidad de nuestro peri¨®dico y los derechos de nuestros lectores.

Por lo dem¨¢s, un proceso de mayor diafanidad informativa por parte del Gobierno y de las instituciones financieras est¨¢ siendo necesario en todo este asunto. Mucho m¨¢s a¨²n si se tiene en cuenta que KIO representa intereses de un Estado extranjero, ante los cuales, y por leg¨ªtimos que sean, las autoridades no pueden permanecer ni pasivas ni silenciosas.