Inaugurada en el P¨¦rigord franc¨¦s una exposici¨®n de obra de artistas catalanes
'El desaf¨ªo catal¨¢n', instalada en el castillo de Biron, levanta pol¨¦mica
Una antol¨®gica de la producci¨®n de pintores y escultores catalanes del siglo XX, titulada Le def¨ª catalan (El desaf¨ªo catal¨¢n), se inaugur¨® el s¨¢bado en el castillo de Biron (P¨¦rigord, Francia). El problema de adaptar m¨¢s de 80 piezas a un espacio desigual y no acabado de restaurar, y en un plazo de menos de una semana, ha sido la causa de la insatisfacci¨®n manifestada a este diario no s¨®lo por artistas presentes, sino incluso por los responsables de la exposici¨®n.
Le def¨ª catalan ha sido organizada y patrocinada por la Generalitat de Catalu?a, el Ayuntamiento de Barcelona y el Conseil Regional de la Dordogne. La muestra, que se exhibir¨¢ durante todo el verano, est¨¢ articulada en tres bloques: Mitos, Vanguardia y Nueva Generaci¨®n, seg¨²n una decisi¨®n de los comisarios Jos¨¦ Mar¨ªa Corredor-Matheos y Victoria Combal¨ªa, que tambi¨¦n ha parecido discutible a un buen n¨²mero de los asistentes catalanes al acto de inauguraci¨®n.Los responsables de la selecci¨®n conocieron con mucho retraso el espacio en el que deb¨ªan colocar las piezas, y eso oblig¨® a una cierta improvisaci¨®n, de manera que el marco de la muestra, un fant¨¢stico castillo medieval ampliado a lo largo de los siglos y en fase de lenta restauraci¨®n, se come, casi literalmente, la obra de arte.
Tambi¨¦n llegaron con retraso las obras, casi todas procedentes de Barcelona (en un primer momento, la Generalitat hab¨ªa dispuesto un cami¨®n descubierto para transportarlas, protegidas tan s¨®lo por una lona, cosa que el Ayuntamiento no acept¨®), y esa circunstancia acort¨® el tiempo disponible para distribuir las piezas. Adem¨¢s, no se pudo contar, dado el corto presupuesto franc¨¦s, con un montador que vigilara la instalaci¨®n adecuada.
El t¨ªtulo de la exposici¨®n, Le def¨ª catalan, tampoco ha parecido muy correcto, seg¨²n la opini¨®n de los artistas presentes en la inauguraci¨®n; el mencionado t¨ªtulo se interpret¨® como un desafio al Ministerio de Cultura espa?ol, que no tuvo en cuenta a los autores catalanes cuando mont¨®, el pasado invierno, su muestra espa?ola en Par¨ªs.
Mitos y ausencias
En lo que respecta a las obras expuestas y a la selecci¨®n, tampoco las opiniones fueron positivas. En el apartado Mitos se puso de manifiesto algunas ausencias y no qued¨® suficientemente claro el propio concepto de mito (?de la historia del arte universal, o mito catal¨¢n?). Si cualitativamente hablando parec¨ªa m¨¢s que justo colocar a Juli Gonz¨¢lez al lado de Picasso, no parec¨ªa la mejor soluci¨®n cuando la muestra va decididamente destinada a un p¨²blico tur¨ªstico que a buen seguro no conoce casi la obra del escultor catal¨¢n. La inclusi¨®n de Gonz¨¢lez o de Gargallo en el mismo cap¨ªtulo destinado a Dal¨ª, Picasso y Mir¨® hac¨ªa m¨¢s evidente la ausencia de otros autores.El gran presente-ausente de este apartado es el propio Dal¨ª. Mientras los dem¨¢s artistas se hallan representados, m¨ªnimamente, pero con obra original, Dal¨ª ha quedado postergado a la obra de reproducci¨®n. Seg¨²n Combal¨ªa, ha sido as¨ª "porque es casi imposible encontrar obra original del pintor de Port Lligat in Catalu?a". Tampoco, seg¨²n parece, se pudo conseguir la colaboraci¨®n de la Fundaci¨®n Dal¨ª.
En un momento determinado, seg¨²n explic¨® Eloisa Sendra, tambi¨¦n en calidad de comisaria de la exposici¨®n, se lleg¨® al acuerdo de que Dal¨ª no figurara en la, muestra. Pero fueron los organizadores franceses quienes insist¨ªeron en la necesidad de que Dal¨ª estuviera presente y fueron ellos quienes se preocuparon por encontrar algo que poner en el castillo. El editor Pierre Argilet prest¨® para la ocasi¨®n un juego de Los cantos de Maldoror, 30 ilustraciones de Dal¨ª para la obra de Lautr¨¦amont. En la exposici¨®n s¨®lo constan seis.
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